miércoles, 26 de diciembre de 2012




El Ruido Alegre. Jazz en la BNE

Biblioteca Nacional de España
Pº de Recoletos 20-22, Madrid
Hasta el 24 de febrero


 Al habla con Jorge García, comisario de la exposición



- Has tenido acceso a los fondos insondables de la Biblioteca Nacional, ¿qué cosas curiosas te has encontrado a lo largo de tu búsqueda?

Jorge García. Por supuesto la exposición se construye sobre los fondos de la biblioteca, que he ido visitando y consultando a lo largo de varios meses, en directo en las salas y también a distancia a través de los catálogos. Por ejemplo es asombrosa la cantidad de discos de jazz español antiguo que pueden escucharse a través de la BibliotecaDigital Hispánica. Creo que llamará la atención la gran variedad de materiales relacionados con el jazz que custodia la BNE: además de libros, periódicos, revistas, carteles, partituras y discos (es decir, el tipo de cosas que un ciudadano espera encontrar en una biblioteca importante), el visitante encontrará también fotografías de músicos que forman parte del fondo del Circo Price, por ejemplo, folletos para anunciar bailes y actuaciones, envoltorios publicitarios, e incluso materiales de tipo más "artístico" como litografías.

- ¿Cuales son las piezas que destacarías? 

JG. Resulta complicado seleccionar alguna pieza en particular porque la exposición reúne materiales muy heterogéneos de épocas muy distintas, y se les acaba cogiendo cariño a todos. No puede compararse una ilustración de Penagos con un cartel para el festival de jazz de San Sebastián o un disco diseñado por Óscar Mariné. En todo caso, he seleccionado unas cuantas muestras de prensa y literatura de comienzos del siglo XX que recuerdan la enorme popularidad de la que gozó el jazz en esas décadas y a muchos les puede sorprender. En cuanto a personajes, hay varios protagonistas; aunque he reservado un lugar especial a Tete Montoliu, que sin duda ha sido la gran figura del género, también me interesa mucho el jazz hot de la inmediata postguerra, todavía muy mal conocido, con figuras como Luis Rovira, Rina Celi o Bonet de San Pedro.

- A tu juicio, ¿qué papel ha ejercido la música jazz en nuestro país?

JG. El jazz ha sido una música que siempre ha favorecido de forma especial la aceptación de lo diferente, de lo que llega de fuera, y el mestizaje. Eso exige una apertura de miras tanto por parte de los intérpretes como de los aficionados. Si ha influido en la historia de España será sin duda en sentido positivo.


Jorge García es jefe del departamento de documentación en el Instituto Valenciano de la Música y colaborador habitual de Cuadernos de Jazz.




Actividades en torno a la exposición


• CONFERENCIAS

-Martes 15 de enero. Juan Claudio Cifuentes, “Los elementos del Jazz”.

- Martes 22 de enero. Jordi Suñol, “El Jazz, visto "desde dentro". 40 años de música y músicos”.

- Martes 29 de enero. Chema García Martínez, “El Jazz habla español”.


CONCIERTOS
-
 Martes 12 de febrero. Jorge Pardo (saxofón y flauta), Josemi
Carmona (guitarra) y El Bandolero (cajón y percusión).

- Miércoles 13 de febrero. Pepe Rivero dúo.
 
- Jueves 14 de febrero. Moisés P. Sánchez, piano solo.
 
- Viernes 15 de febrero. Berklee College of Music en Valencia



lunes, 24 de diciembre de 2012

LA RIVIERA MAYA EN IMÁGENES




Hace unas semanas viajé a la Riviera Maya, en México, para asistir a la décima edición del festival de jazz que se celebra cada año en la localidad de Playa del Carmen. La crónica de lo acontecido fue publicada en "D´Cuba Jazz" (véase enlace correspondiente). A petición popular, aquí os van algunas imágenes de cuanto me fue dado ver de la región más allá del susodicho festival. 

Más información en "Viajar" nº 403 (Diciembre 2012).  


Aire


La floresta, que aún cubre 2 tercios del perímetro de Nohoch Mul, se extiende a los pies de quienes, tan penosa ascensión, ocupan la plataforma situada en su extremo superior. Una vez arriba, la imagen del Dios Descendente nos da la bienvenida puesto del revés. El mundo y sus gentes quedan muy lejos.


Que todavía permitan subir a semejante Empire State del 500 d.c. es una buena noticia para el turista que, quizá, no lo sea tanto para la inmensa mole hasta hace nada sumida en el sueño de los siglos. Reconforta pensar que una buena parte de Cobá sigue oculta bajo el manto verde.


Piedra


Muyil es antigua y señorial. Es jungla y es piedra.

Muyil es color.
Azul de vida,
verde de muerte, 
rojo de poder.





Memoria


Eisenstein viajó a Yucatán para encontrarse con el “noble salvaje”. Su imagen ocupa la primera parte de su cuento moral sobre México, que otros terminaron por él. Hoy, descender de los antiguos mayas constituye el más preciado de los títulos.


Agua


Tulum vive de espaldas al mar, que le da su razón de ser, y de frente al astro solar, del que toma el nombre en maya. 



Hay quien opina, y así se dice en la información que se ofrece al turista, que muy bien hubiera podido ser éste el primer trozo de tierra continental que atisbaron Cortés y su troupe en su viaje desde La Habana. Algo que, mapa en mano, resulta tan poético como improbable. 





Todo aquí está diseñado para funcionar como un reloj a partir de los más sofisticados cálculos astronómico-matemáticos que los guías del complejo se encargan en explicar y nunca comprenderemos. Uno se queda con el sentido estético refinado de quienes, en su momento, renunciaron a construir un Resort en el solar.





Selva


Lo primero que le enseñan a uno en sus recorridos por la floresta es a no tocar ni apartarse de la manada bajo pena de escarnio público. 

La selva (habría que decir “las selvas”, puesto que selva no hay sólo una) le proporciona a uno el veneno y su antídoto en forma de aparentemente inofensivos arbustos. Sólo hay que saber cual es cual.



La selva, en la Riviera Maya, es propiedad privada. Por doquier, los carteles de “se vende”, hacen suponer que hay quien compra un cachito de la susodicha con la presumible intención de construir un Resort, o así. Las autoridades, aquí, insisten en la coexistencia de ambos conceptos, “preservación de la Naturaleza” y “turismo”, como si algo así fuera posible.



Vivir en la selva imprime carácter, aunque uno no entienda como es posible que nadie pueda abrirse paso por lugar semejante. A algunos de sus habitantes se les puede ver, incluso comer con ellos; a otros se les escucha, a muchos se les intuye…


Fuego


La península de Yucatán es una oquedad de 145 000 km². surgida del fuego. Hace 65 millones de años aprox., un meteorito del tamaño de cien campos de fútbol impactó en esta zona del globo terráqueo originando el fin de los dinosaurios y el comienzo de una nueva era. Algunos siglos más tarde llegaron los turistas.

El agua cristalina corre por intrincados caminos interiores que, eventualmente, se abren al exterior. Los antiguos mayas consideraban los cenotes como la puerta de un inframundo que habitaban el tipo de seres que uno espera no encontrarse mientras camina tranquilamente por la floresta pensando en sus cosas.

El “ojo de agua” mira y es mirado.

El interior de un cenote se define por la ausencia de colores, de sonidos. Su interior es de una pureza que, a veces, abruma.



Hay cenotes que se nadan y otros que, medio se nadan, medio se caminan. En estos últimos, nuestros pies se convierten en nuestros ojos, y las rodillas, en el escenario perfecto para las magulladuras que serán el recuerdo imborrable de nuestro paso por el lugar.


Chema García Martínez (texto y fotos, excepto 5, 9, 14, 15) 

domingo, 23 de diciembre de 2012




Ana Grace Marquez-Greene, de 6 años, hija del saxofonista de jazz Jimmy Greene, entre las víctimas de la masacre de Connecticut.

Jimmy Greene ha tocado junto a Horace Silver, Tom Harrell, Freddie Hubbard, Steve Turre, Lewis Nash, Avishai Cohen, Claudia Acuña, Kenny Barron… es profesor de música de la  Universidad de Connecticut. Como líder, ha grabado 7 discos para los sellos RCA Victor, Criss Cross y NuJazz.

martes, 18 de diciembre de 2012

FESTIVAL DE JAZZ DE LA RIVIERA MAYA


Wayne Shorter
Foto: Fernando Aceves

Chema García Martínez:

Wayne Shorter on the beach


http://www.decubajazz.cult.cu/noticia_1137.html

Este artículo es el comienzo de una larga amistad entre el autor del mismo y máximo responsable de este blog, y el muy recomendable sitio "D´Cuba Jazz". Por muchos años.

jueves, 6 de diciembre de 2012


EL GESTO FURTIVO

Reflexiones taurino-musicales en torno a la cuestión gitana, y así

 “Miles… ¿qué?”
Curro Romero

Original de Miles Davis

Hay unos premios a la cultura gitana, o a los que la hacen, que otorga el Instituto de Cultura Gitana, y una gala en la que se hace entrega de los mismos a la que uno acude año tras años con la deferencia y el agradecimiento debidos, pues es cosa muy de ver y de disfrutar, y vengan las bellezas gitanas a la puerta del teatro luciendo carnes y joyería al por mayor, y cómo lo lucen, y sigan su paso los que, por viejos, son merecedores de todo respeto, y las criaturas como pequeños microorganismos vociferantes yendo de un lado a otro, todos de fiesta. El gitaneo es alegre y sabio en tiempos de crisis. “España es gitana o no es”, dice Diego Fernández Jiménez, director del susodicho, “pero la historia la escriben los payos”.

El gitaneo es una forma de ver la vida que uno, pobre payo sin oficio ni beneficio, envidia hasta donde puede envidiarse lo más sagrado. Del mismo modo que el año pasado en el Ateneo, los gitanos tomaron al asalto el Centro Cultural Conde Duque iluminándolo todo a su paso, y el acto protocolario quedó convertido en otra cosa que uno no sabría definir muy bien, ni falta que hace. Demasiado ocupado estaba uno disfrutando del espectáculo.


Sobremesa con Los Chunguitos

 Los Chunguitos asomados al balcón,  junto a unas jovencísimas Toñi y Encarni, que después formarían el dúo musical Azúcar Moreno

 “Las copias no valen para ná”, proclaman Juan y José Salazar, los hermanos Chunguitos, vanagloriándose de que, como ellos, no hay nadie, y qué verdad es esa. “Antes de escucharnos ya saben que somos nosotros porque como nosotros, no hay”. Les explico –les trato de explicar- que esa es, o era, la esencia del jazz: “poz claro”, sentencian a coro con obvio conocimiento de causa.

Resulta que Los Chunguitos, premio compartido “8 de Abril de Música”, hacen “rumba urbana de raíces gitanas”, como los Chichos, sus rivales en los tiempos del Sonido Caño Roto (o Cañorroto), y quienes vinieron antes que ellos, los Chorbos, las Grecas y Manzanita, cada uno en lo suyo. Ellos siguen viviendo allí, al ladito mismo del campo del Rayo: “tengo un chalet fuera pero no sé para qué porque no voy nunca”, me suelta Juan Salazar, de chupa verde y voz  perfectamente audible a una distancia de quinientos metros a un kilómetro. De niños, recorrían la plaza de Santa Ana cantando a los turistas, y al que no soltaba la mosca, patada en las espinillas al canto: “pero ese era mi hermano, que es un gamberro”, apunta nuevamente Juan. Que conste.

En fechas próximas, Chunguitos y Chichos unirán sus voces y sus camisas con chorreras en un espectáculo conjunto que va a reunirles por vez primera sobre un escenario. La Internacional Chunguista ha puesto sobre aviso a sus miembros. Se prevén delegaciones de Japón y los Estados Unidos. El Caño Roto Sound triunfa en 2012. 



Lo que no puede ser y, además, es imposible

Hay cosas que no se entienden en la vida como, por ejemplo, Curro Romero. La frase no es mía, o no literalmente. Dicho de otro modo: hay toreros y hay Curro Romero. Lo dicen quienes saben y ha de ser cierto, cuando ellos lo dicen.

Confieso no sin pesar mi ignorancia supina en torno al arte de Cúchares. En mi vida he puesto un pie en una plaza de toros si no ha sido para escuchar jazz o asistir a un espectáculo cirquense con mis hijas. De Curro Romero sé lo que se cuenta, que no es poco; lo que, en tiempos, me contó Ebbe Traberg, si bien él era más proclive a sucumbir a los encantos acaso más previsibles de un Antoñete que a los del anárquico y genial diestro de Camas. El toreo de arte y ensayo y el de genio y tronío, o de arte e inspiración, por decirlo al taurino modo. Lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible, salvo que uno se llame Curro Romero.

A duras penas consigue el homenajeado izarse al escenario donde va a serle entregada la metopa y el legajo correspondientes. Hoy, el diestro se mueve a pasitos, ligeramente inclinado hacia delante, como si fuera a venirse abajo de un momento a otro (cosa que, por suerte, no ocurre). “La raza gitana es distinta”, suelta en su discurso de agradecimiento en el que vino a equiparar a toreros y flamencos, representantes de sendas manifestaciones artísticas “mú serias” y no poco fatigosas. Sabe de lo que se habla. A Curro Romero le han cantado Caracol y Camarón, y Juan Salazar, en la Plaza Mayor de Chinchón: “el maestro paró la faena para oírme tocar”, manifiesta con un orgullo que se entiende. Cuentan que había quien iba a verle al coso de La Maestranza sólo por verle hacer el paseíllo y ya estaban de vuelta en el catre o donde fuera antes de que hubiera salido el primer toro. Y es que de Curro Romero se aprovecha hasta los andares, que si luego salía la faena por Antequera era lo de menos. Hay toreros y hay Curro Romero.

Veo a CR recibiendo su galardón -¿es realmente él?- y estoy viendo a Miles Davis envuelto en perfume de azahar una tibia noche sevillana de verano, su imagen de perfil aplastada contra la mole grisácea de los amplificadores de sonido, su gesto efímero –una suerte de media verónica- convertido en aire, en sonido, en esencia/quintaesencia; fina estampa, trazo fugaz que nos cambia la vida y distingue a los que se distinguen: “los genios no necesitan de nosotros”, escribía Traberg. Miles, Curro: La Maestranza les unió. Quienes asistimos a aquel concierto/mucho-más-que-un-concierto nunca lo olvidaremos.

Veintitantos más tarde, me arrimo al maestro de lo inexplicable con una mezcla de respeto reverencial y temor para el que no encuentro razón alguna que lo justifique. “Hay un músico de jazz que una noche, hace mucho tiempo, se transformó en Vd.”, le digo. Creo que no entendió una palabra.

Chema García Martínez


El maestro de Camas con el autor de este blog

Lista completa de los “Premios de Cultura Gitana 8 de Abril” en http://www.institutoculturagitana.es/inicio.php

martes, 4 de diciembre de 2012


Chick, Jacky, Malik, Jorge Pardo, Pedro Picapiedra

Recuerdos de 2 días de música




Chick Corea Trío. Auditorio Nacional de Música, Madrid. Domingo, 2 de diciembre.

Sonríen. Se aplauden. Se quieren.

El líder toma el micrófono para contarnos lo que va a tocar: “vamos a empezar y luego vamos a continuar”. Las cosas claras.

“On Green Dolphin Street”. El standard como (verdadero) refugio de la libertad.

Brian Blade (BB): movimientos que no siempre terminan en el parche. De repente, un uppercut inesperado, fulgurante. Desde Tony Williams que no se veía nada semejante.

“´Round midnight”, el tema con su apóstrofe antes de la erre y su “intro”, que no todos tocan. Lo mejor del concierto resultan ser las introducciones del pianista (no electricity, please).

Después de Shorter, resulta aleccionador escuchar a Blade ocupando su lugar en un trío “de repertorio”.

Enredados en la “música que suena a música” (but we like it)

Mientras Christian McBride mantiene los pies en el suelo, Brian Blade vuela muy alto. Tierra y aire, sol y sombra, física y química. El pianista abandona el teclado para marcarse unos pasos de baile.

Han sido 55 intensos minutos de concierto. Lo bueno, si breve...

Encore: el trío con Niño Josele y Jorge Pardo y “My foolish heart”. Chick Corea ha conseguido lo imposible: que Josele salga al escenario sin corbata. La interpretación del tocaor resulta especialmente conmovedora.

Cuando el “corazón español” de Corea rezuma felicidad, sus baterías buscan la puerta de salida En “Spain” (?), BB interpreta el peor solo que nunca se le ha escuchado. El flamenco es lo que tiene, cuando no se conoce de qué va el asunto. B. B. suple su ignorancia en la materia acompañando a los allí presentes con algo que se parece mucho a una batucada y muy poco a lo que supuestamente debería parecerse. Noticia: incluso él es falible (but we like him).





Jacky Terrasson. Piano solo. Instituto Francés de Madrid. Lunes, 3 de diciembre.

Los franceses invierten en sus artistas y los llevan de gira por provincias. Aquí, tiramos piedras sobre nuestro propio PIB (Producto Interior Bruto). Así nos va.

La música de JT es rapsódica, lírica, inconcreta (temas encadenados, aires diversos en constante mutación), perfectamente inofensiva.

Lo que empieza con Tizol-Ellington (“Caravan”) termina en Wacko-Jacko (Michael Jackson). Y hay un “C´est si bon” perfectamente irreconocible, y una “Marsellesa” que supuestamente sonó y nadie escuchó, salvo JT, y algunas cosas que uno escuchó y no sonaron. Lo normal.

De Michel Petrucciani a Jacky Terrasson va un trecho. El que separa al genio (Petru) del que no lo es (JT). 

En este mismo recinto ofreció Malik Yaqub un memorable concierto del que existe crónica (véase post correspondiente en este mismo blog). Aquella fue una de sus últimas apariciones sobre un escenario. Al día siguiente, estaba de vuelta en su lugar de trabajo: la calle.





Homenaje a Malik Yaqub. Clamores Jazz. Lunes, 3 de diciembre.

No fue un homenaje al uso sino otra cosa más pequeña/entrañable/hermosa… al homenaje a Malik acudieron sus seres queridos, los más cercanos, quienes le hicieron la vida más fácil, su taxista que le traía y llevaba a Madrid, sus fans, Sol, Marisa, el personal médico que le atendió en sus últimas horas, y Arthur, el hermano del artista llegado desde NY para el acto. Sobre el escenario, Nirankar Khalsa, organizador del asunto, plus Héctor Oliveira, Tony Heimer, Manolo Calleja, Richie Ferrer, Carlos Carli, Irene Albar, la cantora Patricia Villacañas…

Jorge Pardo ha llegado a prisa y corriendo de su concierto con El Negri. Lleva su flauta y su genio, y su arte. Es un grande, y no sólo por su música.

A un lado del escenario, Richie pregunta quién se sabe alguna pieza de Malik, aunque la pregunta más bien sería si hay alguien capaz de tocar la música de Malik y no estar loco. Manolo propone “Blues para Madrid”, pero no hay quorum…. Finalmente, se llega el acuerdo y Jorge, y Tony, Richie y Nirankar interpretan una azarosa y swingeante versión de “Los Picapiedra” (dícese de la sintonía de la serie homónima), pieza que servía a Malik para atraer al público no necesariamente juvenil que pasaba a su lado por la calle y sacarle unas perrillas.

Vilmaaaaaa….

Chema García Martínez

sábado, 1 de diciembre de 2012




Hoy en El País


"Vivo en constante mutación"


El músico Chick Corea actúa mañana en el Auditorio Nacional

El concierto lleva semanas con el cartel de entradas agotadas