Los 80 de Tete
Tete era un extraterrestre con barretina y el escudo del
Barça cosido en el forro de la americana, junto a su corazón. Además, tocaba
jazz. “El músico de jazz más importante del país” en las enciclopedias. O Tete,
o el caos, peor todavía: la nada.
Le gustaba el whisky, las mujeres, el Fútbol Club Barcelona,
Bill Evans, el arroz a banda de Casa Batiste, en Santa Pola; las canciones de
Serrat. Detestaba muchas cosas y, sobre todas ellas, la mediocridad. El tiempo
le surtió de un amplio catálogo de frases hechas que soltaba a la que podía; las
mismas respuestas ocurrentes a las mismas preguntas absurdas. “Cada vez que me
veo al espejo soy negro”. Era inteligente, irónico, incisivo, despiadado, a
veces. Casi siempre estaba muy por encima del entrevistador.
Tete, “ecléctico, técnicamente pragmático, doblemente
ensimismado por ciego y por jazzman” (Vázquez Montalbán) era una ráfaga de
genio, cosa de vísceras, una forma de entender el oficio preñada de añoranzas
que hoy parece condenada al olvido. Como todo hijo de vecino, a veces ponía el
piñón fijo y, aún así, resultaba un placer escucharle. Javier Colina estuvo un
verano tocando a dúo con Tete en el Café Central: “lo mejor y lo terrorífico de
Tete es que nunca tocaba la misma cosa de la misma manera dos veces”. Si jazz y
mecánica han devenido sinónimos, esto no se aplica al Tete; impredecible,
ciego, visionario, genio y quijote, hijo de Don Byas y nieto de Louis Braille:
“mi mayor influencia en jazz es el señor Braille”. Verdad o boutade, la frase con
la que se le vino a uno en fecha lejana no tiene desperdicio.
El 28 de marzo Tete habría cumplido 80 años y es motivo
suficiente para que se le recuerde con el recital, o así, que tendrá lugar esta
noche en su casa del Jamboree, con Perry Robinson como artista invitado. Hoy son
muchos los que recuerdan al ilustre jazzista en Madrid y en Málaga, A Coruña o Nueva
York. Por donde, el susodicho se murió sin conocer al Barça pluricampeón de
Messi y Guardiola, ni la movida soberanista de Artur Mas o el auge
de la novuelle cuisine catalana nacida al abrigo del Bulli. Lo bien que se lo
hubiera pasado.
Esta noche
PERRY ROBINSON & TETE FRIENDS (Perry Robinson clarinete, Josep Maria Farràs trompeta, Ignasi Terraza piano, Ignasi González; Horacio Fumero, contrabajo; Esteve Pi batería).
Jamboree (Plaça Reial 17. Barcelona)
18:00h | 20:00h.
Taquilla: 20 € | Web: 15 €
Taquilla: 20 € | Web: 15 €
Más información: http://www.masimas.com/es/jamboree/conciertos-jazz/barcelona/perry-robinson-tete-friends
Acerca de Perry Robinson y Tete Montoliu
Véase también “Tete, años setenta” en “Jazz y otras hierbas”
(jueves, 1 de enero de 2009)
Entre lo que me gusta Tete, más tu magnífico artículo, he disfrutado como un enano.
ResponderEliminarGracias
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues de eso se trata, de disfrutar.
ResponderEliminarGracias a ti.
Precioso artículo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Iñaki. Un honor proviniendo de ti.
ResponderEliminarComparta la opinión de mis colegas, estupendo.
ResponderEliminarDe bien nacido es ser agradecido. Gracias, Saladino.
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