Contra viento y marea
“El San Juan Evangelista ha sido
fiel con la filosofía que impulsaron sus fundadores: reivindicar la belleza de
la música”.
(Carlos Lara, periodista)
Sus
paredes han visto pasar lo mejor del jazz, el flamenco y la canción de autor de
los últimos 45 años. “La historia está ahí”, proclama Alejandro Reyes, miembro
fundador del Club de Música y Jazz San Juan Evangelista en 1970, “los años en
que el Johnny fue un bastión en la lucha contra el franquismo, los
grandes nombres de la música y la cultura que han pasado por el San Juan, los
ministros, rectores y académicos que han sido colegiales…” Tete Montoliu, gloria
intemporal del jazz, lo tenía por su escenario preferido en Madrid. Y no solo
él. Camarón ofreció aquí el que sería su último concierto, acompañado por su
inseparable Tomatito. Y el veterano Stephane Grappelli, antiguo compañero de
correrías del genio gitano Django Reindhart, a quien el alcalde Tierno Galván in person hizo entrega del reconocimiento correspondiente. “Este
colegio es una leyenda, y no sólo en España”, declaraba el saxofonista Steve
Lacy en su visita al Johnny.
Por
el escenario del San Juan Evangelista han pasado Dizzy Gillespie y Chet Baker,
Paco de Lucía y Enrique Morente, Chick Corea y Bobby McFerrin, John McLaughlin
y Sun Ra… para Reyes, la verdadera historia del club de música la han escrito,
antes que nadie, los propios colegiales: “el San Juan son las generaciones de
colegiales que han pasado por aquí, gracias a cuyo esfuerzo desinteresado ha
podido hacerse todo lo que se ha hecho. Si no hubiera sido por ellos, hubiera
resultado imposible”.
En
2009, esos mismos colegiales salieron por vez primera a la calle bajo el lema
“El Johnny no se cierra”. Los viejos fantasmas de la especulación inmobiliaria volvían
a hacerse visibles amenazando de muerte a la institución, considerada “una seña
de identidad de la cultura en España”. En el fondo del asunto, la prescripción
del plazo de alquiler del solar que ocupa el edificio colegial, y la más que probable
puesta en venta del mismo: “si eso llega alguna vez a producirse”, se comenta
en los ambientes colegiales, “ya podemos ir despidiéndonos del Johnny”. Ironías
del destino: lo que no pudo la dictadura con el “palo y tentetieso” está a
punto de conseguirlo quienes se han propuesto sacar tajada del pastel caiga
quien caiga. “Luchamos contra Franco”, contaba con aire entristecido un miembro
del Club de Música y Jazz colegial, “y ahora que ha llegado la democracia nos
quieren cortar la cabeza”.
Sin
presupuestos ni futuro. Sin presente, pero con ayer. El silencio del San Juan,
hoy, es un grito en el desierto de nuestra cada vez más depauperada oferta
cultural.
El
San Juan calla, pero no otorga.
Chema
García Martínez
Igual es que ciertaas autoridades lo consideran de un foco de resistencia antif......ista. Los enemigos del jazz sigue, y serán, siendo los mismos.
ResponderEliminarComo muestra, las elecciones del domingo. Los resultados hablan por sí mismos, digan lo que digan los f... istas de siempre.
ResponderEliminarLas ciertas autoridades que insinuais son un@s fascistas vestidos de populistas. Quién coño es el padre del invento/partido bajo cuyas alas se cobijan? M. Fraga Iribarne, tengo que contaros quién era este siniestro personaje y de quien fue ministro?
ResponderEliminarEl actual presidente de gobierno no acude a ningún acto cultural, solo va a partidos de fútbol y a fumarse "puros" habanos.
A estos lo único que les interesan son las corridas de toros y deshacer lo público para hacer negocios.
Podemos entre tod@s algún día acabar con esta ppesadilla y vivir tranquil@s? Voto por que SÍ. Salúd. Ana Coreta
Sí. El exceso de corrección política nos priva de mencionar con todas las letras a los que se comportan como seres preconstitucionales. Entiendo tu postura/censura, pero, no la comparto.
ResponderEliminarNo he tenido el gusto de acudir a ningún concierto a esta añeja institución. Lamento que desaparezca.
Contra viento y marea se debe planificar la revolución y la resistencia a esta horda de ppsicópatas. Salúd. Ana Coreta
Digamos que he respetado el modo de expresarse del buen amigo Gatopardo, cosa que los f...istas o fascistas no hacen, por cierto. Que el Johnny pueda desparecer es un síntoma, uno más, de ésta sociedad enferma. Lo importante, como dices, es resistir, contra viento y marea.
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