viernes, 25 de febrero de 2011

EL AYUNTAMIENTO DE MADRID VUELVE A LA CARGA

Tras 2 años y 4 meses de clasura por orden de la autoridad (in)competente,el pasado miércoles Bogui jazz volvió a abrir sus puertas. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid pretende privar a la ciudad, y a quienes habitamos en ella, de su sustento cultural más elemental: la música en la calle. Me permito reproducir este mensaje que ha llegado a mi correo por si alguno quiere sumarse a la iniciativa.

La lucha continúa.

Por favor, firmar y reenviar urgente, se quiere aprobar este viernes 25 de febrero.

Si no actuamos rápido nos quedamos sin música ni danzas en Madrid

Si quieres firmar, pincha en el siguiente enlace:

http://actuable.es/peticiones/una-mordaza-mas-la-musica-nueva-ordenanza-contra-el

El objetivo es recoger al máximo número de firmas antes del 25 de febrero, el viernes de la semana que viene, y mandárselas al Alcalde de Madrid para que tengan en cuenta nuestros intereses. Darle la máxima difusión posible. Gracias

El Ayuntamiento de Madrid va a aprobar, el 25 de febrero, una ordenanza en la que se impide a los músicos tocar en la calle. En su artículo 41 indica que "no se permitirán en el medio ambiente exterior, ya se trate de espacios y vías públicas o de espacios abiertos de titularidad privada, actuaciones en las que se empleen instrumentos musicales,elementos de percusión, amplificación o de reproducción sonora", enmendado el 11 de febrero de 2011, en el que ratifica en su artículo 41.2: “No se permitirán en el medio ambiente exterior actuaciones que empleen elementos de percusión, amplificación o reproducción sonora, salvo aquellas que puedan autorizarse en zonas especialmente delimitadas, previa comprobación de que no produzcan perturbación de la convivencia vecinal.”

Esta orden nos puede suponer multas de hasta 750 euros y confiscación de los reproductores, amplificadores e instrumentos musicales.

Lo que debe prevalecer, en una sociedad democrática, es la libertad, tal como indica el artículo 10 de la Constitución Europea y por supuesto, la libertad de uno empieza donde termina la del otro. Si hay una inquietud ciudadana en un determinado lugar, se debe estudiar insitu y en el menor tiempo posible ofrecer una respuesta que sea satisfactoria para todos. Por ejemplo: si en la zona Centro los vecinos se quejan de ruído, sería adecuado que una persona autorizada para ello, intervenga para analizar el nivel de ruído-sonido (que ya, dichos niveles, están regulados en la normativa vigente) o bien colocar una señal que indique "zona silenciosa". Si la gente se siente acosada por los músicos que andan pidiendo después de su actuación, que prohíban ese acto en concreto, si hay mafias en el metro, que se les ponga límites de acuerdo a la legislación que se considere oportuna, etc.

Pedimos, de una vez por todas, que solucionen los problemas que hay, pero que no creen más y coarten la intención de muchos ciudadanos madrileños que, como artistas, una de las más nobles y atacadas profesiones en la actualidad, sólo queremos llevar ilusión y alegría a la gente por medio de la música y de la danza. Hace falta una regulación donde surja un problema, no crear más problemas donde no los hay.

Creemos que con las normas de respeto, los decibelios regulados y la resolución de los problemas vecinales concretosque acabamos de mencionar u otros que surjan, es suficiente para que todos estemos a gusto y nos sintamos libres. De esta manera, no privarán a los ciudadanos de disfrutar de la música en las calles, de los ensayos en los parques, ni de las danzas al aire libre. ¡La percusión se produce hasta con el taconeo del caminar por las calles!.

Señor alcalde Don Alberto Ruiz Gallardón: ponga los pies en el asfalto de un Madrid que quiere, a pesar del atronador ruido del contaminante tráfico de su ciudad, seguir moviendo sus pies al paso de tantos músicos callejeros, que cada día consiguen que nos quitemos los cascos del mp3 y disfrutemos, en vivo y en directo, del auténtico ritmo de esta ciudad.

Si quieres firmar, pincha en el siguiente enlace:

http://actuable.es/peticiones/una-mordaza-mas-la-musica-nueva-ordenanza-contra-el

jueves, 24 de febrero de 2011

REAPERTURA DE BOGUI JAZZ


Hoy en El País

Chema García Martínez:

"El Bogui reabre su escenario"

miércoles, 23 de febrero de 2011

ESTA NOCHE VUELVE BOGUI JAZZ


2 años y 4 meses después… ¡VUELVE BOGUI JAZZ!
Hoy, miércoles 23 F
MARTA SANCHEZ QUARTET
Presentación de su nuevo disco "La espiral amarilla"

Marta Sánchez PIANO
Ariel Bringuez SAXO TENOR Y SOPRANO
Reineir Elizarde "el negron" CONTRABAJO
Andrés Litwin BATERÍA
Con la colaboración de Angela Cervantes
c/ Barquillo, 29
Entrada: 10 euros
Más información: http://www.boguijazz.com/

PAQUITO d´RIVERA QUE ESTÁS EN LOS CIELOS


Hoy en El País

Chema García Martínez:

"Paquito d'Rivera que estás en los cielos"

martes, 22 de febrero de 2011

CONTINENTAL LATIN JAZZ


Hoy en El País

Chema García Martínez:

"Alain Pérez abre el primer Festival de Latin Jazz"

domingo, 20 de febrero de 2011

THE GIRL FROM IPANEMA



"The Girl From Ipanema"

Astrud Gilberto & Stan Getz ("Get Yourself A College Girl", 1964)

Dedicado a Cristina

Gracias a Guillermo Bazzola

sábado, 19 de febrero de 2011

IN-FUSIONES DE JAZZ


Nuevo libro en español: In-fusiones de jazz

In-fusiones de jazz

Varios autores

Edita: arte-facto, colectivo cultura contemporánea ICAS, Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla

Las investigaciones y reflexiones sobre los cambios que se están produciendo en las culturas locales, ante el influjo de las industrias culturales transnacionales y el desarrollo de los medios y tecnologías de la comunicación, están aportando elementos críticos y conocimientos que facilitan la adaptación, creatividad e innovación de los profesionales de la cultura ante las transformaciones y demandas sociales que provocan estos cambios. El colectivo “arte-facto” ha publicado ya tres libros desde esta perspectiva y acaba de publicar el cuarto. En esta ocasión se trata de “In-fusiones de jazz”, un libro de 300 páginas que en ocho capítulos se ocupa de la transformación de la música de jazz en los últimos 60 años. El libro revisa la relación del jazz con el flamenco, con las músicas latinas, con las vanguardias de la tradición académica occidental, el jazz en manos de músicos europeos, su encuentro con la electrónica y las tecnologías digitales y, en fin, las hibridaciones que estos cruces han producido transformando un genero musical que en origen estaba asociado a un lugar, Nueva Orleans, hoy expandido y re-localizado por todo el mundo.

Aunque más que re-localizado, o además, habría que decir “re-significado”. Al fin y al cabo, como muestra el libro, la transformación del jazz ha sido el resultado de diversas re-lecturas, a través de sucesivas y diferentes generaciones de músicos y audiencias, en su difusión por diferentes territorios geográficos y culturales del planeta. El libro muy bien podría haberse subtitulado: “Apuntes para otra historia del jazz”, ya que trata de músicos y músicas que normalmente quedan fuera de las narrativas al uso o, a lo más, como notas a pie de página o exotismos en las historias del jazz norteamericano. Muy acertadamente, el principio que sustenta el libro se basa en la exploración y análisis de la música de jazz desde una doble perspectiva: como expresión del espacio cultural que la produce y como elemento de transformación de las culturas musicales que la han recibido –y en las que se inscribe. Desde esta perspectiva el libro revisa la “jazzificación” de algunas músicas y las transformaciones del jazz en su encuentro con otras muchas músicas –destacando, naturalmente, a los músicos que la han hecho posible y los contextos que han favorecido estas operaciones.

El primer capítulo, escrito por Julián Ruesga –que también coordina el libro- sirve de introducción general, focalizando el jazz en tres momentos importantes de su difusión y contacto con otros espacios culturales durante el siglo XX: la Europa de entreguerras, el Caribe de los años ’50 y la década de los ’60 en Estados Unidos. El belga Luc Delannoy, con varios libros publicados sobre el tema, se ocupa del jazz latino y la actual diáspora latinoamericana por el mundo. Luís Clemente escribe sobre el jazz-flamenco. El músico argentino Daniel Varela escribe sobre las interconexiones entre el jazz y las músicas de tradición académica occidental. Norberto Cambiasso (director de la revista Esculpiendo Milagros) escribe el capítulo dedicado al jazz en Europa y la efervescencia política en la que surgió la “improvisación libre” en los ’60-’70. Santiago Tadeo (creador de la revista digital Acidjazz Hispano) cuenta en un extenso capítulo el encuentro del jazz con la electrónica y lo digital en las últimas décadas y las nuevas sonoridades y estéticas que ha producido. Continua con una brillante reflexión general sobre el momento actual del jazz, del periodista y crítico de jazz del diario El País, Chema García Martínez. El libro se cierra con un apéndice escrito por Julián Ruesga donde reseña la bibliografía existente en castellano sobre las distintas escenas locales del jazz en Hispanoamérica.

Dos apuntes finales en apoyo del libro. Uno, subrayar como el jazz, igual que otras expresiones culturales, es un mirador privilegiado desde el que visualizar y comprender el funcionamiento de la cultura contemporánea y los nuevos modos de difusión y recepción que están creando los medios de comunicación electrónicos y digitales. El segundo, destacar que es el único libro en castellano, y uno de los pocos a nivel internacional, que se ocupa del jazz como fenómeno cultural global inscrito en los procesos de mundialización cultural que hoy constituyen a la cultura contemporánea.

Adolfo Luján

http://jazzycultura.wordpress.com/2011/01/22/nuevo-libro-en-espanol-in-fusiones-de-jazz/

miércoles, 16 de febrero de 2011

IMPROVISANDO, QUE ES GERUNDIO

Pat Thomas

Hoy en El País

Chema García Martínez:

Improvisando, que es gerundio


XV FESTIVAL DE IMPROVISACIÓN HURTA CORDEL

Jueves 17 20:00 Bendymion; 21:30 Grid Mesh + Johannes Bauer

Viernes 18 20:00 Parallax; 21:30 Vincent Courtois, Mederic Collignon

Sábado 19 20:00 Concierto/Muestra Taller Wade Matthews; 21:30 Orquesta FOCO dirigida por Ilan Volkov

Domingo 20 21:30 Orquesta FOCO dirigida por Ilan Volkov

Madrid. La Casa Encendida. Ronda de Valencia, 2. Precio: 5 €

Organiza MUSICALIBRE

[http://www.asociacionmusicalibre.com]

ESPERANZA SPALDING vs. JUSTIN BIEBER


Hoy en El País

Chema García Martínez:

El día en que la 'jazzwoman' desbancó a Justin Bieber

Esperanza Spalding, la artista revelación de los Grammy, es una contrabajista apreciada por los amantes del género

martes, 15 de febrero de 2011

ABE RÁBADE EN EL PAÍS

Hoy en El País

Chema García Martínez
:

Los músicos captamos mensajes y los liberamos con la intución


Abe Rábade Trío
Café Central (Madrid) hasta el domingo 20 de febrero

lunes, 14 de febrero de 2011

HERMETO PASCOAL EN EL DENTISTA

Hermeto e o som do dentista

Interpretando "Trem das onze" (Adoniran Barbosa) y "Cidade Maravilhosa" (André Filho)

domingo, 13 de febrero de 2011

sábado, 12 de febrero de 2011

MINGUS FRONTERIZO (2): CHARLES MINGUS & ORSON WELLES


The Mexican Connection: Charles Mingus & Orson Welles
Bassist/composer Charles Mingus was born April 22, 1922, at an Army base in Nogales, Arizona, along the Mexican border. He died less than 57 years later in Cuernavaca, Mexico. Between those two events, Mingus recorded Tijuana Moods, an album inspired by his 1957 visit to yet another Mexican locale. That same year, actor/director Orson Welles filmed Touch of Evil, the story of a police investigation into the planting of a bomb in a car as it is about to cross from Mexico into the U.S., where the vehicle's unsuspecting occupants are killed by the ensuing blast.
Touch of Evil is set in a make-believe border town called Los Robles, obviously a stand-in for Tijuana although the film was actually shot in West L.A.'s Venice district. In a 58-page preproduction memo to Universal-International Pictures, Welles declared that sound in all its aspects, including music, would be vital to the director's vision. His "intricately worked out" sequences of "closely related scenes" were "meant to be a tour de force in the rather sadly neglected dimension of the soundtrack."
Welles's soundtrack is a tour de force, alright, but mostly in the rather sadly neglected dementia of what constitutes appropriate music. For the opening sequence, as the camera roves Venice's Mexican streets, Welles wanted to evoke "passing one cabaret orchestra after another." Only the cosmopolite Orson Welles could suppose that entertainment in what he called "honky-tonk districts" would be provided by cabaret orchestras. "The special use of contrasting 'mambo-type' rhythm numbers with rock 'n' roll," Welles added, "will be developed in some detail."
Oblivious to Mexico's rich musical heritage, Welles decreed that border-town honkytonks in 1957 were hotbeds of Cuban ballroom dancing and American rock 'n' roll. Since his own exposure to Latin American culture had more to do with the grand casinos of Havana than the seedy cantinas of Tijuana, it was easier for Welles to indulge this elitist conceit than to, Dios prohibe, actually investigate Mexican music. (Revealingly, Welles onscreen portrays a corrupt police captain who's spent 30 years as a border cop yet refuses to speak Spanish and even forbids others to do so in his presence.)
Compounding matters, Universal assigned an unsuitable staff composer to score the film. Since Henry Mancini had previously provided music for such cinematic heavyweights as Abbott & Costello, Ma & Pa Kettle, and Francis the Talking Mule, the studio deemed him a natural match for Orson Welles. As insensate as Orson to Mexican traditions, Mancini's ersatz Afro-Cuban numbers are surpassed in their phoniness only by his would-be rock 'n' roll. (The specter of 1950s Hollywood studio musicians, as uniformly attired in white shirts and ties as accountants, studiously committing "rock 'n' roll" is almost too horrific to contemplate.)
So what do you get when a border-town story, shot by a cosmopolitan filmmaker in a metropolis 140 miles from the scene, is scored by an unimaginative studio-bound composer? A movie with no sense of place. For all its grubby realism (apart from the music), Touch of Evil could've been set in the back alleys of Welles's birthplace: Kenosha, Wisconsin.
It would be up to a jazzman to make a definitive artistic statement about Tijuana in the mid-'50s. And he didn't need a 58-page memo to explain it. He did so in 75 words or less. Tijuana Moods "was written during a very blue period in my life," confessed Charles Mingus. "I was minus a wife, and in flight to forget her with an expected dream in Tijuana. But not even Tijuana could satisfy. After finding myself with the sting of tequila, salt and lime in my mouth and burning my nostrils, I decided to benefit musically from this experience and set out to compose and re-create what I felt and saw around me."
Orson Welles and Charles Mingus were oversized men with oversized talents and egos to match, who never fit comfortably within their respective industries. But there the common ground ended. When they separately examined Tijuana in 1957, their contrasting vistas had less to do with the intrinsic differences between movies and music than with the engagement (or lack thereof) each man had with his subject.
By his own admission, Welles took on Touch of Evil not because he was gripped by the material, but to exercise his directorial chops. "I have to take whatever comes along for accept the alternative, which is not working." Mingus, by contrast, submersed himself in the experience of Tijuana and expressed his reactions through art, not exercise. The upshot? Whereas Welles dismissed Touch of Evil as the "sort of picture for which I can pretend to no special interest or aptitude," Mingus felt no such indifference to his own work, promoting Tijuana Moods as "the best record I ever made."
Musically, the album closes a tragic circle from Africa to the New World and back again. After monarchs Ferdinand & Isabella granted permission in 1501 to abduct blacks to Spain's Caribbean and Latin American colonies, the trade flourished until its abolition in 1886, during which time an estimated 2 million Africans had been so enslaved. Perhaps the only good that came of this evil was that African folk forms influenced Spanish music, as manifested in the Andalusian Latin/Gypsy/Moorish/Jewish polymorph called flamenco. From an unsatisfying binge around Tijuana's streets and bars, Charles Mingus brought home a hard-won hangover of his heritage and a trophy of triumphant acculturation, expressed most notably in the track "Ysabel's Table Dance." It's a stunning souvenir, and listening to it is a splendid way to celebrate Señor Carlos's birthday. But, then, who needs an excuse to enjoy Mingus?
Alan Kurtz
Publicado el 21 abril 2009 en The Jazz.Com Blog

MINGUS FRONTERIZO (1): LA GRESCA Y LOS DETALLES


La gresca y los detalles

Los músicos que trabajan a las órdenes de Charlie Mingus tienen tanta libertad que parece que, de pronto, cada uno empezara a tocar a su bola. Soplan el saxo alto y el trompetista y arremete el del trombón y aporrea el pianista, y todos se van entusiasmando con los sonidos y nos van metiendo en la vorágine de una monumental gresca. He ahí el caos, y la confusión y el delirio. Al mismo tiempo, sin embargo, la batería de Danny Richmond y el bajo de Mingus siguen manteniendo el timón, conservan el dominio sobre aquel desbarajuste y, súbitamente, las aguas que se habían desbordado vuelven a su cauce y el grupo avanza majestuoso cabalgando sobre las pautas previamente establecidas. Se producen sorprendentes cambios de ritmo, el torbellino se diluye en un fascinante remanso de paz, la furia queda embridada por la melancolía y el sosiego. Seguramente Mingus es de los músicos que mejor han traducido las fuerzas dionisiacas y apolíneas que laten en las entrañas del jazz. Y lo hizo también en un disco grabado en 1957 y del que dijo en 1962 que era el mejor de su vida: Tijuana Moods.

Mingus padecía por aquella época de amores y decidió quitarse el mal rollo yéndose unos días a México. Lo acompañó Danny Richmond. Llegó a Tijuana y, enseguida, quedó cautivado por las bandas callejeras de músicos que perseguían a los turistas para sacarles unas cuantas monedas. Bebió tequila con limón y sal, comió chile picante, el striptease de una mujer en un tugurio lo dejó embelesado. Estaba pasando una época muy jodida, y aquel viaje le dio la vida que necesitaba, sobre todo cuando fue poniéndole música a su estancia para atrapar "lo que había sentido y visto". Iba de tacos en tacos y se gastó todo el dinero que había ahorrado, y más. Luego apostó con Danny Richmond quién de los dos fue más lejos en ese endiablado círculo que incluía "tequila-vino-mujeres-canciones y baile".

Tijuana Moods no es un disco fácil: si se pone como música de fondo y no se le presta atención incluso puede apabullar. Mingus lanza a sus músicos desde el primer tema a desbordarse, y vaya si lo hacen, todo el rato se están saliendo. Hay momentos que no tienen precio, como la jondura con la que toca su saxo Shafi Hadi en Ysabel’s Table Dancer, con su aire español y sus castañuelas, o el lamento que dibuja el trombonista Jimmy Knepper en Flamingo, tan lleno de tristeza y abandono. Sí, Mingus es un experto en armar las mayores grescas (y va pegando gritos en los momentos de mayor intensidad), pero nadie es tan finísimo como él en los detalles. La última versión de Tijuana Moods viene en formato de disco compacto doble (apareció hace ya tiempo) e incluye, además de la grabación original, tomas alternativas de todos los temas. Así que se pueden escuchar las variaciones que hay entre una y otra versión y que dan una idea aproximada de la manera de trabajar de Mingus. No les decía gran cosa a sus músicos: unas cuantas pautas, y dejaba que todos se soltaran. En las notas que redactó para el disco empieza destacando el trabajo del trompetista Clarence Shaw, al que había perdido la pista y del que había oído que se dedicaba a vivir dando clases de hipnotismo. Comenta que, de haber empezado unos años antes, sería en ese momento una de las grandes estrellas de su instrumento. En medio de un solo se detenía, explica, separaba su trompeta de la boca para soplar y limpiar su embocadura, y luego seguía adelante. Mingus pensó al principio que lo hacía para hacerse el chistoso. Hasta que oyó el minúsculo efecto que aquel soplido de puro aire introducía en su solo, y quedó deslumbrado. Esos detalles, esas cosas minúsculas, esas bagatelas. Todo eso importa en la música de Mingus.

"Viviría para disfrutar de la vida, no para dar lecciones ni para predicar", cuenta en Menos que un perro (traducción de Francisco Toledo Isaac; Mondadori, 2000), sus memorias, cuando le preguntan qué haría si pudiera empezar de nuevo. "No creería en rollos como 'el amor' y no me liaría con ninguna mujer que hablara de eso… cualquier mujer que me acompañara tendría que admitir que lo que ama es el dinero. Interpretaría música por afición y solo para mis amigos íntimos del clan sin raza. Estudiaría bajo por gusto, no entraría en competiciones comerciales. Podría incluso ser yonqui si mi cuenta bancaria me lo permitiese y me diera por ahí. Eso es lo que haría si pudiera vivir mi vida de nuevo". La persona que le ha hecho la pregunta es Judy, con la que Mingus se casó y tuvo sus dos hijos menores. Ella se ríe y no cree ni una palabra de lo que le dice.

José Andrés Rojo

Publicado el 07 febrero 2011 en http://blogs.elpais.com/el_rincon_del_distraido

martes, 8 de febrero de 2011

19 CICLO JAZZ ES PRIMAVERA

ASOCIACIÓN CULTURAL DESDE 1970

www.sanjuanevangelista.org

19º CICLO DE JAZZ ES PRIMAVERA 2011

“La universalidad del jazz fuente de renovación y futuro”

PROGRAMA

- Domingo 27 de febrero – 19:30 h. – 15€

ROBERTA GAMBARINI (Italia). Por primera vez en Madrid.

Roberta Gambarini, voz; Dee Jay Foster, contrabajo; Ramón Prats, batería; José Carra, piano.

- Sábado 5 de marzo – 21:00 h. – 18€

Programa doble:

1.- AKI TAKASE, piano; LOUIS SCLAVIS, clarinete bajo; CARLOS ZINGARO, violín; VINCENT COURTOIS, violonchelo. Presentan “La Planète Quartet”

2.- LIONEL LOUEKE TRIO (Africa) Presenta Mwaliko. Por primera vez en Madrid. Lionel Loueke, guitarra y voz; Mássimo Biolcati, bajo, Ferenc Nemeth, percusión.

- Viernes 18 de marzo – 21:00 h. - 15€

Programa doble:

1.- CECILIA KRULL QUINTET (España)

Cecilia Krull, voz; Richard Krull, piano; Rafael Pérez, guitarra; Miguel Salís, contrabajo; Jorge Santana, batería.

2.- TARBABY (EE.UU.). Por primera vez en Madrid.

Oliver Lake, saxo; Ambrose Akinmusire, trompeta; Orrin Evans, piano; Eric Revis, contrabajo; Nasheet Waits, batería.

- Viernes 25 de marzo - 21:00 h. – 15€

Programa doble:

1.- VIJAY IYER. Piano solo. (EE.UU.)

2.- JUAN CAMACHO QUINTETO (España)

Juan Camacho, guitarra eléctrica; Alex Cid, saxo tenor; Teo Gómez, piano y teclados; Arturo Mora, bajo eléctrico y contrabajo; Carlos Franco, batería.

- Domingo 27 de marzo – 19:30 h. – 18€

TROMBONE SHORTY QUINTET (EE.UU.). Por primera vez en madrid.

(Miembro del Hall of Fame de Nueva Orleans). Troy “Trombone Shorty” Andrews, trombón, trompeta y voz; Michael Ballard, bajo; Pete Murano, guitarra; Joey Peebles, percusiones; Tim McFatter, saxo tenor.

VENTA ANTICIPADA: En todos los centros de El Corte Inglés - Tel.: 902 400 222

Internet: www.elcorteingles.es

PATROCINA: EL Corte Inglés

COLABORAN: Eurojazz 2011, Ellas Crean y Blue Note

COLEGIO MAYOR UNIVERSITARIO SAN JUAN EVANGELISTA

Avda. Gregorio del Amo, 4, 28040 - MADRID Teléfono 915 34 24 00 Fax 915 36 03 21

www.sanjuanevangelista.org

iFELICIDADES, MAESTRO!


'cinco minutos de jazz'

45 anos de emissões
o programa mais antigo na Rádio portuguesa
a Rádio existe em Portugal há 75 anos

desde 21 fevereiro 1966
de segunda a sexta
(apenas suspenso no PREC pós 25 abril 74)

desde 1993 na RTP antena 1 às 03h50 e 21h50

lunes, 7 de febrero de 2011

ADIÓS A CUADERNOS DE JAZZ


... la desaparición de “Cuadernos” en papel. Una pena para todos los jazzistas del mundo hispano.


Cuadernos de Jazz represenrta -siempre en presente- una referencia imprescindible cuando de buen periodismo especializado se hable. Quizás sea poco modesto al escribir así porque durante un tiempo contribuí en algo, desde Cuba, a que se conociera un poco más de lo que se hace en este país en ese ámbito. Pero lo cierto es que fui de los que quedó atrapado desde el primr número -que me enviara un colega y amigo acreditado en España- por su excelencia en la presentación, diversidad y profundidad de temas y una amplia miirada a ese vasto mundo llamado jazz. Lamento su desaparición en papel y aplaudo la perseverancia de sus fundadores en continuar el empeño digitalmente. Me continuarán contando como un fiel lector y siempre dispuesto colaborador.


José dos Santos

Vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba

viernes, 4 de febrero de 2011

EL CRITICO MUSICAL, UNA ESPECIE EN EXTINCIÓN (2)


La música popular suele basar su éxito en reutilizar y revender la misma moto, haciéndonos creer que nos encontramos delante de una nueva tendencia, que los empresarios ya se han apresurado en aclararar que sale de lo que aceptamos como cultura de masas. Como ya decía Adorno en ‘El Cine Y La Música’ "son un par de trusts que se reparten el mercado y que lo gobiernan a pesar de que fingen obedecerlo atemorizados".

La calidad musical no suele ser en estos géneros el pilar fundamental de una crítica, tal como se hace con la música clásica, quizás porque no se le puede sacar tanto el jugo, y el crítico se limita más bien a informar de detalles efímeros como el vestuario, el atractivo sexual, la espectacularidad, si marca o no tendencias, cuando en realidad son factores accesorios más propios del mundo de la moda que de la música.

Aunque se acepta que la aportación de la música popular en la história de la música suele ser nula, hay excepciones (como el hecho de ver una exposición de John Lennon en la Cité de la Musique de Paris que nos animan a pensar que las críticas deberían hacerse igualmente desde el punto de vista "clásico", es decir, puramente musical, olvidando géneros, mitos, incluso las letras, para centrarse en qué hay realmente de "música" detrás de un producto que se vende, y crear una verdadera pirámide de calidad más allá de la estética y los gustos subjetivos de cada uno.

La idea de pirámide de Kandinsky, en cuyo vértice superior se situaba la música no comprensible (el arte supremo) fue un concepto tan genial como peligroso, porque si bien coincidía en muchos casos haciendo honor a grandes compositores, favoreció también la proliferación de individuos que se han beneficiado de esta idea ("si no lo entiendo, debe ser arte") para justificar la ausencia de talento. Y son precisamente estos personajes los que después acostumbran a despreciar la buena música comercial.

Basar la crítica en la valoración estética y mercantil por encima de los elementos más objetivos ha dado argumentos a aquellos que habían rechazado esa música desde un principio, metiendo por defecto la de más calidad en el mismo saco que el resto.

Como consecuencia, este hecho ha generado varias corrientes contraculturales que intentan reaccionar a la música que tiene el comercio como única finalidad. Pero atención: no porque una música sea alternativa implica que sea mejor que una que se vende a la gran masa. Todo forma parte del mismo juego de tendencias, solo que unas son más cools que las otras. Y seguimos olvidándonos del análisis musical.

Además, el hecho que mover masas, crear tendencias, estéticas, ya sea mediante videoclips, diseño, o películas, sean factores económicos tan poderosos, hace que la música termine siendo un medio de transmisión y control cultural, un escaparate.

Por esta razón es muy importante en una sociedad como la nuestra, dónde la música forma parte de nuestras vidas casi las veinticuatro horas del día, que alguien nos dé las pautas para saber escuchar y tener criterio. Y quien mejor que el crítico para hacerlo.

¿Cómo debería, pues, hacerse la crítica?

Se debería intentar un análisis riguroso y objetivo, centrado en la originalidad armónica, la producción u otros factores técnicos. Es evidente que un buen compositor clásico requiere una formación más sólida que uno de blues, pero el proceso analítico debería ser común en todos los niveles.

Los conocimientos de música que se imparten en las escuelas son nefastos. En general es una de las disciplinas dónde nadie se moja. Todo el mundo tiene una u otra opinión sobre arquitectura o pintura, pero por costumbre las opiniones musicales del público en general van precedidas siempre por un "yo no sé de música". Esta mezcla de miedo-respeto-adoración genera mitos que hacen que nadie opine con criterio y al mismo tiempo que cualquier adolescente (y no tan adolescente) sin formación musical ya crea sentir el glamour cuando se cuelga una guitarra al cuello.

Un tipo de crítica pedagógica dejaría al descubierto la audio-basura de forma análoga como se está haciendo en el mundo audiovisual. El factor "calidad" pasaría a ser un valor superior al "comercial" o "estético". El mínimo común denominador incrementaría dejando fuera de juego todo lo que musicalmente no cumpliera unos requisitos. Se crearían tendencias basadas en la calidad y en un primera fase se simplificaría la música en dos categorías: la buena y la mala.

Aunque la música es un vehículo de aceptación social o de reivindicación de ideas, la crítica debería ser capaz de ofrecer las herramientas para adiestrar el oído de forma objetiva y estructural, aportando datos tangibles que contribuyesen en la educación del oiente más allá de la vanidad exhibicionista del crítico.

A pesar de que la música continúe quedando en segundo plano, estaríamos ayudando a formar un público con más criterio.


"Stereotips" (Ferran Cruixent, Joan Carles Martorell, Xavier Julià)

http://www.stereotips.com/spip.php?article15