lunes, 25 de mayo de 2015


Foto: agencia

Palmira y el caos
por Chema García Martínez

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1 comentario:

  1. Hola Chema.
    Tu artículo me hace reflexionar en varias direcciones. También decirte que me hubiera gustado estar en ese concierto.
    L@s "cotijazz" del jazz - que siempre hubo y habrá - , y que a su vez se dedican a tocar, interpretar e improvisar, tienen tendencia a intentar derribar aquello que no entienden o simplemente no se atreven a mostrar en público. Ya se sabe; seamos politicamente correctos en nuestros discursos musicales y oratorios.
    Es dificilísimo saltar a un vacío donde diversos pares de oídos atentos y educados en una tradición cuasi clásica, acepten algo nuevo y rompedor: por qué? hasta cuándo? . Siempre les quedará la Krall, ese soniquete de ascensor.
    Considero a Agustín como uno de los mejores pianistas contemporáneos, y no digamos Joachim Kuhn, l@s músic@s acompañantes tampoco me disgustan. Ahí están tocando la posible música del futuro en un presente imperfecto. Valientes,
    En cuanto a lo que comentas de Palmira y a la barbarie intolerante. Huele a intereses imperialistas a favor de abrir mercados del dolor y la anestesia televisada, y de paso deshacerse del stock de armas, que para eso las fabrican.
    Como decía D. Julio Anguita: "malditas sean las guerras y quienes las promueven". El caos musical, puede ayudar a la catarsis tan necesaria en estos tiempos de zozobra y visos de esperanza. Qué nos querían contar Coltrane, Ornette, Ayler, Shepp, Sun Ra, Duke Ellington, Parker, Dolphy, etc..., en sus aparentes caóticos discursos, nunca iguales, siempre frescos? Sus vidas
    Un saludo. Ana Coreta

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