La teoría de las estructuras disipativas, conocida también como teoría del caos, tiene como principal representante al químico belga Ilya Prigogine, y plantea que el mundo no sigue estrictamente el modelo del reloj, previsible y determinado, sino que tiene aspectos caóticos. El observador no es quien crea la inestabilidad o la imprevisibilidad con su ignorancia: ellas existen de por sí, y un ejemplo típico el clima.
Pablo Cazau, Antroposmoderno
La inclemencia de la naturaleza movió los cimientos de la sociedad nipona educada para actuar frente a un terremoto. Nadie pudo prever que durante dos minutos la tierra se iba a mover con una intensidad de 8,9 grados de magnitud.
El Universal, Sábado 12 de marzo de 2011. 12:00 AM
Recorro la ciudad en mi moto. Es de noche, hace frío -demasiado, para la época del año-, llueve. Apenas me cruzo con otros vehículos. Desde hace unos días me sobrevuela la melodía de Charles Trénet, “Que reste-t-il de nos amours?", que asocio a los momentos de soledad y melancolía. Por algún motivo, me gustan las canciones tristes y melancólicas. Mi preferida últimamente es “For all we know” (José James - Jef Neve, Keith Jarrett – Charlie Haden, aunque mi preferida sigue siendo la versión de Art Blakey con Bluesiana Triangle). Me gusta sentirme melancólico, aunque no tengo motivos para ello.
Azar (Del ár. hisp. *azzahr, y este del ár. zahr, dado1, literalmente 'flores').
1. m. Casualidad, caso fortuito.
Diccionario de la Lengua Española - Vigésima segunda edición
Martes 15. Lo primero que oigo de Eva Cortés & Pepe Rivero Trío a mi llegada a Clamores Jazz: “Que reste-t-il de nos amours?" (incluida en su anterior disco, “El mar de mi vida”). ¿Coincidencia?.
Miércoles 16. Acudo a la residencia del embajador de la República francesa para asistir a la presentación en sociedad del nuevo disco de Javier Elorrieta, “Boheme. El amor perdido”, un repaso a los éxitos de la “Chanson” en clave de jazz (con Domingo Sánchez, piano; Marcelo Peralta, saxos; Larry Martin, batería, y Richie Ferrer, contrabajo). Un repaso apresurado a los créditos me conduce -¿inevitablemente?- a “Que reste-t-il de nos amours?", que abre el disco.
Hace tiempo que ya no creo en las coincidencias.
Dedicado a Cristina, 36 años después.
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