lunes, 20 de febrero de 2012


"Coleman Hawkins o los renglones torcidos de Dios"

2 comentarios:

  1. Olvidarse de Hawkins es como olvidarse de la vez que se vio volar a un halcón. A mí recientemente me ha recordado John Chilton y he subido al ático y no me he encontardo con viejos discos sino con una vieja película: Stormy Weather. Qué gran saxofonista era Coleman y qué mal actor. Cuántas lengūetas de caña apretadas contra esos labios. Ahora que lo escucho, me aprietan los labios de mi madre.

    Me ha gustado mucho el texto, Chema. Eskerrik asko!

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  2. El problema no es Coleman Hawkins sino todos los gigantes del jazz a los que hemos olvidado, pero esto es lo que hay. Menos mal que nos quedan los discos, y las películas, aunque HAwkins fuera un mal actor, como bien dices. Me gusta tu imagen de los labios maternos. Eskerrik asko, querida.

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