domingo, 29 de septiembre de 2013

Cuadernos de Jazz

 
 
El viaje de Marie
 
por Chema García Martínez
 


9 comentarios:

  1. Estupendo artículo, con el que no me queda más remedio que estar total y absolutamente de acuerdo. Por cierto, de todos los santos mencionados, aunque sólo sea por la armonía, me quedo sin duda alguna con San Charlieparker.
    Un abrazo y gracias por escribir cosas como ésta.

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  2. Pongamos una vela a nuestro santo favorito.
    Un fuerte abrazo, amigo Gatopardo.

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  3. Hola.
    Siento contradeciros en cuanto a santificar al Sr. Charlie Parker, no era un santo, mas bien todo lo contrario, pero, sí se le puede aplicar a John Coltrane (el pasado 23 hubiera cumplido 87 años), que ya está en los altares, con iglesia propia y su obra se significa de una manera poderosa y espiritual. Merece estar en el cielo a la diestra de Duke Ellington.
    En cuanto al artículo, resulta triste que los traficantes de esclavos (monarquías, familias de apellido compuesto y grandes abolengos...) sigan disfrutando de privilegios y no sean juzgados o puestos en entredicho ante la opinión pública mundial. Es una verguenza. Quién promovió el apartheid? A donde fueron siempre los diamantes, sean de sangre o "legales"? Valió la pena la masacre ejecutada en la tierra que luego llamaron América? Qué coño está pasando, para que todo siga igual de mal?
    Dejemos de mirarnos el ombligo y seamos claros. Ya está bien !! Qué tal el libro sobre Tavistock?

    Salúd. Ana Coreta

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  4. Hola Ana.
    Permíteme que te lo diga, pero no estoy en absoluto de acuerdo con los que dices sobre Charlie Parker. Si ha habido un santo en la historia del jazz, ese fue Parker, por encima de la imagen que se ofrece habitualmente de él y yo traté de desmontar en un texto que publiqué en Cuadernos de Jazz hace muchos años, fruto de un largo trabajo de investigación de muchos años a partir del testimonio de quienes le trataron y que, entonces, seguían vivos. He dicho "desmontar" y quizá no sea esa la palabra. Se trata más bien de contemplar los mismos hechos desde una perspectiva diferente a la que prima en las biografías de Parker, tan llenas de moralina, tan cargadas de tópicos y lugares comunes que son un verdadero insulto a la inteligencia... por si te interesa, el susodicho texto lleva por título "El verdadero amor de Charlie Parker" y, curiosamente, fue el primer número de la revista en agotarse. Todo lo cual no va en contradicción con el derecho inalienable de Ellington y Coltrane a la "santidad", y no sólo ellos.
    En lo otro tienes toda la razón, solo que esta vez me interesó más subrayar la generosidad de quienes sufren esta situación sangrante a juzgar a quienes la promueven. Esos se juzgan por sí solos.
    Tavistock sigue esperando
    Un fuerte abrazo.
    Chema

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  5. Vale. El verdadero amor de Bird, además de la música, las mujeres y comer bien, era el caballo, muy normal en aquella época entre los músicos, no le culpo, ni le juzgo, fue un hecho, más que contrastado. Tengamos en cuenta que era una persona con un desequilibrio emocional tremendo y que tocaba como los ángeles cuando estaba "bien". He conocido a algunos yonquies, y cuando están de mono, no respetan ni a su madre y cuando están puestos, pues están en la nube. Es así.
    Buscaré el artículo que dices y si quieres lo comentamos. Esto lo estoy escribiendo mañana. Ana Coreta

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. No te molestes en buscarlo porque no lo vas a encontrar (acabo de caer en la cuenta, perdona). Sin embargo, estoy trabajando en una nueva edición del mismo "corregido y aumentado", que incluiré en un libro que tengo comprometido. Espero tenerlo listo para primeros del 2014.
    En cuanto a tu experiencia con los yonkies, te diré que yo también conozco el paño, demasiado, seguramente. Demasiados amigos se han quedado en el camino por causa del caballo... pero esta es otra historia. Y claro que Parker era un drogadicto, pero era mucho más que eso, y no me refiero sólo a sus dotes musicales. ¿Desequilibrado?: no creo. Max Roach negaba tajantemente ese extremo, y como él, otros muchos; de hecho se enfadaba enormemente cuando escuchaba decir semejante cosa. Y si ha habido un ser inteligente y perspicaz en la historia del jazz, ese es Max Roach, me parece.
    Me encanta cómo terminas tu comentario. Chapeau.

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  8. Lecciones que se aprenden de los grandes, persiguiendo lo sublime.
    No discuto la opinión de Max, ni que Charlie fuera un ser excepcional. Está mal hablar de los muertos y más cuando has compartido momentos maravillosos con ellos, pero, estarás de acuerdo conmigo en que nadie es, ni será perfecto.
    Tal vez, la persona que mejor podría ilustrarnos acerca de este debate, es Chan Parker, viuda y creo que actual pareja de Phil
    Woods. Hay un poema fantástico de Gregory Corso, titulado: Réquien por "Bird" Parker. Lo conoces?
    Lo que está claro que era genio y figura. Seguirá iluminando con la estela de su obra a la actual y futuras generaciones de
    músicos y amantes de la buena música. Bird LIVE !!
    Ana Coreta

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  9. Conozco el poema, y es muy emotivo. La perfección ni existe ni es deseable (en el jazz). Bird lives.

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