sábado, 8 de junio de 2013

AYUD JAZZ QUARTET: EL JAZZ ES UNIVERSAL


Ayud Jazz Quartet
Foto: Rafael Roa

El jazz ya no nos pertenece, dicen los americanos, aunque sin mucho convencimiento, y repiten los compiladores en sus manuales que nadie lee. El jazz, proclaman los mismos, se ha vuelto universal, y ecuménico, hasta cósmico, y como prueba, el que no hay lugar en el mundo en donde no haya quien toque ésta música o quien la escuche, ya puede ser Tegucigalpa como Kuala Lumpur o Johannesburgo. Todo esto está muy bien pero, para mí, que el jazz es universal lo prueba mejor que nada el que haya jazz en Calatayud. ¿Necesita el lector mejor ejemplo de la universalidad del jazz?.

Tocar jazz en Calatayud, patria de La Dolores, muerta por una copla y la infamia, no es moco de pavo. Hace falta coraje, y espíritu de sacrificio y, mucho, mucho amor por el jazz. Nadie tiene más mérito que el que pretende tocar jazz en Calatayud.

Los miembros del Ayud Jazz Quartet –Alejandro Doñágueda, saxo tenor; Israel Gonxzález, piano; Miguel Viejo, contrabajo; José Carlos Torres, batería- se metieron en el cuerpo los 231 kilómetros que separan la antigua Bílbilis de la capital del Estado con el sólo propósito de dar rienda suelta a sus instintos de jazzistas. No tienen muchas ocasiones de hacerlo y tampoco esperan recompensa alguna fuera del aplauso del respetable. Demás está decirlo: ninguno vive de esto. Con esto que están aquí porque quieren y les da la gana, y deberán irse de vuelta al término del concierto sin dilación, que mañana hay que fichar.

Lo admito: acudí a escucharles al segundo Festival Jazz en la Besteiro con una cierta prevención. Mira por donde, terminé disfrutando cual cosaco con sus versiones en absoluto acomodaticias de los clásicos aderezadas aquí y allá con las correspondientes muestra del genio compositivo de los integrantes del cuarteto. Con esto que los bilbilitanos le tocan a Charlie Parker, Benny Golson, Lee Morgan y Clifford Brown –puede deducir el lector por dónde van los tiros- y, de cuando en cuando, se sueltan una crónica de desamor de propia autoría tal cual “La conocí en el Minibar”, con la aludida en el título de cuerpo presente en la sala (porque hay desamores que no matan).

Por si alguien lo duda, los verdaderos héroes del jazz, hoy, viven en Calatayud, y en Mondoñedo; en la Almunia de Doña Godina y en Arcos de la Frontera. Otrosí digo: si el jazz, en 2013, existe, y es universal, y cósmico, y todo lo que se quiera, es porque existe el Ayud Jazz Quartet.

Amén

Chema García Martínez

Alejandro Doñágueda
Foto: R. R.

El responsable de éste blog y autor del texto quiere dar las gracias a Rafael Roa por la cesión de sus fotografías.

2 comentarios:

  1. Pues tienes más razón que un santo y además me alegro como aragonesa emigrada en patera por el Ebro a Cataluña :))

    Me hice aficionada al jazz en mi juventud con pequeños grupos que había en Zaragoza... y nunca he abandonado esa afición.

    Buena semana!!

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  2. Curioso, porque hay quién me ha discutido en Facebook lo de la universalidad del jazz, pienso que, quizás, no han entendido lo que quería decir, o no he sido lo suficientemente claro. En cualquier caso, me encanta que sigas enganchada al jazz en Zaragoza, en Barcelona, o donde sea.
    Buena semana para ti.

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