jueves, 24 de diciembre de 2009

En torno a lo que es y lo que no es el jazz. Carta de Ildefonso Rodríguez


Amigo Chema:


Actualidad (narrada por ti) y calendas se juntan para la ocasión de enviarte este mail:


Pues yo también tengo opinión sobre los donceles de Sigüenza. Pero antes, opiniones ajenas: me escriben amigos: Uno pone:"¡Lo vi ayer! Sólo falta la SGAE, en plan ópera de Kurt Weil, poniendoorden ("A ver, ¿como se tarifa esto?")".


Y otro: "Pero esto ya no tiene coña, tuvo que entrar en la historia el papa Benedicto del jazz. El petardo de W.Marsalis. Jesucristo expulsó a los mercaderes del templo. Después de que lo mataran, los mercaderes compraron el templo con todo el atrezzo, y ahora dicen que son los sucesores de Cristo.


La vieja historia de los usurpadores, la melenita de Aznar, las manis del PP.


Me bajé un vídeo de los Messengers. Venían dos fragmentos de dos conciertos, primero la formación con los Marsalis bros, y después ese que tienes tú grabado, en blanco y negro, con los jóvenes yonkis Lee Morgan y John Gilmore. Es impresionante verlos así seguidos, queda el susodicho en pelota picada, su verborrea sin contenido, su petardeo de pijo, en contraste con el genio y la profundidad de Lee Morgan (cada vez me gusta más). Miles dijo de Wynton, más o menos, que era una mierda de músico. Esto lo dejó traumatizado, tan sobradito andaba, así que abandonó la "vanguardia" y se montó la iglesia del jazz. Ahora tiene que cagarla entrando en la historia bizarra del jazzista denunciado, por supuesto para ponerse él de ejemplo de jazz verdadero. No le importa darle la vara al denunciante, que seguro que es un pobre hombre con un trastorno bipolar (ojalá que fuese un bromista), que si da con el, y cumple la amenaza de darle todos sus discos, va a conseguir que el tipo se suicide a pesar de la medicación.No me extrañaría que se sigan sumando episodios a esta película. A ver lo que da de si".


(Cito por extenso: ambos amigos son excelentes músicos y pensadores).


¿Qué opino yo? Es una vieja historia de exclusión: Entartete Kunst, el Arte Degenerado (véase en el adjunto el cartel diseñado por la factoría Goebbels). Desde ahí debería plantearse el debate, un debate que deja sin trabajo a ciertos músicos (mi amiga la saxofonista Chefa Alonso recibió el siguiente dictamen por parte de un dueño de "Club de Jazz" madrileño, cuando solicitó trabajo para su grupo Akafree. "No es una música adecuada para nuestro público").


Qué pena no haber podido incluir este cuento (de miedo) en mi libro "El jazz en la boca". Lo haré en la segunda edición, corregida y aumentada.


Ahora un anuncio, a todos lo medios de difusión: Yo le regalo a don Wynton toda mi discografía de freejazz si es capaz de aguantar (tocando) cinco minutos con mi quinteto Dadajazz.


Corto el rollo: en realidad, esta ocasión comunicativa (por exceso) venía dictada por un impulso más simple: desearte unas buenas fiestas, y que el año entrante te sea benéfico y favorable.

Saludos


Ildefonso Rodríguez (músico y poeta)

(El cartel que se reproduce estaba incluido en el correo electrónico remitido por el autor del texto a quien suscribe)


1 comentario:

  1. Lo reconozco: me enamoré del Jazz gracias, sobre todo, a Wynton Marsalis. Como trompetista en formación que yo era fue un amor a primera vista. Radical incluso. Pero como todos los amores (¿todos?) llegó el momento de los celos, el desengaño y, finalmente, la ruptura. Y claro, como ex, me temo que muy bien no puedo hablar.

    En su día el dueño de un club de Jazz en Barcelona me dijo que la música de mi trío (John Pinone) no se adecuaba a su club. Acto seguido me invitó a que fuéramos un fin de semana (nos ponía hasta el piso) para que lo comprobáramos nosotros... "la magia que se crea" (y que por lo visto íbamos a romper inmisericordemente). En fin...

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