Ya lo veis. "Jazz y otras hierbas" está de estreno. Nuevo diseño, las mismas ganas de seguir dándole vueltas a las cosas que hacen que la vida merezca la pena.
Quiero dar las gracias a mi hija Sara, autora del nuevo diseño, y a su madre, Coral, que lo fue del anterior. A JoachimKühn, por prestarme su imagen; y a Luz Elez, buena amiga, que me regaló la Pentax Optio 60 con la que hice la foto que encabeza el nuevo blog; y a todos quienes han dado vida al blog con sus comentarios.
A todos: gracias de corazón.
Chema
PD: en fechas sucesivas, y en la medida en que el tiempo y el nacimiento de mi primera nieta me lo permitan, iré adaptando los textos ya publicados al nuevo formato.
domingo, 27 de diciembre de 2009
AÑO NUEVO, BLOG NUEVO
sábado, 26 de diciembre de 2009
jueves, 24 de diciembre de 2009
En torno a lo que es y lo que no es el jazz. Carta de Ildefonso Rodríguez
Amigo Chema:
Actualidad (narrada por ti) y calendas se juntan para la ocasión de enviarte este mail:
Pues yo también tengo opinión sobre los donceles de Sigüenza. Pero antes, opiniones ajenas: me escriben amigos: Uno pone:"¡Lo vi ayer! Sólo falta la SGAE, en plan ópera de Kurt Weil, poniendoorden ("A ver, ¿como se tarifa esto?")".
Y otro: "Pero esto ya no tiene coña, tuvo que entrar en la historia el papa Benedicto del jazz. El petardo de W.Marsalis. Jesucristo expulsó a los mercaderes del templo. Después de que lo mataran, los mercaderes compraron el templo con todo el atrezzo, y ahora dicen que son los sucesores de Cristo.
La vieja historia de los usurpadores, la melenita de Aznar, las manis del PP.
Me bajé un vídeo de los Messengers. Venían dos fragmentos de dos conciertos, primero la formación con los Marsalis bros, y después ese que tienes tú grabado, en blanco y negro, con los jóvenes yonkis Lee Morgan y John Gilmore. Es impresionante verlos así seguidos, queda el susodicho en pelota picada, su verborrea sin contenido, su petardeo de pijo, en contraste con el genio y la profundidad de Lee Morgan (cada vez me gusta más). Miles dijo de Wynton, más o menos, que era una mierda de músico. Esto lo dejó traumatizado, tan sobradito andaba, así que abandonó la "vanguardia" y se montó la iglesia del jazz. Ahora tiene que cagarla entrando en la historia bizarra del jazzista denunciado, por supuesto para ponerse él de ejemplo de jazz verdadero. No le importa darle la vara al denunciante, que seguro que es un pobre hombre con un trastorno bipolar (ojalá que fuese un bromista), que si da con el, y cumple la amenaza de darle todos sus discos, va a conseguir que el tipo se suicide a pesar de la medicación.No me extrañaría que se sigan sumando episodios a esta película. A ver lo que da de si".
(Cito por extenso: ambos amigos son excelentes músicos y pensadores).
¿Qué opino yo? Es una vieja historia de exclusión: Entartete Kunst, el Arte Degenerado (véase en el adjunto el cartel diseñado por la factoría Goebbels). Desde ahí debería plantearse el debate, un debate que deja sin trabajo a ciertos músicos (mi amiga la saxofonista Chefa Alonso recibió el siguiente dictamen por parte de un dueño de "Club de Jazz" madrileño, cuando solicitó trabajo para su grupo Akafree. "No es una música adecuada para nuestro público").
Qué pena no haber podido incluir este cuento (de miedo) en mi libro "El jazz en la boca". Lo haré en la segunda edición, corregida y aumentada.
Ahora un anuncio, a todos lo medios de difusión: Yo le regalo a don Wynton toda mi discografía de freejazz si es capaz de aguantar (tocando) cinco minutos con mi quinteto Dadajazz.
Corto el rollo: en realidad, esta ocasión comunicativa (por exceso) venía dictada por un impulso más simple: desearte unas buenas fiestas, y que el año entrante te sea benéfico y favorable.
Saludos
Ildefonso Rodríguez (músico y poeta)
(El cartel que se reproduce estaba incluido en el correo electrónico remitido por el autor del texto a quien suscribe)
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Caso Sigüenza: aparece el denunciante
Ayer en El País
El denunciante de Sigüenza reclama el premio de Marsalis
http://www.elpais.com/articulo/cultura/denunciante/Siguenza/reclama/premio/Marsalis/elpepucul/20091222elpepicul_8/Tes
lunes, 21 de diciembre de 2009
Novedades en torno al "caso Sigüenza": Wynton Marsalis entra en escena
Hoy en El País
Chema García Martínez:
Wynton Marsalis tras el denunciante de Sigüenza
El trompetista busca recompensar al espectador que denunció a un músico de jazz por no tocar jazz
V Festival Internacional de Jazz de Sigüenza: el momento de la música
El Festival de Jazz de Sigüenza por Chema García Martínez
domingo, 20 de diciembre de 2009
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Verdades y mentiras sobre el "caso Sigüenza":punto final.
Hasta donde se me alcanza, la cosa arrancó el pasado domingo, con ocasión de una emisión radiofónica que dedicó un colega a glosar en términos no exactamente elogiosos mi artículo "Un espectador denuncia a un músico de jazz por no tocar jazz" (véase entrada correspondiente al miércoles 9 de diciembre). Aclaro: no la he escuchado, ni ganas. Lo que sé, me ha llegado por las llamadas y los correos que me han remitido quienes sí son mis amigos, y algunos que no. Uno de ellos tomó al susodicho por empleado del Ayuntamiento de Sigüenza (sic). Otro se pregunta cómo es posible que algo “que más pareció un ajuste de cuentas” venga amparado por una emisora pública y por boca de alguien cuyo sueldo pagamos todos. Casi ninguno entendió a cuento de qué vino todo aquello.
Ocurre que ese mismo que hablaba tuvo a bien publicar días más tarde en el periódico en el que colabora, un escrito de título pomposo: “La verdad sobre el caso Sigüenza”. Nada menos. Y si notable es el título, nada se diga del encabezamiento que parece sacado de un “comunicado oficial” después de un Consejo de Ministros o cosa parecida: “ni el leve incidente engordado por un periodista ha logrado empañar su éxito”. Uno se pregunta quién ha dicho que se haya empañado y dónde y qué intereses mueven a quien, sin que nadie se lo pida, asume el papel de “salvapatrias” (palabra que no existe “but I like it”) y proclama su “adhesión inquebrantable” a alguna causa que él debe saber cuál es.
La cosa, que el susodicho cree necesario salir en defensa de una iniciativa que no necesita ser defendida de nada ni de nadie; ni lo ocurrido tiene que ver con la organización del evento ni nadie ha arremetido contra nadie que no sea el propio denunciante y quienes acudieron en su auxilio, los guardias civiles, o sea. Siendo así que el artículo alienta los bajos instintos de algunos, convirtiendo en víctimas a quienes no lo son y promoviendo el enfrentamiento (entre compañeros de profesión y entre estos y la organización del festival) donde no debiera haberlo.
Refiriéndose a mi escrito del martes, habla de una “crónica con escaso relato puntual de los hechos y vocabulario de grueso calibre y en nada ajustado a realidad” y “chascarrillos mal explicados una crónica que ha conducido a todo equívoco”. Me remito en este punto a lo aportado por un querido colega cuyo nombre omitiré:
Sinceramente me temo que XXXX (aquí, el nombre del periodista) equivoca la dirección del disparo... es muy fácil sacar de contexto las frases de una crónica que, en mi opinión, no era más que el relato irónico de una situación surrealista... ¿Qué es lo que le molesta al crítico de XXXX (aquí, el nombre del periódico)? ¿Que la noticia de una anécdota se haya hecho grande o que su periódico no haya publicado nada sobre el festival hasta que la noticia de otro medio adquiere dimensión?.
Otra es la insistencia del susodicho crítico en resaltar la levedad del incidente que uno ha “engordado”, según dice. De leve, nada. Lo ocurrido el pasado lunes 7 de diciembre cobra una importancia trascendental que a nadie se le escapa, salvo a él.
Un incidente así es materia fértil para la reflexión y el debate más necesario que nunca en tiempos como los presentes. Para llegar a ello es menester llegarse a una lectura inteligente de lo acontecido, lo que uno ha podido encontrar en las charlas de café que ha mantenido con los muy respetables Agustí Fernández y Ramón López, un ejemplo. En ninguno de estos casos ni en las crónicas que se han sucedido, ha salido mal parado el nombre de Sigüenza ni el de su Festival de Jazz, más bien lo contrario. Si acaso, el fenómeno mediático originado tras el “leve incidente” constituye una oportunidad que, debidamente encauzada, beneficiará a los promotores del asunto de un modo que ni el autor del texto que se comenta ni servidor hubiéramos podido alcanzar escribiendo un millón de crónicas.
Por si alguien se lo pregunta quede claro que, a mí, estas cosas no me dan de comer. Es más, mi nombre ha desaparecido en la mayoría de los comentarios sobre el tema que se han publicado partiendo de lo que escribí, lo que, francamente, ni me va ni me viene. Si me van y me vienen, en cambio, los “daños colaterales” que la doble intervención de mi colega ha podido provocar. Casualidad o no, apenas unos minutos después del referido mitin radiofónico, servidor recibió un mensaje electrónico amparado en el más alevoso de los anonimatos, conteniendo un amplio surtido de insultos y acusaciones de grueso calibre y dudoso gusto. Lo diré en una palabra: paso. En estos momentos, solo aspiro a que vuelva la paz a mi espíritu y mi vida recobre su pulso normal, que es muy poco normal, y concentrarme en lo que verdaderamente importa: mi inminente estreno como abuelo.
Os deseo feliz Navidad a todos y muy particularmente a quien ha provocado con su intervención está contrarréplica con la que pretendo despedir un tema que viene copando desde hace demasiado tiempo el espacio de este blog.
Chema
Contribución de una lectora a la causa
El jazz: todo depende del cristal del color con que se mire. Cortesía de Belinda (versión en inglés)
martes, 15 de diciembre de 2009
Contribución de Juan José González a la causa
Gracias y un afectuoso saludo
Juan José González
(Remitido por su autor para su publicaión en este blog, !gracias, Juanjo!)
lunes, 14 de diciembre de 2009
Larry Ochs & Sigüenza: suma y sigue
Uno se disponía a iniciar semana nueva, vida nueva, pero no hay manera. La realidad, de nuevo, me persigue. Sigüenza, Ochs, el guardia civil experto en jazz y el ciudadano alérgico a las vanguardias se empeñan en ocupar mis días y mis noches... !socorro!...
Las dos últimas vueltas de tuerca al tema me las ha proporcionado el amigo Carlos Pérez Cruz, al que doy públicamente las gracias. La segunda merece el pequeño comentario que encontraréis a continuación.
- La historia la levanta la competencia, en una versión que me aseguran coloreada.
Vamos a ver: el color lo pone la propia historia. Servidor se limitó a transcribir lo que vio y le contaron y solo eso. Otrosí digo: la transcripción de la crónica vía telefónica tuvo lugar el día posterior a los acontecimientos en presencia de un representante de la “competencia” (pero no “esa” competencia, sino otra). Y si “la competencia” (El País) a que se refiere el comentarista se ha adelantado al periódico del que depende su blog (El Mundo), ese no es mi problema. Uno hizo su trabajo y punto. Todo lo demás, es añadido (particularmente, paso de competir con los colegas).
- Según una programadora y un particular presentes, (es una auténtica pena pero) el concierto no se detuvo en ningún momento, ni subió ningún agente al escenario a hacerle a Larry Ochs un examen de jazz.
Ocurre que en ningún lugar del texto digo que el concierto se interrumpiera ni que un agente se subiera al escenario, de lo que deduzco que el autor del comentario no se lo ha leído. Lo que me llama la atención teniendo en cuenta que fue lo que uno escribió, sin buscarlo, el origen de todo este “pifostio”, por emplear un término de su gusto. Curioso.
- El Rock&Blog promete echar el resto para conseguir la denuncia y datos acerca de nuestro héroe, y ha conseguido enterarse de que este Braveheart de las esencias jazzísticas es natural de Alcorcón (Madrid).
Bastaba con que el autor de este blog me hubiera preguntado para saber más cosas sobre ”nuestro héroe” sin necesidad de “echar el resto”. Eso, por no hablar del misterioso “testigo presencial”.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Ruth & Charlie Haden al habla
Hey, man – did you hear about this? (X)
What’s happening in spain? :)
Best,
Ruth & Charlie
(*) Spanish fan calls police over saxophone band who were just not jazzy enough <http://www.guardian.co.uk/music/2009/dec/09/jazz-festival-larry-ochs-saxophone#history-byline>
Ochs en "prime time"
¿Cómo conseguir que la música de Larry Ochs suene en prime time?
http://www.elintermedio.lasexta.com/articulos/ver/fritanga_de_medios/111/la_guardia_civil_para_un_concierto_de_jazz/132212
jueves, 10 de diciembre de 2009
Nota de prensa del Ayuntamiento de Sigüenza
El festival internacional de Sigüenza volverá a apostar en el año 2010 por el jazz innovador
• La Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza, Paloma García Atance, ha reiterado esta mañana el balance “absolutamente positivo que el Ayuntamiento hace del festival”, y que “nos parece profundamente injusto que la anécdota de tres espectadores insatisfechos ensombrezca la trayectoria impecable de un festival que a los patrocinadores y a la ciudad nos ha costado mucho sacar adelante”.
• La Concejala seguntina ha declarado también que “el concierto que Larry Ochs Sax & Drumming Core interpretó en la Ermita de San Roque, ha sido, probablemente, uno de los mejores que se han podido escuchar hasta la fecha en nuestro festival”.
Sigüenza. 9 de diciembre de 2009. El Ayuntamiento de Sigüenza, desde la Concejalía de Cultura, reitera, al término de la V Edición del Festival Internacional de Jazz de Sigüenza, su balance “absolutamente positivo del evento”, declaraba hoy la responsable de esta área municipal, Paloma García Atance. Las tres propuestas jazzísticas (5, 6 y 7 de diciembre) han llenado de nuevo la Ermita de San Roque seguntina “de música y de músicos en un excelentísimo estado creativo, como así ha reconocido el público con su aplauso día tras día”.
A este respecto, García Atance ha querido destacar la “impecable trayectoria hasta la fecha del festival, que ha traído a nuestra ciudad a artistas clásicos del jazz, como Dave Burrell, a genios como Texier, Michael Moore o Uri Caine, a músicos distinguidos como Caballeros de las Artes y las Letras por el gobierno francés como Daniel Humair o Ramón López, o al propio Larry Ochs en la edición del año 2009, a quien por supuesto reconocemos, admiramos y agradecemos su genial interpretación del pasado día 7 de diciembre, por citar sólo algunos ejemplos”. La Concejala ha destacado que la ciudad y los patrocinadores han hecho un esfuerzo enorme por dotar de contenido esta propuesta cultural, buscando sorprender e interesar al público durante cinco años. “Así lo ha reconocido la prensa regional y la especializada a lo largo de estos años en una labor que también agradecemos mucho”, decía hoy García Atance. Por esta misma razón la responsable municipal ha querido solicitarles a los medios de comunicación que “nos apoyen para que la anécdota de la reclamación de tres espectadores nos ayude a llenar de nuevo las futuras ediciones de Jazz Sigüenza, reivindicando a los 5000 que han presenciado el festival hasta ahora, muchos de ellos visitando nuestra ciudad sólo por este motivo”.
Sobre de la polémica suscitada por la reclamación citada de tres espectadores en el concierto de Ochs, la Concejala decía hoy que “no es más que una anécdota que no es justo que ensombrezca la trayectoria impecable del festival hasta la fecha”. No en vano, el disco grabado en el Festival Internacional de Jazz de Sigüenza por Agustí Fernández en el año 2007 y editado en 2009 ha sido nominado como uno de los cuatro mejores discos del año 2009 por la web estadounidense www.allaboutjazz.com. “Creemos que desde luego, esto también es noticia. Fernández nos ha autorizado además a desvelarlo públicamente en un gesto por el que le estamos muy agradecidos”, decía Atance.
La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza desea dejar claro que el público es soberano para presentar las reclamaciones que estime pertinentes, siempre que lo haga dentro de los cauces establecidos por la legalidad, y en los límites de la educación. “Lo que está clarísimo son dos cosas, una, el currículum impecable de este músico norteamericano de jazz y de su grupo, que han interpretado en Sigüenza lo que siempre han interpretado sin llamar a engaño a nadie, y otra el cariño y el respeto que mostró hacia él el resto de los 197 espectadores que llenaban la sala y que escucharon atentamente el concierto hasta el final, para ovacionarlo a su término largamente”, ha subrayado García Atance.
Por otro lado, la Concejala de Cultura ha querido subrayar que la línea musical del Festival Internacional Jazz Sigüenza será esta misma en el futuro, puesto que “nos posiciona en la vanguardia de la cultura, y no deja, como ha quedado claro, indiferente a nadie. Creemos firmemente que mantener este criterio conseguirá que nuestro festival sea un activo importante para el turismo y la hostelería de nuestra ciudad”. Paloma García Atance terminaba asegurando que “Ochs, si él quiere, volverá a actuar en Sigüenza”.
A vueltas con el "asunto Larry Ochs"
Mi perplejidad (menor, todo hay que decirlo), ignorante de mí, no había llegado a su clímax hasta que el miércoles día 9 de diciembre leo en el diario “El País” una crónica de Chema García Martínez titulada: Un espectador denuncia a un músico de Jazz por no tocar Jazz: la surrealista narración de la actuación del saxofonista Larry Ochs en el V Festival de Jazz de Sigüenza con su proyecto Drumming Core. Historia ya conocida que, en resumen, parte de la queja de un espectador que considera que lo que se está tocando no es Jazz sino Música Contemporánea (por lo visto contraindicada médicamente para su salud), ante lo cual reclama la presencia de la Guardia Civil que atiende su denuncia. Uno de los gendarmes certifica, a partir de su experiencia auditiva, que, en efecto, aquello que Larry Ochs y su grupo ofrecen no es Jazz. Extraordinario acontecimiento que no hubiera sido tal sin la intervención de la Guardia Civil, dado que opiniones sobre las manifestaciones artísticas se vierten en todo momento (incluso en los que hay que permanecer en silencio). Así la anécdota local deviene en noticia internacional a partir de la crónica de García.
Los medios de comunicación clásicos (radio, televisión y prensa) hace tiempo que cayeron en la tentación de priorizar la anécdota sobre el contenido. Es una decisión que ahorra trabajo porque permite quedarse en superficie y ahorrarse el agotador descenso hacia lo subyacente. La anécdota es simpática por definición, irrelevante en la mayor parte de los casos y, sobre todo, entretenida. Es hija de los tiempos que corren, del pensamiento liviano y el ocio fugaz. Por eso una historia como la de Sigüenza era un caramelo para este periodismo frugal. Sólo imaginar la escena (aquí el imaginario de cada uno juega mucho) con los uniformados del tricornio (aunque no lo llevaran), los músicos tocando en escena, el escenario de una pequeña ermita (¿guardias civiles? ¿templo sagrado?), el alcalde presente y la conclusión afirmativa de un gendarme sobre las reclamaciones de estética musical del denunciante, dan para unos cuantos minutos de radio y televisión y caracteres de prensa. Y hasta donde llegó mi oído y mi vista así fue. La Cadena SER dedicó unos minutos de su programa La Ventana a charlar con el cronista García y El intermedio de la televisión La Sexta bromeó con lo sucedido. Me imagino que no fueron los únicos, me consta que TV3, la televisión pública de Catalunya, también lo trató en su informativo.
¿Qué subyace bajo todo este cuadro costumbrista? Muchas cosas. Un poco de análisis no viene mal entre tanto barullo de chanzas y jacarandas. Por partes (sólo algunas de las posibles):
¿Realmente estaba en cuestión que el concierto fuera de Jazz? ¿Tenía motivos el espectador para la queja? No. El concierto de Larry Ochs y Drumming Core era de Jazz por, entre otras razones, la trayectoria de los intérpretes y por la propia evolución de esta música. En cuestión sí podía estar, pero me temo que era una opinión que el espectador debía haber evitado compartir en público, si ese tipo de Jazz era o no de su agrado. Desconozco el bagaje como oyente de este espectador pero no parecería exagerado pensar que esperaba un cierto pulso swingueante de la actuación. Podía haber sido esa una de las sonoridades dentro de un Festival de Jazz pero, lamentablemente para él, Larry Ochs afronta el Jazz desde otra perspectiva (ni mejor ni peor). Su queja produjo ruido, mientras en el escenario se hacía música.
¿Está entre las funciones de un guardia civil juzgar la estética musical de un concierto para dirimir si el denunciante tenía razón en su queja? Responder a esta pregunta sería tanto como hacer ley del absurdo. Eso sí, lo más ajustado a su función de mantenimiento del orden hubiera sido haber sacado del auditorio al oyente quejoso cuya actitud produjo un evidente malestar para la concentración de los oyentes presentes.
¿Hubiera el diario “El País” (el de mayor tirada entre los diarios generalistas de España) dedicado reseña alguna al festival? No. El cronista Chema García Martínez se encontraba allí porque, ante todo, es un amante del Jazz. Es probable que después hubiera escrito sobre los conciertos para la revista especializada “Cuadernos de Jazz”. “El País” hace referencia a la actuación de Larry Ochs por la surrealista escena que tuvo lugar en Sigüenza; porque sabe que como anécdota tendrá una repercusión mucho mayor que la que podría tener un crítica sobre los conciertos de Digital Primitives, la Brigada Bravo & Díaz, el dúo Daniel Humair & Ramón López o la mencionada de Larry Ochs & Drumming Core que formaron el cartel de esta quinta edición. La infrecuente personalidad de este ciclo (con grupos nada ortodoxos y de primerísimo nivel) hubiera merecido llamar la atención de un medio serio (¿?) como “El País”. Y no porque se tenga que hacer constar de forma crítica, como previo o como crónica todo aquello que musicalmente se programa en España (imposible, está claro, y fuera de las funciones de un medio concebido como generalista) sino porque la diferencia de criterio de la cita de Sigüenza es evidente respecto de la mayoría de propuestas de Jazz españolas (con honrosas excepciones). Por eso hubiera merecido una referencia que sólo la anécdota le ha proporcionado.
¿Por qué existe un Festival como el de Sigüenza? ¿Por qué Sigüenza, población de cinco mil habitantes, ofrece un programa de vanguardia alejado de la conservadora propuesta mayoritaria? Según me contaba el propio Chema García porque a su alcalde le encanta esta música. Acude a los conciertos, no por protocolo institucional, sino porque disfruta con ellos. ¿Algo llamativo? ¿Quizá qué a un alcalde le guste la música de vanguardia? No, aunque seguro que no es usual. Lo que pone de manifiesto es que el contenido de los festivales, ciclos, auditorios y otros contenedores musicales de competencia municipal, autonómica o nacional está determinado por el capricho de quienes tienen poder de decisión. Es decir, no hay una línea en este país que defina una cierta coherencia en las programaciones. Que se programen unas u otras músicas es casi producto del azar. En un municipio tan pequeño depende de los gustos del alcalde. Lo general suele ser la música de verbena; lo particular lo de Sigüenza.
¿Cómo trataron los medios de comunicación la noticia? Respondo sólo con aquello que he podido leer, escuchar o ver.
“El País”, periódico que nos puso en conocimiento de lo sucedido, completa su información con un análisis el día 10 de diciembre del papel de la Guardia Civil y del resto de actores (público, médico que supuestamente contraindicó la Música Contemporánea al denunciante, el propio denunciante y los músicos) en todo esto. Lo hace en “El acento”, sección incluida en la página de “Opinión”, junto a los editoriales con un tono más irónico que el que utilizaría en ellos. Hasta aquí lo publicado mientras escribo estas líneas.
La Cadena SER llamó a Chema García para que participara en la primera hora del programa La Ventana. Compartió tramo con Javier Cansado (conocido humorista), Javier Del Pino (corresponsal en Estados Unidos de la propia cadena) y con Marta González Novo (directora del programa mientras cubre la baja maternal de la titular Gemma Nierga). Este tramo del programa de los miércoles contrapone costumbres de Estados Unidos y España a partir del choque cultural entre ambos países. Tono humorístico general para la sección que presentó la noticia, en palabras de Marta, como algo que algunos piensan que “nos define como país” y que calificó de “vergüenza”. Chema García describió en palabras lo antes escrito en prensa, procuró hacer notar que el Festival es admirable y después el asunto derivó en la propuesta de Cansado de que los conciertos se paguen después de celebrados, dependiendo del disfrute o no del mismo por parte de un espectador, y en una breve discusión sobre si el concierto había sido o no de Jazz. Sorprendentemente (es un decir) no se escuchó música de Larry Ochs y de su proyecto Drumming Core (documentado en varias grabaciones discográficas) para, al menos, hacerse una idea de qué pudo sonar en Sigüenza.
El programa de humor El intermedio, que presenta en la televisión La Sexta el humorista conocido como El Gran Wyoming, al contrario que la Cadena SER, sí mostró un fragmento de una actuación de Larry Ochs & Drumming Core sacado de un vídeo “colgado” en Youtube. Un fragmento que dio pie a Wyoming para hacer broma respecto de lo escuchado: ¿Podemos ver un trozo del concierto en el que la banda no esté afinando los instrumentos? En efecto, un clásico chiste sobre Música Contemporánea. Después otro fragmento de actuación para dar pie a un gag en el que Wyoming se pone un tricornio y loa a la benemérita. Ironiza pidiendo más contundencia en su acción y pide la retirada de cuatro puntos en el carnet de conducir de Larry Ochs ya que no hay que ser muy listo para saber que si toca así seguro que va pedo. Acto seguido, y tras informar su compañera Beatriz Montañez de que el Ayuntamiento de Sigüenza quita hierro al asunto, rescatan parte del texto informativo sobre el grupo que se puede leer en la web del Festival: Un magnífico alegato musical en el que los patrones de llamada y respuesta, el uso de ligeras variaciones de ostinatos y los parámetros sonoros utilizados, parecen conectar desde la estética vanguardista la expresividad de los blues shouters con sus innegables raíces africanas. Texto que aprovecha el humorista para ironizar sobre el mismo (yo lo único que le pido a un concierto es que tenga ligeras variaciones de ostinatos… bueno, y que haya litros de kalimotxo a tres euros ahí a mano, los dos dan dolor de cabeza) y para mostrar la diferencia entre el Jazz de antes (como ejemplo se escucha un fragmento con la voz de Billie Holiday) y el actual (de nuevo el segundo fragmento del concierto en Youtube de Larry Ochs). Con el de antes se ligaba, con el de ahora te dan calabazas, viene a decir Wyoming.
No tuve oportunidad de ver la información de TV3, la televisión de Catalunya, pero según leo en un foro titularon la información refiriéndose a un “cantante” de Jazz.
No renuncio a reírme hasta de lo que para mí es importante y por eso prefiero tomarme con humor las bromas de El intermedio. Lamento que un programa como La Ventana hable de Jazz sólo a partir de la anécdota. Todavía más comprobar una vez más la ignorancia cultural que existe entre la profesión de periodista que atiende la información cultural de sus medios a partir de parámetros nada culturales y sí coyunturales (a pesar del esfuerzo de los especialistas que tratan de asomar en ellos la cabeza). No es preciso que un periodista no aficionado al Jazz conozca a Larry Ochs pero sí denunciable presentarlo como cantante. Habla mal del rigor informativo (algo que daría para otro artículo o, incluso, una enciclopedia). Lamento que Larry Ochs y sus músicos tuvieran que ser protagonistas de semejante numerito. Y no porque sea estadounidense y me avergüence la escena como daño a la imagen de un país (me resulta irrelevante al respecto) sino por el bochorno de tener que presentar su música en esas condiciones (habitual, por otro lado, presentarla en malas, regulares, rara vez en buenas y en la mayoría no poder presentarla). Me deprime que el criterio de las programaciones esté sometido al vaivén de cargos políticos y responsables elegidos a dedo en vez de que exista una red de auditorios disponibles y dispuestos y un criterio bien definido y trabajado de programación cultural que dé cabida a cuantas más manifestaciones artísticas posibles mejor. Pero ya que es utopía me conformaré con animar al alcalde y encargados culturales de Sigüenza para que continúen proporcionando espacio a quienes no lo tienen.
Dicho lo cual tan sólo aspiro a acabar esta semanita con el Jazz de nuevo en la sombra. La sombra ha sido siempre lo mejor del sol… y de los focos.
Carlos Pérez Cruz (http://www.elclubdejazz.com/)
Algunas reacciones...
Tu información de hoy en EL PAIS está causando furor en el FACEBOOK. Gracias por alegrarnos este lunes disfrazado de miércoles (Iñaki Salvador)
¡Santo Dios!. El adelanto de la entrevista me ha cuadriplicado las visitas al blog hoy… ¿Qué es lo siguiente que me puedes ofrecer? ¿Sexo? ¿La resurrección de Coltrane? (Carlos Pérez Cruz)
Noticia estrella tu crónica en El Intermedio y tercera noticia más leída en El País (por detrás de C Ronaldo)… habrá que desarrollar lo de "mi medico me ha prohibido la música contemporánea, me ponga un jarabe de swing (dios cucharadas) (José Manuel Gómez)
Por mi parte creo que estaría genial aprovechar este incidente (que podría no pasar de la mera anécdota pseudo-esquizofrénica) para abrir el debate acerca de todo lo que decididamente NO es jazz y nos comemos en los "Festivales de Jazz" (y que se comen sus presupuestos, dicho sea de paso), como cantautores y artistas que no han improvisado ni puesto una novena bemol en su vida, y que aunque sean muy respetables en sus ámbitos, NO SON jazz. Si consigues el dato del Guardia Civil de Sigüenza, pienso llamarlo para presentarme con él a próximos festivales (Federico Lechner)
Y también...
http://www.guardian.co.uk/music/2009/dec/09/jazz-festival-larry-ochs-saxophone
Hoy en El País: "El oído de la Guardia Civil" (El Acento)
El autor de este blog opina en torno al "affaire Larry Ochs"
Groucho Marx ("Room Service", 1938)
Creedme si os digo que me lo he pensado dos veces antes de volver a tomar la palabra. Hablo, claro está, del Festival de Jazz de Sigüenza, los guardias civiles más musicales del Estado Español y el saxofonista que no podía creer lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos (véase "Un espectador denuncia a un músico de jazz por no tocar jazz"). Y es que sobrevivir al día de ayer no fue fácil. El jazz y cuanto lo rodea convertido en noticia de primera página y servidor viéndose arrastrado al ojo del huracán por lo que empezó siendo apenas una crónica apresurada. Y todo lo que ocurrió desde entonces, que menuda se ha liado... acabo de recibir la llamada de una colega de la BBC interesándose por el paradero de Ochs... "una buena historia", me ha dicho. Invito al lector a darse un garbeo por la Red de Redes y acudir a cualquiera de los cientos/miles de páginas Web/blogs/foros donde se comenta la noticia.
Hasta donde se me alcanza, predomina en los comentarios el tono irónico y la sorna, con algún insulto (anónimo) dirigido al espectador en cuestión, el país, que así nos va, y el estado de las cosas que favorece la “dictadura del consumidor” que nos consume a todos. Alguno habla, y no sin razón, del “peligro de crear un precedente”. En ningún sitio he hallado comentario crítico alguno hacia la ciudad de Sigüenza ni su Festival de Jazz. Sin embargo, los seguntinos, no sé si todos, se han sentido agraviados, lo suficiente como para dictar un bando que es un “todos a una, fuenteovejuna” (véase nota de prensa).
Las cosas claras. Sin guardia civil y sin las “contraindicaciones psicológicas” del oyente infectado por el virus “anti-música contemporánea”, hoy nadie hablaría de Sigüenza ni de su Festival. Uno, claro está, no acudió al lugar para encontrarse con un "picoleto" aficionado en jazz sino buscando escuchar un tipo de jazz que no tiene oportunidad de escuchar, sino con cuentagotas, en un marco tan adecuado como es posible. Un jazz que algunos denominan “vanguardia” y otros entendemos como el propio de una situación “normalizada”, que ojalá fuera tal. Luego está que las reglas del periodismo imponen primar la noticia, donde la hay, sobre cualquier otra consideración, y ahí uno debe aplicar la coletilla futbolera destinada a exculpar a la mayoría por los actos vandálicos que ha llevado a cabo una minoría de gamberros. Aplíquese lo dicho según convenga.
Aceptar el riesgo de programar fuera de las convenciones –y está claro que los seguntinos están en ello- lleva implícito atenerse a las consecuencias que puedan derivarse de tal actitud. De más está decir que las tales no se hubieran producido si, en lugar de Larry Ochs, el artista hubiera sido otro. El lector puede elegir el nombre más de su gusto. Particularmente, lo tengo claro: la actitud inteligente no consiste en lamentarse por la (supuesta) mala imagen que haya podido derivarse al municipio sino sacar provecho de una situación que ha puesto el nombre del Festival de Jazz de Sigüenza en boca de todos. Por lo que a uno respecta, puedo decir que he sido el primero en aplicarme el cuento (véase lo dicho por Carlos Pérez Cruz en su texto). Y esto es solo el comienzo.
Saludos a todos
Chema
miércoles, 9 de diciembre de 2009
En torno a Larry Ochs en Sigüenza y otras historias
Adelanto de la entrevista a mí mismo mismamente (con perdón) realizada esta misma mañana "by telehone" por el amigo Carlos Pérez Cruz Web:
http://www.elclubdejazz.com/programacion/
Blog: http://carloscrece.blogspot.com/
"Un espectador denuncia a un músico de jazz por no tocar jazz"
Hoy en El País
Chema García Martínez:
"Un espectador denuncia a un músico de jazz por no tocar jazz"
(en torno al concierto de Larry Ochs Sax & Drumming Core en el V Festival de Jazz de Sigüenza)
T. J. Jazz y las "jam sessions" de "swing" y claqué
"LOS LUNES TOCA BAILE IMPROVISADO "MADE IN USA"
LA CANTANTE T. J. JAZZ DIRIGE LA PRIMERA "JAM SESSION" DE "SWING" Y CLAQUÉ"
PUBLICADO EN EL PAÍS LUNES 7 DE DICIEMBRE DE 2009
(lo siento: estaba fuera y no he podido publicar este aviso el lunes)