One man show
(Recuerdos de Antonio Serrano en Bogui Jazz)
Es un fenómeno que se viene repitiendo. El personal acude a
escuchar a Paco de Lucía tocar la guitarra y, a quien escucha, es a Antonio
Serrano. “El mejor armonicista de jazz del mundo”, según algunos, que puede que sí. El
más modesto, sin duda. Al madrileño le llueven los elogios y él, como quien oye
llover. Pero así es Antonio, un colega. Hace unos años, un manager le convenció
para contar su vida sobre un escenario y ni se lo pensó. Pues vale, pues me
alegro.
Sale Antonio a escena con su aire de “pasaba por aquí”, el
teclado electrónico al frente, otro “desenchufado” un poco más allá, la mesita
cubierta de armónicas de diferentes tamaños y apariencias, de donde el nombre
del espectáculo. “Harmonious” inaugura la tradición del monólogo en el jazz, y es
cosa ésta que merece ser tenida en cuenta, por no mencionar el ahorro en
cachets que algo así supone en tiempos como los actuales. Antonio nos cuenta su
vida, cómo recibió la llamada de Paco mientras conducía por Sevilla, y el
consiguiente susto que a punto estuvo de causarle un disgusto; luego interpreta
la “Alegría” que le tocó al maestro para convencerle de que no se había
equivocado. Saca a Ñaco Goñi a sacudir los fantasmas de los viejos bluesmen, y le toca a Chopin a dos
manos, una en las teclas, la otra en la armónica; explica como compone su
música, por “capas”, le guiña el ojo a la de la primera fila, y hasta tiene un
momento para la música de cine, con “Cinema Paradiso”.
Hay en su espectáculo humor y ternura; desparpajo y
espontaneidad, que se note que el artista es músico de jazz. Su club de fans,
que llena la sala Bogui Jazz, le aplaude a rabiar. Antonio consigue callarles
cuando se desbocan. Un club de jazz en silencio. Lo nunca visto.
Termina la cosa con
el protagonista de la velada arrancándose por “Georgia on my mind”, que funde con
“What a wonderfull World”, ya saben, la cancioncita que graznaba Louis
Armstrong para convencernos de que la vida vale la pena, y hay a quien se le
cae la lagrimita. Se lo perdonaremos.
Chema García Martínez
Dedicado a Miriam
Dedicado a Miriam
Antonio Serrando, además de bella persona, es un crack que hace salir de la harmónica sonidos que parecen imposibles, y que me hace recordar a Toot Thielemans cuando le escucho, ¡sí señor!
ResponderEliminarY además es un pianista estupendo. No sé si lo sabes, pero Toots le adora, me consta que es así porque me lo ha dicho él mismo, aunque últimamente se le va bastante la cabeza. Recuerdo que se lo mencioné a Antonio y casi se cae de culo, con perdón. !No se lo podía creer!.
ResponderEliminarNo tenía el gusto, te agradezco me lo hayas presentado. Un auténtico crack
ResponderEliminarEscuchar a Antonio Serrano es un deber... y un placer. Me lo agradecerás.
ResponderEliminarDeseé estar ahí, pero no pudo ser. Así que muchas gracias por partida doble.
ResponderEliminarMirian.
Un placer, Mirian.
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