Buddy Guy ejerció su magisterio en Vitoria
El festival de Jazz acogió al legendario “bluesman”
Decía el maestro Tete Montoliu que el blues es al jazz, lo que los huevos a la tortilla de patatas. La base, el fundamento. Será por eso que en los festivales de jazz nunca falta la apelación a un género que nació con el jazz y sigue vivo gracias a tipos como Buddy Guy. Su recital del miércoles fue el más entretenido de los celebrados hasta ahora en la 34 edición del Festival de Jazz de Vitoria, y el más instructivo; ¡hay que ver lo que se aprende escuchando al septuagenario astro del blues!. En su faceta de imitador de estrellas no tiene precio. Guy los toca a todos. A quienes fueron sus maestros del instrumento –la guitarra- y a quienes sus discípulos. Pasa de B. B. King a Albert King; de John Lee Hooker – tremendo su “Boom boom”- a Muddy Waters; de Willie Dixon –“Make love to you”- a “su amigo” Eric Clapton –“Strange Brew”-. Semejante repaso a paso ligero por la historia de la guitarra de blues terminó con Jimi Hendrix quien, es sabido, tenía un retrato del protagonista de la noche en lugar preferente del “living room”. Fiel al estilo de su psicodélico discípulo, Guy tocó la guitarra del derecho y del revés, con los dientes y con una toalla, golpeándola sin piedad. Sólo le faltó prenderla fuego, sino fuera porque no están los tiempos para tamaño dispendio.
Antes de terminar, cumplió con la ancestral costumbre entre los músicos de blues de bajar al ruedo y hacerse uno con la muchedumbre, para regocijo de los dueños de teléfonos móviles con cámara de fotos incorporada. Uno recuerda a Albert Collins haciendo lo propio en este mismo escenario, ayudado por una bobina con cable suficiente como para dar la vuelta a la capital alavesa y vuelta. A Guy le bastó una guitarra “desenchufada” y un par de “seguratas” encargados de contener al respetable, no fuera que a alguno se le fuera la mano.
Una mención para el también guitarrista Larry Carlton, quien abrió la velada tocándolo todo –blues, “funky”, “bossa”…- y bien, como se le supone al aplicado músico de sesión que es; y Jacques Schwarz-Bart, saxofonista de moda, en cuya música se entremezclan el jazz y los ritmos gwo-ka de su Guadalupe natal. De ambas intervenciones apenas quedó un vago recuerdo. Y es que Guy se los merendó a los dos. Con patatas.
The Larry Carlton Trio, Buddy Guy. Pabellón de Mendizorrotza, 14 julio 2010