viernes, 26 de septiembre de 2014
viernes, 15 de marzo de 2013
Dedicado a Miriam
viernes, 27 de enero de 2012
ANTONIO SERRANO & FEDERICO LECHNER

La relación entre el jazz y los lingüinis
Seguro que la recuerdan. “La extraña pareja”, con Jack Lemmon y Walter Matthau compartiendo apartamento y un plato de espaguetis que resultan ser lingüinis (y, por azares del guión, terminan estampados contra la pared de la cocina). Acaso el espectador de escasa cultura cinéfila la noche del martes, pudo extrañarse ante el grito del pianista: “!son lingüinis!”. Que Lechner y Serrano –pareja de hecho- hayan incorporado a su repertorio la melodía del film, obra de Neal Hefti, habla del buen gusto de ambos. No conozco ninguna otra versión del tema, ni en jazz ni en ningún otro género. Y no sólo esa: también tocan un “Barrio Sésamo” con aires de blues tabernario, y una “Donna Lee” que, en realidad, es “El barco de Chanquete”, sólo que disfrazado, o eso dice Antonio Serrano (él sabrá porqué). Y más: hay un “Giant Steps” abrasileñado y una “Lista de Schindler” (por seguir con lo cinematográfico) tristísimo/a. Y un “I fall in love too easily”, sencillamente, hermoso.
Menudos piezas, éstos dos. Serrano que, a fuerza de insistir en colgarle el título de “mejor armonicista sobre el planeta”, hasta es posible que lo sea. Quien haya escuchado a Paco de Lucía en alguna de sus últimas apariciones en público, puede dar fe: Serrano se “come” literalmente a sus compañeros de escenario. Y qué decir de Federico Lechner. Hace tiempo que el argentino, residente en nuestra ciudad, habita el lugar inaccesible para el resto de los mortales que se reserva a los maestros del instrumento. Un lugar situado más allá del bien y del mal. Lechner lo toca todo, y todo lo toca bien, o mejor. Además canta por lo bajinis mientras toca, signo de buen jazzista.
Entonces, que juntar a estos dos, y dejarles hacer, es cosa que no ocurre todos los días, y debe celebrar el aficionado acudiendo en masa al Central a escucharles. Hasta el próximo domingo (incluido).
Chema García Martínez