Sonny Rollins
Camerinos del Polideportivo de Mendizorrozta, 21 de julio de 2012
foto: JMGM
Mis protagonistas del verano
Vitoria
17 de julio
El mejor concierto en la historia del festival
Ayer, martes, tuvo lugar un hecho
extraordinario, colosal, sensacional... lo nunca visto. El tipo de sucesos para
los que uno no está preparado y que, apenas nacidos, forman ya parte de la
leyenda; la del jazz, en general, y la del festival, en particular. La cosa,
que ayer hubo en esta ciudad de Vitoria-Gasteiz ¡un concierto de jazz sin solo
de batería!. El de Tigran Hamasyan y su trío en el Teatro Principal. Nunca se
lo agradeceremos lo bastante.
18 de julio
A los críticos, ni caso
Hagan la prueba: acudan esta
noche a Mendizorroza y traten de localizar a un crítico. Les daré una pista: al
crítico se le distingue porque hace lo contrario que todo los demás. Que el
público aplaude enfervorecido, el crítico calla; que el personal se desvanece
en las butacas de puro tedio, el crítico levita de puro placer. Si algo de
cuanto escucha resulta de su gusto tenga por seguro que al crítico le parecerá
un horror, y viceversa. Anoche volvió a ocurrir. Hubo un tema de los que
interpretaron Joshua Redman y The Bad Plus, “People like you”, que puso al
personal de pie sobre sus asientos pidiendo la oreja para los artistas mientras
la crítica se revolvía en sus asientos con expresión hastiada a más no poder. “Menuda
vergüenza de versión”, “semejante vulgaridad”, “si lo sé, me quedo en casa”…
algún día lejano, crítica y público coincidirán en algo pero eso, seguramente,
ni Vd. ni yo lo veremos.
19 de julio
Los héroes sin corona del jazz
El jazz está lleno de ellos.
Son los héroes sin corona de una música que no siempre sabe mostrarse generosa
con sus hijos. Por ejemplo, Bob Mover. Se dice de él que es un miembro de la
“generación perdida” del jazz que integran quienes ahora rondan la sesentena;
que fue uno de los saxofonistas preferidos de Hank Jones, que es un solista
versátil e inspirado… anoche Bob Mover estuvo en Vitoria, sin embargo, su
nombre ni siquiera figuraba en los carteles. El bravo saxofonista residente en
Nueva York había sido llamado a última hora para sustituir a uno de los músicos
de la “big band” de Esperanza Spalding. Pocos repararon en su presencia. Para
algunos, Bob es un verdadero gigante del jazz.
21 de julio
La mejor medicina
Con doce años Ibrahim Maalouf
vio lo que no tiene que ver un niño mientras paseaba por las calles de Beirut
en guerra. Con unos pocos años más, Sonny Rollins hizo lo que no tiene que
hacerse a no ser que uno pretenda no llegar a viejo. Era entonces un joven
“hipster” a la búsqueda de una oportunidad. El barrio neoyorquino de Harlem era
su reino. Los dos convirtieron aquellas experiencias traumáticas en música. La
más hermosa que pueda imaginarse; no hay mejor medicina que esa.
Ibrahim Maalouf me parece un músico excepcional, de Sonny Rollins, después de leer tu crítica, no se puede decir más ni mejor.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu elogio que no creo merecer, sinceramente. Lo cierto es que fue un concierto memorable, sobre todo la primera parte, que me hizo recordar al mejor Sonny Rollins de la historia, el de sus grabaciones con Don Cherry y Billy Higgins, etc. En cuanto a Maalouf, me parece un músico interesante, con una vis escénica más que notable (nunca le había visto en directo). Ya se habla de un próximo concierto suyo en Madrid.
ResponderEliminarEl bueno de Bob Mover toca muy bien el saxo, y, ¡ahí! también canta, con cierta gracia. Ahí está su disco It amazes me...
ResponderEliminarMuy interesante tu crítica Chema.
... aunque el preferiría tocar más y cantar menos. Aparte, es un tipo curioso y un buen amigo, creo que en su momento colgué algo sobre él. He estado con Bob un par de veces en su casa, en NY. El disco me lo pasó pero no me ha dado tiempo a escucharlo. Me alegra que te haya gustado mi escrito, al final, uno hace lo que puede.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hace mucho tiempo, en Carnegie Hall, se me sentó un tipo al lado. Durante el intermedio de la actuación empezó a intercambiar opiniones sobre el concierto con otro tipo sentado a su izquierda. "Sin duda, un crítico", pensé. El hombre parecía conocerse la carretera perfectamente, pero aún dudo si sabía conducir. De lo que hablaban no entendí absolutamente nada, pero parecían dos verdugos de esos que alaban la belleza de tu cuello. Al terminar el concierto, descubrí que había estudiado música en Chicago y probado suerte como trompetista en Nueva York. Me da que su suerte estaba echada.
ResponderEliminarNo hace mucho tiempo, en Carnegie Hall, se me sentó un tipo al lado. "Crítico, sin duda", pensé. Durante el intermedio del concierto intercambió opiniones con otro tipo sentadoa su izquierda. Indiscutiblemente se conocía la carretera, pero no sé si sabía conducir. De aquella conversación yo no entendí absolutamente nada, pero estaba claro que era como si un verdugo alabara la belleza de tu cuello. Había estudiado música en Chicago y probado suerte con su trompeta en Nueva York, pero parece ser que su suerte estaba echada. Igual por eso se hizo crítico?
ResponderEliminarMe gusta tu historia. Gracias por compartirla.
ResponderEliminar