Las metamorfosis de un genio
El
saxofonista John Zorn dirige un maratón musical de varias horas con distintos
conjuntos y solistas en el Festival de Jazz de San Sebastián
Dedicado a Lúcia Araujo, sin la cual mi particular maratón periodístico no hubiera sido posible
El lobby judio tiene el poder y nos lo restriega siempre. Lo siento, este señor, no es un genio. Es un producto más de Tavistock y su capacidad mercantilista es insaciable. Saludos. Ana Coreta
ResponderEliminarEsto de quien es un genio y quien no, es siempre una cuestión discutible. Particularmente, Zorn me parece un genio, quizás no tanto por su música, como por cuanto la rodea. Naturalmente, respeto tu opinión, y así como fueron muchos los que "levitaron" con el "Maratón Masada" (hoy, en la prensa local, hablan del concierto que ha marcado un "antes" y un "después" en la historia del festival), hubo otros a los que les pareció un ejercicio inadmisible de megalomanía por parte del susodicho. Yo encontré momentos interesantes, incluso extraordinarios (la última interpretación de Electric Massada fue algo sobrecogedor), y muchos otros bastante "olvidables", la verdad... en cualquier caso, nada comparable a lo que escuchamos la noche anterior a Lee Konitz con su cuarteto mondo y lirondo. ¿El lobby judío?: puede que tengas razón...
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo me quedo con las últimas palabras de Lee Konitz al final de tu artículo. Conozco y leí en su momento la entrevista y Konitz me pareció claro y contundente. A mí también me gusta la música y punto, la buena claro, más que le pese a los "modelnos". Y para música, el último disco de Konitz "Enfants terribles", que ésta si goza de toda la modernidad y frescura del mundo. Estupendo tu artículo como siempre.
ResponderEliminarLa organización de la "contracultura" está diseñada por suprapoderes anticulturales. Es un hecho y hay muchas pruebas de ello, están lavando el cerebro a una gran mayoría.
ResponderEliminarZorn ha vampirizado a Ornette Coleman (este, sí me parece un genio, además de humilde e innovador) hasta la saciedad y lo seguirá haciendo. Te recomiendo que indagues en lo que signifca: Instituto Tavistock, da miedo y es real.
Saludos. Ana Coreta
Personalmente prefiero a Lee Konitz, no sabría decir la razón.
ResponderEliminarUn saludo
Chema. Hay algún músico negro en las formaciones de J.Zorn?
ResponderEliminarY algún palestino?
Saludos
Ana Coreta
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA mi regreso de los festivales, paso a comentar vuestros comentarios, valga la redundancia.
ResponderEliminarSaladino. Me alegro que te haya gustado, sobre todo, teniendo en cuenta las circunstancias en que lo escribí. Personalmente, pienso que hubo mucho más "vanguardia" -riesgo, compromiso, innovación, etc.- en la hora escasa que duró el concierto de Konitz que en las casi cinco del maratón de Konitz. Problema: la música de Konitz, como todo el buen jazz, hay que escucharla, y hoy, el personal, ha perdido el hábito de escuchar; un hábito que exige ir más allá de las apariencias y sumergirse en el discurso desnudo del intérprete.
Gatopardo. Cuando quieras, hablamos de Konitz, un genio absoluto, en mi modesta opinión, de una inteligencia y una modestia -valga de nuevo la redundancia- abrumadoras.
Ana Coreta. Comparto tus recelos hacia la "contracultura", sus fundamentos pero también, el producto, por así decirlo, tan decepcionante en un 99% de los casos. Cualquier comparación entre Zorn y Ornette Coleman es odiosa. Ornette es la culminación de la historia del jazz, el punto álgido en la evolución de esta música, un genio -ese sí- incontestable. En cuanto a Zorn, mi opinión ha variado del entusiasmo inicial a un sano, creo yo, escepticismo, lo que me ha valido la incomprensión de los muchos seguidores con que cuenta. Lo que queda claro es que es un genio del marketing (y eso también cuenta). En cuanto al Instituto Tavistock, reconozco mi ignorancia. Prometo indagar en el asunto. Muchas gracias por la información.
En cuanto a tu pregunta, yo conté un único músico negro, además de una chica que posiblemente lo fuera; palestinos, no sé, aunque, como tú, dudo mucho de que hubiera alguno. Querida Ana, he estado en Israel y Palestina y sé lo que es aquello. Si quieres, un día hablamos del tema. Mientras, te recomiendo que leas a dos buenos amigos, Gilad Atzmon y Carlos Pérez Cruz (ambos tienen sendos muy interesantes blogs).
Abrazo a los tres y muchas gracias por vuestros comentarios.
Hola Chema.
ResponderEliminarComparto la opinión acerca de Konitz y el apunte que haces de la "escucha".
Hay un libro sobre Tavistock, escrito por Daniel Estulin, curiosamente el último capítulo: George Gershwin se anota un tanto con el tema Do It Again, trata de la manipulación y apropiación de la música que empezaba a llamarse jazz. Hay algún dato inexacto y se ve que no es un especialista, pero, sí resulta revelador.
Que tengas un buen verano y sigue informando. Gracias.
Ana Coreta
... George Gershwin, que era judío (su verdadero nombre era Jacob Gershovitz). Buscaré ese libro sin duda apasionante.
ResponderEliminarAquí seguiremos, informando mientras me dejen; y si no, también.
Buen verano para ti.