jueves, 3 de marzo de 2011

ROUND JAZZ: JOACHIM KÜHN


Joachim Kühn (Leipzig, 1944) es uno de los músicos europeos más relevantes desde los años 60. Se fugó de Alemania del Este en 1966 y ha vivido y tocado también en los Estados Unidos. Durante su carrera ha compartido escenario y grabaciones con músicos de la talla de Daniel Humair, Ornette Coleman o Michael Brecker, así como con su hermano, el clarinetista Rolf Kühn. Desde el Free Jazz, pasando por el Jazz Rock hasta llegar a sus solos de piano o al proyecto que comparte con Majid Bekkas y Ramón López su rango estético abarca múltiples variables.

Lo que puedes leer a continuación es una transcripción de la entrevista emitida en un especial Club de Jazz con fecha 2 de marzo de 2011 en el que igualmente participó el intérprete marroquí de guembri, oud y cantante Majid Bekkas. También puedes escucharla en su versión original en inglés.

Chalaba es el nombre del nuevo CD junto a Majid Bekkas y Ramón López. Majid me ha dicho que no sabe exactamente el significado de la palabra 'Chalaba' pero que parece ser que es un lugar donde puedes encontrar la paz. ¿Tienes un 'Chalaba' personal?


Absolutamente. Justo aquí mismo donde vivo. Vivo aquí en Ibiza, en un parque natural, así que siempre que estoy en casa siento mucha paz.

Play golf in the fresh air (algo así como jugar al golf a la fresca) es el título de uno de los temas del disco. ¿Es esa una de las cosas que te hacen sentir paz?

(Risas) Es un pequeño secreto de la banda. Sólo puedo decir que ninguno de nosotros juega al golf porque somos demasiado jóvenes para ello. Tiene un significado pero queremos mantenerlo como un secreto entre los músicos. (risas)

La música africana ha atraído a muchos músicos de Estados Unidos y de Europa. Una de las explicaciones habituales para su atracción africana es que ir allí es, musicalmente hablando, como ir al encuentro de sus raíces. ¿Cuál es tu motivación en la aproximación a la música africana?


Especialmente el ritmo es lo principal porque como todos sabemos el origen de todos estos diferentes tipos de ritmos es África. El ritmo nació en África así que es bien interesante para los músicos, para los músicos de Jazz, ir más allá del típico Jazz… ¿Sabes lo que quiero decir? Del tipo 4/4 o incluso del tipo Free Jazz. He tocado con músicos que en la mayoría de los casos no han estudiado, tocan de una manera tan natural, a veces de forma muy compleja. Me gusta, tengo este feeling de tocar con ellos y para ello tienes que ir allí, estudiar con ellos. He aprendido mucho con Majid Bekkas, por viajar… este ritmo gnawa, por ejemplo. Estoy extremadamente interesado en ir a más países africanos, tocar con más músicos allí. Quieren músicos que sean abiertos. Lo encuentro extremadamente interesante y es también el modo hacia donde debería ir el Jazz porque cada ritmo te hace tocar cosas diferentes así que puedes desarrollarte como músico. Sé bastante sobre la tradición europea y del Jazz americano pero no sabemos demasiado sobre los músicos africanos ni de los músicos árabes tampoco. También estoy muy interesado desde entonces – desde hace muchos años, de hecho – en ir allí cada vez más y hacer proyectos con este tipo de mezcla de diferentes culturas. Trato de buscar mi camino para tocar exactamente como quiero. ¿Sabes? Cuando toco con Majid y con Ramón me siento ahí muy libre, toco exactamente lo que quiero tocar. No es algo estricto. Majid toca mucho en la tradición marroquí. Y nos dejamos espacio para poder hacer. Todos lo pasamos bien juntos. Pienso que es una combinación maravillosa. No sólo a un nivel musical sino también personal.

En vuestro anterior trabajo, Out of the desert, viajasteis en la búsqueda de músicos de Marruecos, Benín, del desierto del Sáhara. Me imagino que tuvo que ser una gran experiencia no sólo musical sino también humana y cultural. ¿Qué recuerdas de aquellos días?

Nos llevó un mes hacerlo todo. Invitamos al estudio a diferentes músicos y también fuimos al desierto y tocamos algunos conciertos y grabamos con músicos del desierto en un oasis; el nombre de este oasis era Source Bleue de Meski, en el medio del desierto del Sáhara así que tocar música con ellos fue un gran placer. Es otra cultura verbal, otra forma de cantar. Tengo que decir que nunca ha habido tantas culturas africanas diferentes reunidas en una grabación. Además no es mucho lo que sale de los países africanos pero tocamos juntos de forma natural. Pienso que es una experiencia maravillosa y como dijiste a nivel humano fue igualmente fantástico. Un mes de diversión, un mes fantástico.


Escuchar tu discografía es como un viaje hacia los estilos de Jazz más diferentes desde los años 60 hasta nuestros días. ¿Es el mismo impulso antes y ahora cuando tienes que afrontar un nuevo reto o ha cambiado tu manera de sentir y vivir la música durante los años?


En los últimos años estoy siempre trabajando para llegar a ser un mejor músico y todavía trabajo todos los días… Siento que es mi misión, lo que tengo que hacer. Los sesenta fueron un tiempo muy importante para el Jazz porque gente como Cecil Taylor u Ornette Coleman liberaron la estructura, el esquema del Hard Bop de repetición, de cambios de acordes, sobre todo 32 compases, ya sabes, repitiendo sin fin. Eso no podía ser la vida. Yo pensaba lo mismo de forma natural pero no lo supe hasta que conocía a gente como Ornette y Cecil Taylor y salté inmediatamente a eso porque sentí que ahí podías expresarte a ti mismo personalmente de la mejor manera. Puedes escribir tu propia música de un modo más libre especialmente viviendo en Alemania del Este donde no había libertad para nada en la vida diaria pero en la música podías encontrar la libertad y era una forma también de escapar de la vida dura en ese momento en Alemania del Este.


Naciste en Leipzig que entonces era parte de la República Democrática Alemana. Cuando descubrí que había Jazz en Alemania Oriental - y no sólo ahí, también en la Unión Soviética - me sorprendió porque no es el Jazz precisamente lo que uno imaginaba que se podía tocar allí teniendo en cuenta que era una música relacionada con Estados Unidos. ¿Cómo explicas esta escena de Jazz durante aquel periodo?


En el principio no querían para nada esta música en Alemania del Este porque hablamos de comunistas, hablamos de la música imperialista de los americanos y cosas así pero luego intenté explicar que era una música que venía de los esclavos, de los esclavos africanos deportados a América. El Blues empezó allí y esta música venía de allí, el Jazz más antiguo. Finalmente abrieron el primer club de Jazz de Alemania del Este en Postdam en 1965. Fue la primera vez en que el Jazz empezó a tener algo de reconocimiento y el momento en que se empezaron a producir todas las grabaciones. Hice una grabación en el 64 para un sello de Alemania del Este. Esa fue la primera vez más o menos que hicimos algo así. Después de eso escapé en el 66. Entonces el Jazz llegó a vivir un boom, especialmente el Free Jazz vivió un gran boom en Alemania del Este. Estaba logrando una audiencia grande. Sólo después de la reunificación alemana en 1989 esa escena de Free Jazz se detuvo porque, de algún modo, a la gente dejó de interesarle. Yo estuve muy involucrado en esa escena del Free Jazz del momento porque estábamos buscando lo nuevo, era súper interesante y en cuanto llegué al Oeste entré inmediatamente en contacto con París, con Estocolmo, Italia, con Gato Barbieri en Roma, Aldo Romano en París… Las cosas se estaban moviendo muy rápido, fue como una revolución en la música.

Asumo que no es una coincidencia pero parece que la escena de improvisación libre europea estaba muy enraizada en Alemania con, al principio, músicos como Peter Brötzmann. En tu opinión, ¿por qué Alemania fue el lugar donde esto pasó?


¡No fue sólo en Alemania! En paralelo era lo mismo en Paris donde había una gran escena de Free Jazz. Conozco a Peter Brötzmann desde 1966 y por supuesto él sigue con su música hasta ahora. Pero en cuanto a París ya estaba Michel Portal tocando en directo música libre. Como dije fue en Alemania pero también en toda Europa. Yo me mudé a París en 1968 para estar más en esta escena del Free Jazz francés. ¡También en paralelo en Inglaterra! Fue un gran movimiento en paralelo, en cada país y no especialmente sólo en Alemania. En Alemania sí, teníamos quizá… ya sabes, quizá porque conoces a Peter Brötzmann pero había muchos más músicos como Alexander Von Schlippenbach, Manfred Schoof, también Albert Mangelsdorff, Heinz Sauer. En paralelo cuando hice un cuarteto con mi hermano - fuimos incluidos en este tipo de movimiento - que era el Joachim Kühn Quartet. Hicimos algunos discos entonces, éramos admitidos en festivales de Free Jazz en Alemania pero también en Italia, en Francia… Era un movimiento que estaba teniendo lugar por toda Europa. Quizá no demasiado en España porque España estaba viviendo el franquismo y quizá no era el momento para tener la evolución del Free jazz. Pero en Europa central hubo mucho. Quiero decir que hicimos de aquello nuestra forma de vida. No éramos muy ricos pero podíamos hacer nuestra vida, teníamos suficientes conciertos en festivales así que podíamos hacer de ello un modo de vida, de tocar sólo Free Jazz. Al cabo de cinco años me dije que finalmente tenía que volver a cierta armonía, volver a la melodía. Todo es música y no quería ser etiquetado como un músico de Free Jazz porque no es suficiente, sólo es una pequeña parte de toda la música.

Ramón López me dijo en una ocasión que, por supuesto, en el modo en que él tocaba había implícita una forma ideológica, quizá política, de ver la vida. ¿Has tocado alguna vez como forma de expresión ideológica personal?

Absolutamente no. Estoy en contra de ello. Pienso que la música debería ser sólo tan pura como sea posible. No quiero ser un purista de los estilos o algo así pero no pienso que, por ejemplo, no me gustaría que mi música apoyara a un político, nunca lo haría. Imposible. No, no haría nunca eso. Religión o cualquier otra cosa. Veo la música como música, como un arte. Hay dos tipos de músicas también además de la buena y la mala. Alguna música es buena para el entretenimiento y alguna es arte. Me gustaría que mi música estuviera en el nivel del arte. No quiero ser un entretenedor. No lo soy, no quiero entretener a la gente. Quiero ser serio, quiero que sea una pieza de arte.


Pediste asilo político en 1966 pero tu hermano Rolf había salido antes de Alemania del Este. El hecho de que tu hermano estuviera fuera, ¿fue un problema durante los años anteriores a tu fuga o te pudo ayudar de algún modo?


Él podía volver siempre a visitarnos. Para él era posible visitarnos pero para nosotros no era posible ir a visitarlo después del muro, en el 61. Antes podíamos ir a Berlín Oeste a vivir, de visita. Pero después Rolf volvió de América donde se había hecho un gran nombre como el número uno de los clarinetistas. En Alemania del Este, en Europa, en América tuvo mucho éxito. Él volvió y mientras tanto yo tuve mi trío en Alemania del Este empezando a tocar un tipo de música libre con algunas composiciones muy complejas y a él le gustó lo que escuchaba. De algún modo los alemanes del Este querían que él tocara conciertos y él quería tocar con mi trío. Así que tocábamos conciertos juntos, siempre eran grandes conciertos de este tipo de música porque tenía también un gran nombre. Mucha gente venía para escucharnos, muchos entonces antes del 66; después, por supuesto, ya no pude volver nunca. Para mí era absolutamente un tabú volver, estaba prohibido allí. No hubo más grabaciones, estaban prohibidas en la radio… ya me había ido. Hasta que 1989 cuando se unió Alemania y, por supuesto, pude volver a tocar en Leipzig de nuevo en el Festival de Jazz.


¿Cómo lograste escapar al otro lado?


Esa fue una historia interesante. ¿Conoces al famoso pianista austriaco Friedrich Gulda? Él organizó en el 66 un concurso para jóvenes músicos de Jazz. Yo fui a representar a Alemania del Este. Así que logré mi invitación, con la ayuda de mi hermano, para unirme al concurso. Había una joven señorita en la Agencia Estatal de Arte a la que le gustaba un poco, en la Agencia de Conciertos - todo era estatal, no había administración privada, era una agencia del estado – que me llevó a Suiza, luego a Austria - me dio un billete y un visado para viajar a Austria - y al final del concurso fui a la embajada de Alemania occidental y pedí asilo político y me fui. Fui realmente afortunado, estaba escapando. Dormí en el tren y cuando desperté había logrado huir.

Has vivido en Leipzig, Hamburgo, París, Los Ángeles, Nueva York y, desde 1993, vives en Ibiza. No sé si, de otra manera (por supuesto), Ibiza ha sido como dejar atrás una forma de vida al igual que hiciste antes con el cambio de Alemania del Este a Alemania Occidental.

Vivir o no en Alemania del Este tiene una explicación: Siempre he dicho que nunca me gustó vivir allí, especialmente por el invierno con su nieve, el frío. Nunca me ha gustado. Siempre estaba soñando con que algún día me gustaría vivir en una playa, en un lugar templado, donde puedas salir por ahí, donde puedas tocar toda la música que quieras. Encontré este sitio aquí, no tengo que buscar otro porque he vivido en muchos sitios pero es aquí donde me siento más en casa. Pienso que voy a permanecer aquí porque es muy agradable. Deberías venir aquí y si lo ves algún día entonces me entenderás.

Chema García escribió en 'El País' que vives sin teléfono móvil, sin televisión y sin internet y que además sigues comprando CDs. En primer lugar felicitaciones, seguro que tu estado mental es mucho más saludable que el mío pero, por favor, dime, ¿dónde compras CDs?

¿Dónde? En primer lugar voy por todo el mundo, viajo mucho. Cuando toco en algún lugar siempre busco una tienda de discos. Pero cuando no estoy de viaje encuentro una sencilla tienda de discos en Barcelona. Es ‘Jazz Messengers’. Ellos me envían el catálogo, que es un catálogo asombroso. Siempre tienen discos y siempre tienen algo que quiero. Estoy esperando ya un nuevo catálogo porque estoy preparado para comprar nuevas grabaciones. Las grabaciones son como respirar aire fresco y siempre hay nuevas grabaciones para ello. Lo disfruto, es uno de mis grandes hobbies desde que era un crío. Desde que era un crío pongo mis discos y todavía disfruto, es algo maravilloso. Para mí las grabaciones son también una de las cosas que más disfruto. Me encanta ir al estudio, experimentar con la música, intentar lograr buena música para los altavoces. Pienso que es una cosa muy bonita de hacer. Es también bonito tocar delante de la gente y conseguir esta energía extra. Tocas y puedes lograrla pero también puedes perderla. Es también fantástico. Todo está sucediendo, la música tiene lugar y todo el mundo es feliz. Si es bueno para todos entonces, por supuesto, es lo mejor.

No eres sólo músico, también eres pintor. ¿Qué tipo de pinturas?

Es mi hobby. Desde que estoy en Ibiza, con toda esta luz, empecé a pintar porque mi amigo Daniel Humair, ya cuando yo vivía en París, hizo que me interesara en la pintura así que he ido coleccionando algunas pinturas que me gustan. Me gusta la pintura moderna, la pintura abstracta. Cuando llegué aquí empecé por mí mismo. He hecho más de quinientas pinturas y estoy intentando lograr tener tiempo para empezar de nuevo porque la música si te la tomas en serio es un trabajo a tiempo completo. Compongo cada día, toco el piano cada día, toco el saxofón a diario, tengo un set de percusión que toco cada día. A veces escribo para orquesta. Incluso cuando estoy en casa estoy triplemente ocupado con todo esto así que cuando tengo un poco de tiempo… pintar es una actividad secundaria y estoy contento porque es bueno para los nervios. Todo lo que me gusta hacer lo es, por supuesto. Creas algo. Me gusta pintar notas, esa es mi vida, trato a diario con las notas. Me gusta escribirlas, me gusta leerlas. Pude entender las notas antes de entender las palabras. Cuando tenía cinco años ya recibía lecciones de piano y aprendí primero las notas antes que las palabras. Las notas son mi vida. Todavía me gusta pintarlas, escribirlas o leerlas.

¿Algo de próximos proyectos?

Hay cosas. Saldrá un dúo con Archie Shepp. Estaremos en mayo en Francia y grabaremos en noviembre. Pienso que es maravilloso porque he seguido a Archie Shepp toda mi vida, especialmente en el periodo de los discos de Impulse. Pienso que haremos una bonita grabación. Saldrá e iremos a algunos festivales. Pero sobre todo estoy concentrado, mi preocupación fundamental, es el trío con Ramón y Majid porque después de esta grabación estamos planeando hacer un disco en directo con una big band y el trío. Voy a mezclarlo los próximos meses en Frankfurt, en Alemania. Fue en el pasado Festival de Jazz de Berlín, el trío más la Frankfurt Big Band, la Hessischer Rundfunk big band, una hermosa big band, con buenos músicos. Tocamos dos conciertos con ellos, todo con nueva música que había escrito aquí en Ibiza. Sigfried Loch lo escuchó, estaba en el concierto, abrumado, me dijo que tenía que sacarlo, yo le dije que “despacio, despacio, déjame que lo mezcle primero y a ver si me gusta”. Mis planes son ir a África, tocar más con estos tíos, llevarme al ingeniero y grabar lo más posible. Espero que podamos tocar “Chalaba”, pienso que a la gente le gustará porque aunque no entiendas el árabe el sentimiento está ahí. Hay ahí mucha diversión que no puedes esperar, la libertad del Jazz conectada con diferentes culturas, lo encuentro extremadamente interesante. Mi principal preocupación, mi prioridad es tocar con este grupo, también desarrollar mis solos de piano, por supuesto.


Carlos Pérez Cruz

Traducción: Carlos Pérez Cruz
Corrección: Roberto Barahona

http://www.elclubdejazz.com/roundjazz/entrevistas/joachim_kuhn_03_2011.html

El programa con las entrevistas en versión original inglesa:
http://www.elclubdejazz.com/vocesdejazz/kuhn_bekkas_lopez_chalaba_03_2011_eng.html

Trascripción de la entrevista con Majid Bekkas:


(Gracias a Carlos Pérez Cruz)

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