viernes, 2 de noviembre de 2012




López

Conozco a Javier López de Guereña de cuando trataba de pasar por músico de jazz, y todo lo que ha venido después. Sé de pocas personas que se tomen su trabajo tan en serio como él.

El trabajo de Javier es la Música con mayúsculas, aunque él se empeñe en escribirla con minúsculas, como queriendo pasar desapercibido. Javier escribe Música, la interpreta, la piensa. No hay muchos que entiendan la Música en toda su dimensión como él. Esa Música que queda entre las notas, alrededor de ellas. De eso habla su Música. Única, inclasificable.

De alguien como Javier López de Guereña sólo cabe esperar una obra como ésta. Un “Concierto para violoncello y orquesta” que es mucho más que un simple concierto para cello, si es que algo así puede ser simple. Si me lo preguntan, este concierto del que me gusta todo menos su nombre, es una sinfonía de colores y texturas, de encuentros y desencuentros (no en el sentido musical o científico del término). Es un lienzo y es pintura. Es todo a un tiempo.

En la Música con mayúsculas de JLG pasan cosas. Acaso sea este su signo distintivo más notable, junto a su eclecticismo. Resulta desconcertante la naturalidad con que su autor recoge las distintas corrientes estéticas contradictorias entre sí y las incorpora a su obra.

Luego que la Música de JLG es inteligible, lo que no es malo de suyo. Es descarada, cuando quiere, y sorprendente, casi siempre. Está poblada de sonidos que uno no espera y nos ponen en guardia: queremos saber qué va a suceder a continuación, “necesitamos” saberlo. Terminamos por sentirnos juguetes en las manos del compositor, como personajes de una trama argumental de la que, queramos o no, formamos parte.

Hay en este “Concierto para violoncello y orquesta” un primer largo movimiento deslumbrante, y uno que viene a continuación breve e inquietante, y algo que empieza pareciéndose a una apoteosis final y termina en un “continuará”. Pero así es Javier López de Guereña y así es su Música. Con mayúsculas.

Chema García Martínez
(A propósito del “Concierto para violoncello y orquesta” de Javier López de Guereña, pendiente de estreno).


Javier López de Guereña & Virimá. 
Hasta el domingo 4 de noviembre.
Madrid, Café Central. Plaza del Ángel, 10
21.00 h.
Entrada: 13 €

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