Por sistema o precacución, cualquiera que no siga las huellas de la manada, y no atente contra los demás (naturaleza incluída), merece todos mis respetos...
Seguir la manada (sin atentar a los demás) es lo fácil. No seguirla es lo que distingue a los que utilizan el cabeza para algo más que ponerse el sombrero. Gracias a los dos.
Por sistema o precacución, cualquiera que no siga las huellas de la manada, y no atente contra los demás (naturaleza incluída), merece todos mis respetos...
ResponderEliminarGenial artículo.
ResponderEliminarSeguir la manada (sin atentar a los demás) es lo fácil. No seguirla es lo que distingue a los que utilizan el cabeza para algo más que ponerse el sombrero. Gracias a los dos.
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