"Free jazz", libertad incondicional. El disco que revolucionó el género cumple medio siglo sin perder su vigencia
"Británicos, pero menos". El grupo inglés Portico Quartet inaugura en el San Juan Evangelista el Festival Eurojazz 2010, dedicado a la presidencia española de la Unión Europea
Pat Metheny. The Orchestrion Tour. Teatro Circo Price (Madrid), 18 de febrero.
En los mentideros jazzísticos no se habla de otra cosa. El "orquestrión" de Pat Metheny. Que si se trata de un robot multifunción, que si una orquesta sin músicos ni director, que si vaya Vd. a saber. "Dejemos que la música hable por sí misma", insiste el guitarrista, para luego explicar que se trata de un engendro inspirado en los pianos mecánicos de principios de Siglo XX y convenientemente actualizado gracias a la tecnología de vanguardia. El producto del trabajo coordinado de un equipo de científicos altamente cualificado. Luego llega el disco y uno sigue sin aclararse. "Orchestrion", el disco, podría pasar por uno más de Metheny, sino fuera porque él es el único ser humano implicado en el mismo, y todo lo que suena que no es él, son máquinas accionadas a su voluntad. ¿Y dónde está el chiste?. Para explicarlo se vino el padre del invento desde las Américas con sus guitarras y una orquesta singular situada a sus espaldas, compuesta por diversos instrumentos de percusión suspendidos en un andamio, un piano de cola, 2 vibráfonos y un número de objetos no identificables desde la distancia en que este cronista se hallaba situado, amén de un bonito juego de lucecitas de colores que no sé yo si venían demasiado al caso, pero bonitas, un rato. Músicos, lo que se entiende por tales, solo uno. El propio Metheny. Imagínese el lector un circo de autómatas musicales: lo mismo. Pianos cuyas teclas se mueven por sí solas. Bombos que resuenan sin que nadie los percuta. Por lo que uno pudo colegir, todo aquel arsenal era accionado de algún modo por el protagonista de la velada. Ahora bien, si me lo preguntan, confesaré que ignoro por completo el modo en que funcionaba el invento y hasta hubo quien opinó que todo aquello era un puro cuento, o un puro "playback", y por qué no. Dicho de otro modo: Metheny hizo lo suyo, que es tocar la guitarra, y el "orchestrion" parecía evolucionar por su cuenta de forma perfectamente coordinada, supliendo lo que, en otras circunstancias hubiera sido una sección orquestal de carne y hueso. Lo que tiene su gracia, hasta cierto punto. 2 horas y pico de "orquestrión" son muchas, demasiadas, y allá no hay Metheny que valga. Y es que servidor no le pilló el punto al asunto. Todo este invento para llegar al mismo sitio. La música de Metheny con "orquestrión" suena como la música de Metheny sin "orquestrión", acaso mejor "sin" que "con". Y eso es lo que, finalmente, cuenta, la música. Resumiendo: Metheny interpretó los temas de su último disco, llamado como el susodicho artilugio, y todo lo demás importa más bien poco. Se ha dado el gusto de tocar con una orquesta mecánica. Felicidades. La próxima, por favor, con intérpretes de carne, hueso... y corazón.
encontrarse perderse encontrarse en el laberinto del oído
una noche se ilumina la pista del circo
la pista circular que reúne a los contrarios
(exterior es la llamada del río el vacío saltar)
qué desfiles fantasmales qué love cries
y ahí sale el artista de la sierra musical
se cimbrea muerde con brillo de dientes
una lámina vibrante y delgada junto a él: john tchicai
suena la llamada clara y distinta: don cherry
y el otro suspendido en su alambre: era bobby few
nombres ahora que tiemblan en el dial
el dial de las melodías errantes con sus correspondencias (en las fiestas de mi aldea cantaron los fantasmas y de nuestros saxofones salióun himno que no existe)
las canciones nómadas: un canto chipewa
canción de la pausa del tambor
cuando hago una pausa
el tambor de la aldea
el zumbador de las antillas el valsecito aquel
bailado en el baile de los vampiros: clavecín y serpentón
a la pista sale también un niño va con su padre tocando en un funeral
vibra todo él como vibró una mañana de verano en el tubo de bechet
y se oyen grandes risas: son los otros dioses paternales
en el candombe del culto
pero los fantasmas sangran señalan con el dedo dicen:
mira, hay signos en el cielo
chupa el caramelo que te dio la bruja
hay jinetes allá arriba en ese cielo que sólo ves tú
nosotros sangramos
mientras desciende el holy spirit
con lengua de fuego las mandíbulas muy apretadas
una caña de metal que te vibra en la boca
turbulencias turbinas de la memoria
we play peace-gritas
¿qué paz gritamos nosotros con la furia construida por tu ejemplo
y somos ahora los que gritamos más fuerte? (pero no da el mismo grito el argentino barbieri que el hombre de arkansas llamado sanders)
continuo fluye ahí algo y de pronto
un salto (no lejos fluía gilmore, con su rectitud personal, improvisando sobre poinciana, vigilado por los atriles de los vanguardistas; pero él estaba en su casa, en su arkestra)
aquel funeral del padre el hijo el espíritu santo descendido
no es el mismo en la pradera del baile de mi aldea(la forma no puede ser más que una extensión del contenido, escribió el poeta creeley)
no es y es
porque todo está en todo y en la boca grande
se convulsiona la belleza y la verdad está en marcha
pentecostés mariachi canción de ronda
exterior es la llamada del río el vacío saltar
antes hubo voces llamadas personales que él oyó
venían de la tele reaccionó pulsó un gesto suyo
estampó el saxo contra la pantalla
sigue el desfile de los artistas
en la pista dan vueltas en redondo (así hizo monk, así hizo sun ra)
y aquí seguimos nosotros remendando una red
como si pudiéramos de pronto
oír aquel sonido en la procesión de los vivientes
el carnaval o el otro más siniestro
(semana santa de sevilla o de mi aldea chipewa)
en esa charanga quisiera yo desfilar
de la mano del reidor ju-ju
por ahí anda suelto y saltarín
turbulencias turbinas la forma el contenido
de la mano a él le lleva sulírica mary maría
la belleza mecida en los huesos de las rodillas
injuriada reconciliada mestiza
ahora flota un cuerpo en las aguas mecido por las corrientes (5 de noviembre de 1970 –recordatorio- un cuerpo de edad indefinida –35 años- hinchado por los gases de la vida orgánica)
suena allá arriba una tríada mayor
por su virtud simple podría descender la navidad a la tierra
(C´est la vision des nombres. Nous allons à l´Esprit. C´est très certain, c´est l´oracle, ce que je dis. Je comprens, et ne sachant m´exprimer sans paroles païennes, je voudrais me taire, escribió el poeta rimbaud)
my name is albert ayler my name is
Ildefonso Rodriguez, saxofonista alto, tenor, clarinetista bajo y escritor
con el eterno agradecimiento del autor de este blog
Keith Tippett: "quiero que el oyente pierda la noción del tiempo con mi música"
Yo estaba allí cuando surgió todo, la primera generación de improvisadores, con Peter Brötzmann, Han Bennink, Misha Mengelberg, Alex Von Schlippenbach, Derek Bailey, Tony Oxley, Evan Parker… otros muchos estaban ahí porque no podían tocar bien, y también había una ideología. Hoy, la música improvisada está dominada por un “mainstream” comparable al que puedes encontrar en otros géneros. Al final, la mayoría de lo que escuchas suena muy parecido.
(Keith Tippett)
Orquesta FOCO dirigida por Keith Tippett. Sábado 13 y domingo 14, 21.30 h. Auditorio de La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2). Precio: 3€.