lunes, 14 de diciembre de 2009

Larry Ochs & Sigüenza: suma y sigue

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La realidad se impone

Uno se disponía a iniciar semana nueva, vida nueva, pero no hay manera. La realidad, de nuevo, me persigue. Sigüenza, Ochs, el guardia civil experto en jazz y el ciudadano alérgico a las vanguardias se empeñan en ocupar mis días y mis noches... !socorro!...

Las dos últimas vueltas de tuerca al tema me las ha proporcionado el amigo Carlos Pérez Cruz, al que doy públicamente las gracias. La segunda merece el pequeño comentario que encontraréis a continuación.

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Algunas cosas que me han llamado la atención sobre este último comentario:

- La historia la levanta la
competencia, en una versión que me aseguran coloreada.

Vamos a ver: el color lo pone la propia historia. Servidor se limitó a transcribir lo que vio y le contaron y solo eso. Otrosí digo: la transcripción de la crónica vía telefónica tuvo lugar el día posterior a los acontecimientos en presencia de un representante de la “competencia” (pero no “esa” competencia, sino otra). Y si “la competencia” (El País) a que se refiere el comentarista se ha adelantado al periódico del que depende su blog (El Mundo), ese no es mi problema. Uno hizo su trabajo y punto. Todo lo demás, es añadido (particularmente, paso de competir con los colegas).

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Según una programadora y un particular presentes, (es una auténtica pena pero) el concierto no se detuvo en ningún momento, ni subió ningún agente al escenario a hacerle a Larry Ochs un examen de jazz.

Ocurre que en ningún lugar del texto digo que el concierto se interrumpiera ni que un agente se subiera al escenario, de lo que deduzco que el autor del comentario no se lo ha leído. Lo que me llama la atención teniendo en cuenta que fue lo que uno escribió, sin buscarlo, el origen de todo este “pifostio”, por emplear un término de su gusto. Curioso.

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El Rock&Blog promete echar el resto para conseguir la denuncia y datos acerca de nuestro héroe, y ha conseguido enterarse de que este Braveheart de las esencias jazzísticas es natural de Alcorcón (Madrid).

Bastaba con que el autor de este blog me hubiera preguntado para saber más cosas sobre ”nuestro héroe” sin necesidad de “echar el resto”. Eso, por no hablar del misterioso “testigo presencial”.

nota: la foto, cedida por gentileza de su autora, fue tomada la noche anterior en el ya mundialmente famoso Festival de Jazz de Sigüenza. Daniel Humair y Ramón López protagonizaron una noche absolutamente memorable y no hubo nadie para decidir si eso era jazz o no.
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9 comentarios:

  1. Como lector de "El País" y de la crónica de Chema García al respecto de lo sucedido nunca pensé que el concierto se parara. A partir de lo narrado la imaginación de cada uno es libre. Eso sí, imaginación, al fin y al cabo.

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  2. si... uno lanza la bola y ésta comienza a rodar y se le van añadiendo cosas que no estaban al principio. La imaginación es libre. Al fin y al cabo todos somos seres humanos, aunque unos más que otros...

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  3. Ay amigo, qué lío!

    Por cierto, preciosa foto, pero cuidado que es Ramón y no Pedro, que has puesto con las prisas.

    Bien por tu comentario de aclaración.

    Un abrazo!

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  4. Vamos Chema, todos sabemos que te inventaste esta historia para ganarte la vida... Te lo perdonamos, dado el estado del negocio...

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  5. cóoooño, pues es verdad. Gracias por el aviso. Los líos. Por si fuera poco, me acaban de llamar para leerme el comentario que ha hecho otro "colega" de los medios... para mear y no echar gota. Besos

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  6. Vaya, por dios, Carlos: me has desenmascarado. Por favor, no se lo cuentes a nadie, tengo 2 hijas y pronto una nieta que mantener...

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  7. No entendi que lo que el ciudadano denunciara fuera una alergia a las vanguardias, simplemente el fue a escuchar jazz y lo que tocaron no le parecio que lo fuera, lo cual es muy probable que asi haya sido.

    La linea entre lo que es y no es jazz no es subjetiva si no mas bien racial. Los afroamericanos que lo inventaron dicen una cosa y los blancos que muchas veces lo explotan dicen otra. No hay duda de que es la poesia, como no hay duda de lo que es jazz: mucho mas que musica improvisada, con un lenguaje absolutamente definido y propio, el del blues y el swing.

    Y nadie esta diciendo que lo que pueda no ser jazz sea malo si no simplemente otra cosa a la que parecen no poder encontrarle un nombre porque se parece demasiado a la musica clasica contemporanea pero tal vez no es tan buena como esta.

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  8. El artículo original de usted es una crónica que a la luz de recientes informaciones no se ajusta en casi nada a los sucesos. La denuncia que el espectador presentó tenía como objetivo que se le devolviese el dinero de la entrada. El concierto estaba anunciado como un concierto de jazz y no lo era. El espectador tenía derecho a esa devolución, la publicidad del concierto era engañosa.
    En cuanto a que le siente mal la música que interpretó el músico, es frecuente que ocurra con determinados tipos de música contemporánea. Dispara cierto nivel de ansiedad en mucha gente.

    En su crónica deja quedar como un idiota al espectador que reclamó. Usted ha contado lo que le han contado y no ha hablado con el protagonista de la noticia (el señor de Alcorcón). El periodismo así hecho se parece mucho a lo que hacen los cotillas de barrio. Contar cuentos aunque no se atengan a la verdad.

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  9. Le contesto con el respeto que su forma de expresarse tan mesurada se merece. Respeto pero discrepo de su forma de contemplar el hecho y, desde luego, cuando dice que mi crónica no se ajusta a unos sucesos que contemplé in situ. En modo alguno he pretendido dejar al espectador en cuestión como un idiota y, si alguien lo ha entendido así, es cuestión de quien ha leído mi crónica y la ha interpretado au su mejor entender (esto es una democracia)y no de quien la escribió. Si no hablé con él (el espectador) se debe a la sencilla razón de que las autoridades que han tenido que ver con el hecho se han negado a revelar su intendidad, lo que es perfectamente lógico, y ha sido necesario que esta persona se diera a conocer por sí mismo llamando al periódico en el que colaboro, a partir de la oferta que le hizo Wynton Marsalis de regalarle su discografía. Insisto en que respeto sus reflexiones, aún discreapando de ellas. SOlo un consejo: si Vd. busca periodismo de cotilleo, mejor busque en otra parte. Sucesos como el que comentamos, por encima de la anécdota, son materia de jugosas reflexiones que poco tienen que ver con el cotilleo. El debate serio y sesudo está servido y, de hecho, ya ha comenzado...
    Un saludo afectuoso

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