lunes, 30 de noviembre de 2009

ROY HAYNES: "la batería es el fundamento del jazz"


Lleva en el negocio de la música desde 1945... y lo que le queda: "no sé cómo lo hago pero siempre estoy yendo a alguna parte a dar un concierto. Mis nietos me dicen que no tengo remedio". A sus 85 juveniles años, Roy Owen Haynes (Roxbury, Massachusetts, 1925) mantiene vivo el espíritu que le convirtió en el baterista favorito de Thelonious Monk, Stan Getz o Sarah Vaughan: "Todos me preguntan por mi secreto de la longevidad, pues bien: no tengo ni idea. Lo único que sé es que disfruto cada momento que estoy sobre un escenario. No hago ningún tipo de ejercicio ni un régimen, debería hacerlo, lo sé, pero no lo hago. Yo tendría que ser un tipo viejo, gordo y cansado que pasa el día viendo la tele, sin embargo, aquí me ve, disfrutando de la vida, de mis nietos, de la música... Hace algunas noches estaba en Delaware participando en un homenaje a Clifford Brown, toqué con Roy Hargrove y otros músicos muy jóvenes, y fue algo fantástico. Hacer este tipo de cosas me devuelve a la vida".

Aunque son muchos quienes acuden a él en busca de consejo, Haynes sigue negándose de forma categórica a seguir el camino de la docencia; lo que tiene que decir, lo dice a través de su música: "Procuro no hablar demasiado a los músicos con los que toco y que mi interpretación hable por mí. Al fin y al cabo, los jóvenes tienen hoy a su disposición un montón de escuelas donde se les enseña todo lo que hay que saber en torno al jazz. Yo no soy imprescindible. Sin embargo, la situación es un tanto paradójica. Por un lado, hay más chicos que nunca aprendiendo a tocar jazz, y a un tiempo, podría decirse que el jazz es un arte casi perdido; la música no llega a la televisión ni a la radio y no abundan los lugares donde tocarla. La pregunta es: todos estos músicos jóvenes, ¿dónde van a trabajar? En mis tiempos lo teníamos más fácil...".

En A Life in time (triple CD distribuido por Karonte) se recogen 40 interpretaciones del baterista junto a Etta James, John Coltrane, Sonny Rollins o su antiguo compañero de correrías, Miles Davis. Durante algunos años, Haynes y Miles fueron uña y carne. Ambos compartían la afición por la buena música, los trajes de marca y los deportivos: "Solíamos echar carreras a ciegas de noche por Central Park y luego iba Miles pavoneándose ante las chicas con que habíamos hecho pedazos un Oldsmobile o lo que fuera... aquella fue una época salvaje".

Como Miles, el baterista -elegido en 1960 como uno de los hombres mejor vestidos de América junto a Fred Astaire, Clark Gable y Gary Grant- se muestra particularmente reacio a hablar del pasado: "Los recuerdos forman parte de mi vida y no renuncio a ellos. La experiencia de haber tocado con Thelonious Monk o con Lester Young, Billie Holiday o Charlie Parker es algo que no se puede olvidar fácilmente. Cada uno de estos músicos era un mundo en sí mismo... con Lester a veces no te enterabas de qué narices estaba hablando porque tenía su propio idioma, igual que Monk. Pero ésa es una música que ya está hecha. Hay otra mucha que está por hacer y ésa es la que me interesa".

Roy Haynes tocará hoy en Madrid (Veranos de la Villa) y en San Sebastián, el 24 (Festival de Jazz), pasando por Alicante (22), Gijón (23) y Almuñécar (25). Junto al legendario baterista estarán dos instrumentistas de muy altos vuelos: Danilo Pérez, al piano, y el contrabajista John Patitucci: "Conocí a Danilo hace muchos años en un festival en Barbados. Nuestro representante es el mismo, y también el de John Patitucci, que entonces acompañaba a Chick Corea. Nos reunimos, nos gustamos y empezamos a tocar juntos, fue algo natural. Al cabo de muchos años nos volvimos a encontrar y nos planteamos la posibilidad de tocar en Europa, y en eso estamos. Todo lo que puedo decir de ellos es que son dos músicos fantásticos con los que me compenetro como si les conociera de toda la vida".

Ni Haynes ni sus acompañantes se han planteado la conveniencia de establecer algo parecido a un repertorio: "No tenemos ni idea de qué vamos a tocar en nuestros conciertos en Europa. Quizá reconstruyamos alguna pieza de Thelonious Monk, quizá algo de Chick Corea... es un poco como volver a los viejos tiempos en los que no estaba todo tan preparado, pero se supone que así es el jazz, una música improvisada".

Haynes afronta su gira europea con la ilusión de un recién llegado. "Es que me gusta tocar la batería, no puedo evitarlo. La batería es el fundamento sobre el que se erige el edificio del jazz. Un buen baterista debe tener dos cosas: una buena dosis de swing, porque si la música no tiene pálpito se muere; y buen oído. No basta con tocar para uno mismo, hay que saber escuchar a los demás músicos y conversar con ellos. No hay otro secreto".

(publicado en El País 13/07/2009)

jueves, 26 de noviembre de 2009

Bugge Wesseltoft: "Jazz protesta"


Es uno de los exponentes del future jazz, un territorio en el que confluyen los aficionados al jazz avanzado con los que prefieren los ritmos electrónicos de la pista de baile. Pero el noruego Bugge Wesseltoft, líder del exquisito sello Jazzland, ofrece ahora IM, un nuevo disco intimista, solo al piano, en el que lanza también un mensaje antibelicista.

Escenario: una típica e impersonal habitación de hotel en el centro de Madrid. Bugge (pronunciado Bugui) Wesseltoft espera al entrevistador sentado delante de un extraño híbrido, mitad piano eléctrico, mitad ordenador portátil de última generación. El fundador y máximo responsable del sello Jazzland, santo y seña de los freaks adictos al future jazz de los cinco continentes, presenta nuevo disco. IM es un punto y aparte en la carrera del compositor, pianista y productor noruego; un remanso de serenidad al margen de las convenciones de la free improvisation y el nu jazz. Un piano de cola, algunos discretos efectos electrónicos y el talento como improvisador que se le reconoce a Jens Christian Bugge Wesseltoft, eso es todo... además de unos intrigantes textos interiores de marcado tono antibelicista.


PREGUNTA. Con ese texto, IM podría pasar por el primer disco de jazz protesta de la historia.

RESPUESTA. Tanto como eso..., en realidad, el álbum tiene 10 piezas y sólo hay una que para mí tiene una significación política, WY, que es como why (por qué, en inglés) sin la hache. Ese tema es mi respuesta al tiempo que paso sentado ante el televisor yendo de un lugar a otro y de una guerra a otra. Aterra pensar en tantos lugares en guerra en este momento: Irak, Chechenia, Birmania, Palestina..., no puedo evitar compadecerme de la población civil en su lucha por sobrevivir; pero lo que más me llama la atención es que siempre es la misma historia, con unos pocos que tratan de acaparar el poder y una mayoría que sufre la tragedia por su culpa. Como padre de familia todo esto me deja un sentimiento muy amargo. Trato de ponerme en la situación de los que sufren. Es algo sobre lo que pienso muy a menudo así que simplemente quería comentarlo en mi disco.

P. La próxima semana va a visitar Sarajevo y qué mejor sitio para probar la eficacia de su mensaje.

R. Volvemos a lo mismo. Todo lo que ha ocurrido en la antigua Yugoslavia es una locura. Conozco bien el país, he tocado muchas veces en Belgrado y es una ciudad que me encanta. Pero la historia ha dejado su marca. Gente distinta ha estado conviviendo por cientos de años y de repente unos pocos quieren más poder y abren fuego..., la conclusión es que ahora los serbios no pueden ir a Sarajevo porque no son bienvenidos, es estúpido. Y, por supuesto, el 90% de los serbios estaba contra la guerra, hasta que algún idiota forzó las cosas y provocó la guerra.

P. Yendo al contenido, IM es un disco muy distinto a los suyos anteriores.

R. Después de tocar durante diez años en grupo sentía la necesidad de hacer algo más tranquilo y no tan centrado en los ritmos. Eso coincidió con que hace tres años pude comprarme un piano Steinway Gran Cola que no es como el de Keith Jarrett, claro, pero tampoco está mal. Desde entonces paso todo el tiempo que puedo con él, me encanta su sonido, sentarme, tocarlo..., para mí, nada más lógico en este momento que grabar un disco de solo piano con MI piano.

P. En realidad es un disco de piano solo a medias...

R. Ocho de las piezas son en solo. Hay una en la que canta Mari Boine y un par más en las que hay un poco de percusión, y eso es todo. Lo importante es que el disco en su conjunto gira alrededor del piano en diferentes formas. A veces toco dentro del piano, puedo modificar el sonido del instrumento, pero todo lo hago como si fuera un concierto en directo.

P. Los críticos no tardarán en sacarle parecido con otros pianistas.

R. Básicamente me inspiro en la tradición del jazz. Bill Evans, por supuesto, es un punto de referencia inevitable pero también me tira mucho la música contemporánea y el folclore. En realidad, utilizo muchas pistas diferentes. Puede decirse que mi trabajo consiste en reunirlas todas y conseguir algo que resulte personal. Pero es una tarea que hago de una forma espontánea y no premeditada.

P. La música de IM es muy visual. Da la impresión de que cada pieza está asociada a una cierta imagen.

R. Estoy totalmente de acuerdo. Para mí, la música tiene mucho que ver con las impresiones. Mis composiciones son muy básicas, parto de un elemento simple e improviso en torno a él hasta llegar a algo que, con suerte, pueda resultar agradable al oído. Es un proceso que comienza por situarme en un cierto estado de ánimo; me siento ante el piano y comienzo por algo tranquilo, me concentro en ello y trato de construir algo nuevo dentro de ese espíritu de quietud. Trato de moverme por niveles distintos según la pieza, algunas son más energéticas y otras más ambient. Insisto en que todo el disco es totalmente improvisado en el sentido de que no hubo un trabajo previo de composición ni nada parecido.

P. ¿Diría que es un disco minimalista?

R. Diría que es un disco sencillo, básicamente, porque me encanta el sonido del piano. No es un disco de técnica pianística. Es un acto de amor con el instrumento, con MI instrumento.

P. En algún sentido, IM parece el producto de alguien que está pasando por un trance difícil.

R. No es el primero que me lo dice pero, de nuevo, no es algo que haya buscado a propósito. También es verdad que la grabación coincidió con una época de problemas privados que me tuvo medio depre, pero no fue intencionado. Supongo que uno no puede evitar sentirse afectado en lo que hace por el estado de ánimo.

P. Su trabajo al frente del sello Jazzland ha llevado al jazz noruego incluso a nuestro país, que ya es decir.

R. El jazz noruego siempre ha existido, gracias sobre todo a Jan Garbarek y Jon Christensen. Ellos son los padrinos del jazz en mi país, los que empezaron a finales de los sesenta y sembraron la semilla. Todo este tiempo ha existido un ambiente de jazz extraordinario en Oslo y han ido surgiendo nuevas generaciones con nuevas ideas. Pero también es cierto que Oslo está muy lejos del centro de Europa. Y, claro, en Noruega somos apenas cuatro millones de personas y así es muy difícil ganarse la vida tocando jazz. Eso es lo que intentamos con Jazzland: salir y ampliar mercado.

P. Lo que nos lleva a la gran cuestión: ¿por qué en el sur de Europa nos gusta tanto el jazz noruego?

R. Pues no tengo ni idea. Pienso que si hay alguien que aparece de repente y presenta algo que suena diferente, aunque sólo sea un poco, inevitablemente se le va a prestar atención. Imagínese que yo, en lugar de este disco, hubiera grabado un repertorio de bebop, seguro que nadie me habría prestado la menor atención, y es lógico. Es una música que se ha interpretado tantísimas veces y de una forma tan absolutamente extraordinaria... O si se me hubiera ocurrido grabar Country & Western, a lo mejor hubiera resultado un disco estupendo, incluso una obra maestra, pero, ¿tendría algún sentido? En Noruega se nos ha enseñado a crear nuestra propia música a través del ejemplo de Garbarek y Christensen. Ésa es la verdadera esencia: "Usa tus propias fuentes".

P. ¿El hecho de que Jazzland siga siendo un sello noruego casi al ciento por ciento significa que no están interesados en nadie que no sean sus compatriotas?

R. A veces me he planteado la conveniencia de grabar a más artistas de fuera de Noruega pero, más que nada, es un problema logístico. Como no tenemos capacidad para editar tanta cantidad de música, prefiero centrarme en lo que tengo en mi alrededor. De todos modos, editamos discos de alguien como Dhafer Youssef (laudista tunecino) y espero que no sea el único. -


IM está editado por Jazzland/Universal.

(publicado en El País 17/11/2007)

lunes, 23 de noviembre de 2009

Cosas que hacen que la vida merezca la pena ser vivida: la música de Wadada Leo Smith

foto: JMGM

Apuntes al concierto de Wadada Leo Smith Goden Quartet en el Colegio Mayor San Juan Evangelista de Madrid (20/11/09)


Nada que no hayamos escuchado antes a Miles Davis (“In a Silent Way”, “Bitches Brew”) y hasta Weather Report. W. L. S. cocina la música de otros a su modo particular. Le aporta sus propios ingredientes.

Y, pese a todo, la música de W .L. S. suena a recién cocinada. Es sofisticada y es directa. Perfectamente comprensible y hasta bailable, a veces. No hay excusas para no disfrutar con ella.

Nuestra música no es “free jazz”. Nuestra música se basa en sistemas. Y los sistemas no son “free”.
(Wadada Leo Smith)

La trompeta da vueltas en torno a la batería multi tentacular de Pheeroan akLaff del mismo modo que Miles (Davis) giraba en torno a los espasmos sonoros que le proporcionaba Tony Williams (y, en los setenta, Al Foster-Mtume). El ritmo, “that´s the question”.

Vijay Iyer (piano y Fender Rodhes): atención a este nombre. Hacía diez años que Iyer no pisaba suelo hispano (con Steve Coleman). Al contrabajo, un viejo amigo: John Lindberg (“String Trio of New York”).

“South Central LA Kulture” podría ser el primer “reggae-free” de la historia, si no fuera porque ni es un “reggae” ni es “free”. Pero por poco.

“Rabia"s Unconditional Love: A Spiritual Mystery of the Heart”. Sonidos que mueren y nacen, y vuelven a morir, y a nacer. El tiempo permanece suspendido en algún rincón oscuro del subconsciente.

La música de W. L. S. posee propiedades terapéuticas y curativas. Consigue que el mundo parezca lo que no es: un lugar acogedor y solidario.

Debemos alzar nuestras voces para exigir el regreso inmediato de W.L.S. El aficionado al jazz en este país tiene derecho a escuchar esta música.

La música debe contribuir a crear un mundo mejor y más habitable.

(Wadada leo Smith)

As-Salāmu `Alaykum


Repertorio interpretado por Wadada Leo Smith Goden Quartet en el Colegio Mayor San Juan Evangelista


1) “Al-Shadhili"s Litany of the Sea: Sun Rise”
2) “Rosie Parks”
3) “The Carvan of Winter”
4) “Zulu Water Festival”
5) “Rabia"s Unconditional Love: A Spiritual Mystery of the Heart”
6) “South Central LA Kulture”
7) “Crossing Sirat”


Todas las composiciones por Wadada Leo Smith, Kiom Music ASCAP

Lo que debo a mis amigas

Lo que debo a mis amigas. En torno a “Jesus Blood Never Failed Me Yet” (arreglo orquestal de Gavin Bryars), por Chema García Martínez

http://undiamasundiscomas.blogspot.com/

viernes, 20 de noviembre de 2009

Chet Baker en La Boca del Lobo




Hay cosas en esta vida que hacen que la susodicha merezca la pena ser vivida, y en todas ellas está de por medio la pasión. Una de esas cosas ocurrió el pasado miércoles, en un oscuro garito de la madrileñidad noctámbula más conocido por sus afinidades con el sector patibulario de la city que por su nula vinculación con el jazz. La Boca del Lobo, para los que están en el asunto, y para los que no.


Fue allí donde, por designio de quien conduce la muy notable programación cinematográfica del Festival de Jazz madrileño, dígase de un Dieguito Rodríguez, y quien le acompaña en tan loable iniciativa, dígase por una Anita Palacios, tuvo lugar la proyección a tres pantallas del film “Let´s get lost” que, solo en este pase, hubo en congregar al doble de personal que el que haya podido reunir en toda su exhibición en salas comerciales. La misma noche que, en otro local de la ciudad, cantaba Cassandra Wilson. No saben lo que se perdieron quienes prefirieron escuchar a la aburrida y solemne cantante.


Uno estuvo allí (en La Boca del Lobo) para contarlo y contribuir al acto, bien que modestamente, como presentador del mismo, si es que puede llamarse presentación a lo que uno hace cuando sube a un escenario y habla sin saber de qué está hablando, o sea, lo que hago siempre. Con el agravante de que, en esta ocasión, me tocó hablar sobre la obra de un fotógrafo de “adanes” en calzoncillos, o sin ellos, que tuvo la ocurrencia de realizar un reportaje fotográfico en torno a un conocido músico de jazz y seductor impenitente y terminó poniéndole piso y película; personaje, añádase, al que el dicho fotógrafo de "adanes" conocía por los retratos de otro fotógrafo de actualidades a quien se encomendó, tiempo ha, la realización de unas fotografías para la portada de un disco y terminó convirtiéndose en el fotógrafo de cabecera del músico en cuestión. Como para no hacerse un lío.


En el curso de mi larga y agitada vida he tenido la oportunidad de conocerles a todos ellos, a los dos fotógrafos (Bruce Weber y William Claxton) y al músico (Chet Baker), sobre todo a este. Y, como todos, tengo mi propia versión de los acontecimientos. Pero, ésta, me la callo. Ahora, se trata de hablar de la película ya mencionada en este mismo blog (véase entrada correspondiente) y del gentío bullanguero y escandalosamente juvenil que acudió al evento y terminó desparramándose por donde buenamente pudo; sentados sobre el duro suelo, de cuclillas, ocupando la escalera que da acceso a los distintos niveles del establecimiento, de pie, acodados los unos sobre las unas y todos sobre alguna de las tres barras con que cuenta el local. Cualquier lugar era bueno.


La sesión transcurrió en respetuoso/apasionado silencio por más que el metraje de la cinta se aproxima a las 2 horas. Tengo para mí que “Lets get lost” fue concebida para ser proyectada en un lugar así y ante un público como este. De seguro, a Chet Baker le habría encantado.




ESTA NOCHE EN EL C. M. SAN JUAN EVANGELISTA WADADA LEO SMITH’S GOLDEN QUARTET


Una cita ineludible en el lugar donde Chet Baker ofreció su último concierto


“Solamente existe el momento” (entrevista a Wadada Leo Smith por Ferrán Esteve publicada en el número 115 de Cuadernos de Jazz)

sábado, 14 de noviembre de 2009

Apagado o fuera de cobertura: carta al lector de este blog

Hola a todos

Debido a motivos personales, este blog va a permanecer apagado o fuera de cobertura hasta el próximo miércoles. Dicho sea para vuestro conocimiento y efectos.

Y ya que estamos…

Algunos lectores me llaman la atención sobre el carácter “algo errático” de las últimas aportaciones “como si fuera dando bandazos en mi vida personal que se trasladan al blog”, se me dice, cuando en realidad voy dando bandazos en mi vida personal que luego traslado a mi blog. Recuerdo al lector que “Jazz y Otras Hierbas” es un "blog", término que deriva de “cuaderno de bitácora” y “diario personal” (“web- log”). En lo que a mí respecta, concibo “Jazz y Otras Hierbas” como una suerte de terapia personal cuyo principal destinatario soy yo mismo, como en el jazz. Que luego haya quien encuentre acomodo en lo que escribo me hace inmensamente feliz, más no por ello pierdo la perspectiva. Siendo esto así, uno no puede evitar que su obra cobre vida propia. Bien está lo que bien parece. La mejor demostración es
el muy conmovedor texto de mi hija Sara que figura a continuación.

Otrosí digo: si en un primer momento me he centrado en la recuperación de textos antiguos (entrevistas, fundamentalmente) y ahora acudo a mis experiencias en el día a día/noche a noche, es porque no tengo tiempo para otra cosa ni me pagan por ello (importante). Únase a ello mi momentánea carencia de los medios técnicos necesarios para volcar en este blog cuanto he venido publicando en el curso de 35 años en la profesión (!se dice pronto!), en los diarios Ya y El País, las revistas Quártica Jazz y Cuadernos de Jazz... como ya he dicho en alguna ocasión, lo que habéis podido ver hasta ahora es, apenas, la punta del iceberg.

Un abrazo a todos

Chema

El Jazz

La autora, sentada, junto a su hermana Cristina


Quien más, quien menos, todo el mundo ha intentado definir el jazz. ¿Se puede definir una música? Se puede transformar en líneas y puntos, en colores o incluso en letras, pero, ¿se puede decir qué es, qué transmite? Para unos va de improvisación, para otros de saxofones y contrabajos, para otros de clubes llenos de humo.

Mi jazz suena al estudio de mi padre mientras trabaja. Suena a pilas de discos cubriendo paredes, mesas e incluso suelo. Suena a la cocina mientras se prepara la cena. Suena a las noches en el Johnny o en el Clamores. Suena a verano, playa y San Sebastián. Mi jazz suena a casa, a familia, y al mismo tiempo me habla de otra gente, otros lugares y otros tiempos. ¿Qué es el jazz? El jazz es todo y nada a la vez; es arte, y como todo arte, nunca podrá ser definido.


Sara García Hernández

respuesta al acertijo

Dennis González

En torno a la entrada del miércoles 11 de noviembre de 2009, y atendiendo a la reiterada petición de una atenta lectora

HOY EN MADRID
21.00 h. Teatro Fernán Gómez. BRAD MEHLDAU TRIO
22.00 h. (aprox). Sala Clamores. DENNIS GONZÁLEZ YELLS AT EELS con RODRIGO AMADO

PREGUNTAS

¿cual de los dos conciertos atraerá un mayor número de público?
respuesta: BRAD MEHLDAU TRIO

¿dónde se escuchará mejor música?

respuesta: DENNIS GONZÁLEZ YELLS AT EELS con RODRIGO AMADO

Felicidades a los ganadores

Gary Burton: "eso es el jazz"

Hoy en El País

Chema García Martinez

Gary Burton: "ajustamos sobre la marcha. Eso es el jazz"

nota:
ante el incontenible avance de la pandemia de estupidez entre la población, se recomienda lavarse el cerebro detenidamente antes de leer el artículo

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Adivina, adivinanza


HOY EN MADRID

21.00 h. Teatro Fernán Gómez. BRAD MEHLDAU TRIO
22.00 h. (aprox). Sala Clamores. DENNIS GONZÁLEZ YELLS AT EELS con RODRIGO AMADO
¿cual de los dos conciertos atraerá un mayor número de público?

¿dónde se escuchará mejor música?

La respuesta, mañana, en este mismo blog

martes, 10 de noviembre de 2009

Ben Sidran juega en casa



Dos hitos en la historia del Café Central: Ben Sidran y George Adams, frente a frente

Un año más. Ben Sidran en la Villa y Corte. Su visita cada mes de noviembre al Café Central se ha convertido en una gozosa tradición. A la misma acude el aficionado en peregrinación como quien va a encontrarse con un viejo amigo. En su recital de despedida del pasado domingo, eran tantos los que encontraron acomodo dentro de la sala como los que se quedaron fuera por falta de espacio. La relectura del repertorio "dylaniano" por parte de Sidran (plus Bob Rockwell, al saxo tenor) no defraudó.

lunes, 9 de noviembre de 2009

No es un pájaro, no es un avión, es… ¡Roy Hargrove!

artínez

Jam session en La Fídula. Foto: J. M. García Martínez

- Mañana del viernes 6 de noviembre de 2009. Me cruzo con Roy Hargrove de compras por la calle Preciados. Desgraciadamente, no llevo la cámara de fotos conmigo.

- Fue en la década de los ochenta. Roy Hargrove -un pipiolo- pisaba por vez primera territorio español –Festival de Jazz de Vitoria- y uno estaba allí para inmortalizar el momento. Algún día tendré que poner orden en mi archivo fotográfico.


- Hargrove presenta su nuevo disco en big band acompañado por un quinteto. A sus 40 tacos recién cumplidos, el trompetista sigue al pie de la letra la norma de uso extendido entre los jazzistas de antaño consistente en anunciar una cosa y hacer otra.


- Arrogante, ausente, solo en apariencia. La quintaesencia del “cool”.


- “Speak Low”: Marvin Gaye canta a través de la trompeta de Roy Hagrove.


- Hace 30 años, Art Blakey y los Jazz Messengers tocaron una música muy parecida a esta a un par de manzanas de distancia. Aquel viejo y añorado sótano del Balboa Jazz Club.


- Es la noche de los trompetistas. A la misma hora, Tomasz Stanko en el colegio mayor San Juan Evangelista, y Wallace Roney, con “Kind of Blue at 50”, en el Teatro Fernán Gómez. Por desgracia, la capacidad del aficionado para desdoblarse es limitada.


- De Roy Eldridge a Roy Hargrove. Hay nombres que marcan.


- Una excepción a los nuevos tiempos. Ni Roy Hargrove ni ninguno de quienes le secundaban, con la posible excepción del contrabajista, Ameen Saleem, lucieron junto a sí sobre el escenario, la consabida botellita de plástico que suele acompañar a los representantes de la, no por nada, conocida como “Generación del Agua Mineral” (José Manuel Gómez dixit). En su lugar corrió con alegría el Rioja Alavesa, con las consecuencias que pueden suponerse.


- Cita post-concierto en La Fídula. No podía ser en otro sitio. Nirankar Khalsa es el único entre los presentes que aguanta el tipo ante los recién llegados.


- Son muchas cosas las que uno ha vivido recientemente en esta sala situada en la periferia de la actividad jazzística capitalina. Seguramente, demasiadas.


- Dejo a Roy Hargrove y su troupe a las puertas de La Boca del Lobo. Es el final de una noche memorable.


- Así eran antaño los grandes del jazz.


Hoy en El País

Chema García Martínez:

"Un hombre pegado a una trompeta. Roy Hargrove deslumbra con un recital en la Fundación Carlos de Amberes"


foto: J. M. García Martínez

viernes, 6 de noviembre de 2009

Jimmy Cobb en El País

foto: J. M. García Martínez

Hoy en El País

Chema García Martínez:

Jimmy Cobb. Batería de jazz y participante en el elepé "Kind of Blu


"Este disco creó un movimiento social"

jueves, 5 de noviembre de 2009

Madrid, ciudad de nadie

Más parecidos razonables (with a Little help from my friends)



Bebo Valdés & Diego "El Cigala" - Inolvidable





Julie London & Bobby Troup Quintet - "You'd Be So Nice To Come Home To" (Japón, 1964)


Agradezco a Fernando Ortíz de Urbina su gentileza permitiéndome utilizar el fruto de su intuición infalible encontrando "parecidos razonables", y me confío a sus palabras:

"Inolvidable" es de Julio Gutiérrez y se publicó en 1944, y la canción de Cole Porter aparece en la película "Something to Shout About", de 1943. Son de años consecutivos, y probablemente podría hablarse de plagio, porque la secuencia de acordes es idéntica (a mis oídos) y la melodía es muy similar".

Al respecto de los "parecidos razonables", Fernando promete sorpresas abracadantes en su muy recomendable página Web "Easy Does it" (véase "Otras Hierbas"). Habrá que estar muy atento.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Simplemente inaudito: REG KEHOE AND HIS MARIMBA QUEENS



REG KEHOE AND HIS MARIMBA QUEENS "A Study In Brown"

!Atención al contrabajista! (Frank DeNunzio, Sr.)

El San Juan Evangelista en Jazz Magazine

Robert Latxague escribe sobre el Festival de Jazz del San Juan Evangelista


Madrid: Miles made in Spain et sketchs flamencos

http://www.jazzmagazine.com/index.php?option=com_fireboard&Itemid=8&func=view&catid=14&id=1373#1373


Alexandre le bien heureux

http://www.jazzmagazine.com/index.php?option=com_fireboard&Itemid=8&func=view&catid=14&id=1376#1376

martes, 3 de noviembre de 2009

Milestones y Milestones

Dios los cría y Miles Davis y el San Juan Evangelista los juntó. "Kind of Cai" + Guillermo McGilll y Chris Kase y su quinteto, el sábado, en el San Juan, interpretaron sendas versiones del mismo “Milestones”, cada conjunto a su modo; aflamencado, en el caso de los primeros; más à la lettre, en el de los segundos.

Se da el caso de que el mismo día del concierto recibí un correo electrónico del amigo Juan José González con la propuesta, sugerente como todas las suyas, de volver a escuchar el clásico “Babarabatiri”, pieza compuesta por “un tal A. DALY e interpretada por la orquesta de Machito en 1948”, a sabiendas que “tiene parte parecida al tema “Milestones”, de Miles Davis”.

No he encontrado en YouTube la versión de Machito, sí, en cambio, una de la orquesta de Tito Puente, extraordinaria. En cuanto a “Milestones”, he optado por esta versión a cargo de la orquesta de Bob Belden y Joe Lovano como solista invitado, quien mañana mismo estará aquí, inaugurando el XXVI Festival de Jazz de Madrid

Vosotros mismos.



.La orquesta de Tito Puente interpretando "Babarabatiri" con la voz de Ray de la Paz en el Festival de Jazz de San Sebastián



BOB BELDEN BIG BAND "Birdland" May 26, 2004
Jeremy Pelt-trompeta, Joe Lovano-saxo tenor

Seneca Black, Tony Kadleck, Ray Vega, Lew Glucken-trompetas
Dave Gibson, Andre Hayward-trombones
John Clark-trompa
Howard Johnson-tuba
Tim Ries, Charles Pillow, Mike Migliore, Ronnie Cuber, Gary Smulya-saxos
Kevin Hays-piano
Derek Neyvergeld-bajo
Tommy Crane-batería