sábado, 28 de febrero de 2009

Maria Schneider: “las mujeres tienen mucho que decir en el jazz”



La noticia es que Maria Schneider es una chica normal. Rubilla, pequeña y simpática, la directora de orquesta más disputada, protagonista de uno de los fenómenos más sobresalientes del último jazz, acaba de publicar su tercer disco para la discográfica Enja, "Allégresse". CUADERNOS DE JAZZ habló con la jazzwoman horas antes de su concierto inaugural del Festival Guimaraes Jazz-2001.

CUADERNOS DE JAZZ “Maria Schenider”, ese nombre me suena...

MARIA SCHNEIDER sé por dónde va y le diré algo: hace algún tiempo, apareció en la contraportada de un periódico de Nueva York de gran tirada un artículo sobre la otra Maria Schneider (se refiere a la actriz que protagonizó "El Último Tango en París", junto a Marlon Brando) en la que se decía que su carrera estaba acabada, que si era lesbiana, que si tomaba drogas, solo que la que aparecía en la foto era yo... me llamó un montón de gente, amigos, qué se yo...

CdeJ confusiones aparte, que le parece si, para empezar, nos hace un a modo de resumen de estos tres días en Guimaraes.

MS está siendo una experiencia muy loca y maravillosa esto de dirigir a un grupo de músicos de siete países que vienen haciendo esto por muchos años y, por tanto, se conocen entre sí, pero yo no a ellos. Todos tienen algún talento que le distingue (llegado este punto, la entrevistada introduce un cambio de tercio imprevisto). Me encanta la música española, esta noche tocaremos una buleria donde Perico (Sambeat) hace esa combinación entre palmas y golpes con la lengua que parece que son dos personas palmeando. Además tenemos a un muchacho de Uruguay, Andrés (Taravia), tocando el cajón, así que al final nos lo pasamos en grande.

CdeJ y después de tanta juerga...

MS …me vuelvo a Nueva York "pasado mañana" (en español, en el original).

CdeJ eso me recuerda algo, ¿ha afectado el 11-S a la vida de los músicos de jazz en los EU?

MS ¡y de qué modo!. En alguna medida, nos ha afectado a todos. Justo una semana después del 11-S tenía que volar a Irlanda y, no me importa reconocerlo, tenía un miedo atroz. Ya no, pero entonces... pero aún en esta última gira, y mira que han pasado dos meses desde aquello, hemos tocado con mi banda en Salzburgo y en Zurich sin cinco de los muchachos que cancelaron sus viajes porque no querían volar, lo que significa que viajé con solo tres cuartos de la orquesta. Después vine aquí y ahora me toca un periodo de reposo, tengo decidido que, en cuanto regrese, me voy a Brasil. Hace algunos años trabajé allí y me quedé prendada del país y sus gentes (advierte la presencia del trompetista Joao Moreira en una mesa contigua a la que ocupamos). Él es brasileño, (dirigiéndose al músico) me dijeron que tu padre o tu abuelo son del Amazonas

Joao Moreira mi familia es una combinación de indios amazónicos, naturales de la ciudad de Sao Paulo, alemanes e ibéricos, portugueses y españoles.

MS así que eres indio, portugués y alemán a un mismo tiempo, ¡increíble!, ¡esto es la hostia!, !la mezcla perfecta!. Quiero decir algo sobre este hombre, porque, a Joao, le toca el trabajo más latoso. Mi música es muy difícil de ser interpretada pero sobre todo para los trompetistas, rítmicamente es complicada, hay muchas notas altas con sordina. Soy consciente de que es muy “insidiosa” y estoy segura de que los trompetistas me dicen de todo cuando yo no estoy delante, pero ¡me gusta contemplar a los hombres mientras sufren!.

CdeJ sin comentarios... volviendo a su amor por Brasil, tengo entendido que su disco favorito de siempre es Amoroso de Joao Gilberto y Claus Ogerman. ¿Ha escuchado los arreglos de Ogerman para el último disco de Diana Krall?.

MS solo he escuchado una pieza por la Radio aunque tengo pensado comprarlo. Adoro a Claus Ogerman, para mí es un músico asombroso. ¿Es bueno el disco?

CdeJ con su permiso prefiero pasar a otro tema...

MS bueno, quizá me he expresado mal, lo que he querido decir es que adoro a Claus Ogerman, no sé cómo será su disco con Diana, pero "Amoroso", lo que tiene de especial es la combinación entre Joao Gilberto y Claus, porque Joao... es Joao. La quietud de su guitarra, la manera en que coloca la voz de una forma tan expresiva, siempre un poquito por detrás del tiempo... "Amoroso" es un disco asombroso, no tengo otra palabra.

CdeJ en Internet se dice que Vd. baila mientras compone.

MS muchas veces, no siempre.

CdeJ ¿y cómo se puede bailar y escribir música a un mismo tiempo?

MS le voy a decir lo que hago: utilizo una grabadora parecida a la suya, toco algo al piano, lo que sea; lo grabo, me pongo de pie, me coloco los auriculares y trato de seguir con mi cuerpo la pauta de la melodía, sus líneas. Para mí, lo más difícil a la hora de componer es hacerse a la idea de los desarrollos, establecer lo largo que debe ser algo antes de introducir algún cambio, o cuan corto debe ser ese mismo algo, o sea, determinar la medida de las cosas dentro de la evolución de la composición. Pero si uno permanece simplemente sentado al piano mirando una página de papel, no le llega el sentimiento del tiempo y la duración que deben tener las cosas. Si componer significa que todo permanezca encerrado en tu cabeza y te limitas a trasladarlo a una partitura, entonces no te llega ese sentido físico (Maria emplea el término intraducible de “fisicalidad”) de la música. En cambio, al moverte, llegas a sentir en tu interior que aquello que escuchas debería ir más allá en el tiempo en un sentido u otro, simplemente porque el cuerpo te lo pide. Me gusta que la música provoque sentimientos, que te arrebate y te haga sentir de tal modo que te entren ganas de bailar. El baile me sirve de inspiración, las mejores ideas me vienen al bailar. Amo la danza probablemente tanto como amo la música.

CdeJ ¿ha pensado en ayudarse de un ordenador para componer?.

MS todo lo hago a mano y sobre el piano. Supongo que los ordenadores pueden ser de utilidad siempre que uno esté familiarizado con su uso, el problema es que a mí no es una cosa que me vuelva loca.

CdeJ una de rigor: ¿compone con los músicos de su orquesta en mente?

MS sí, definitivamente. Para mí, en este preciso momento, el sonido de una big band es el sonido de “mi” "big band". Incluso cuando recibo el encargo de escribir una pieza tengo en mente a mi orquesta, porque es lo que conozco, mi terreno, y sé cómo suena cada cual. Son tantos años teniéndoles enfrente de mí que no tengo más remedio que escribir para ellos, no puedo evitarlo.

CdeJ y en los casos, como el presente, en que no conoce previamente a los músicos, ¿ello le obliga a introducir cambios en su música sobre la marcha?.

MS sí, porque cada grupo de personas tiene una personalidad diferente, y en este grupo, por ej., la sección rítmica es muy particular, por lo pronto hay un percusionista, que es algo que casi nunca utilizo, aunque figure en algunos cortes de mi último disco, pero además es que Martin France es un baterista muy diferente a Derek Dreier. También Nguyên Lê es un guitarrista totalmente sui generis, pero me encanta. Y no son solo ellos, todos son diferentes, por eso mismo, mi trabajo consiste en obtener el máximo provecho de lo que este grupo de personas me puede ofrecer, y añadir algo diferente al producto final. Me repugna la idea de que la música suene idéntica todas las noches en todos los sitios.

CdeJ no la veo a Vd trabajando los arreglos en su habitación del hotel.

MS no lo hago. Mi trabajo es más bien a pie de escenario, durante los ensayos y cara a los músicos (de nuevo, Maria introduce un inesperado cambio de tercio). ¿Le he dicho que descubrí el flamenco tras escuchar a Paco de Lucia en Nueva York?. Ya que estaba aquí, he aprovechado para preguntarle a Perico (Sambeat) algunas cosas acerca de la bulería pensando en la pieza que he escrito, y él no solo me enseñó la estructura del ritmo sino que hizo aquella cosa asombrosa con las palmas y la boca. Yo le sugerí que deberíamos incorporarla al número y acordamos hacerlo. Así funcionan las cosas…

CdeJ debe Vd. tener cuidado con los ritmos flamencos. Uno no puede permitirse demasiadas alegrías con ellos.

MS lo sé y soy consciente de ello. Por eso elegí la bulería; por eso, y porque, para mí, es el ritmo más excitante de todos. Su estructura de doce compases y todas esas subdivisiones en tres y dos, ofrecen un número infinito de variantes polirrítmicas muy inspiradoras.

CdeJ lo que quería decirle es que no es fácil sacarle punta a un palo flamenco sin desfigurarlo.

MS no, no es fácil. De hecho, el grupo ha pasado un infierno para sacar este tema adelante.



Un poco de historia



CdeJ tiene su propia orquesta tocando su propia música, lo que constituye un privilegio. En todo caso, Vd. componía ya antes de tener su orquesta.

MS solo que al principio trabajé para otros, durante mucho tiempo para Gil Evans; luego, también estudié con Bob Brookmeyer y me gané algún dinero escribiendo para la banda de Mel Lewis. También hice algo con Woody Herman. Fue un honor escribir para todos aquellos músicos importantes y tan distintos. En aquel tiempo, mi único deseo era satisfacer las expectativas que ellos tenían puestas en mí, eso por un lado, y producir algo que respondiera al carácter de cada uno, de modo que lo que yo escribiera para Mel Lewis resultara apropiado para su orquesta, o lo que escribía para Herman fuera del tipo de las cosas que se identifican con esa orquesta. Pero llega un momento en que lo que quieres hacer es lo que tú quieres hacer. Cuando comencé con mi propia orquesta, ya tenía aquellas voces pequeñitas rondando por mi cabeza diciéndome: “tienes que hacer esto o lo otro”. De repente me encontré con que podía escribir lo que me viniera en gana como me diera la gana. Por fin podía dar salida a mi propia voz.

CdeJ hemos llegado al punto en que se hace necesario hablar de su experiencia junto a Gil Evans.

MS conocerle fue fruto de una coincidencia asombrosa. Yo estaba trabajando en una empresa copiando música y un día entró en la oficina un compositor a quien no conocía. Aproveché para preguntarle algunas cosas acerca de su partitura, nos “enrollamos”, nos fuimos a tomar un café, seguimos hablando de esto y de lo de más allá, y en un determinado momento me preguntó por mis gustos. Yo le dije que me encantaba Gil Evans, le solté una perorata acerca de Gil, le hablé de sus discos y de si en este hace tal cosa y en éste tal otra. Mientras tanto, él se limitaba a escuchar y me miraba con una media sonrisa. Después de mi “conferencia”, le pregunté por cortesía quienes eran sus favoritos, y me dijo que también le gustaba Gil Evans, y Penderewski (Penderecki) y algunos otros, y así acabó todo. Nos volvimos cada uno a nuestra casa, yo pensaba que allí había acabado la historia, pero aquella misma noche me llamó la misma persona para decirme: “Maria, te vi tan entusiasmada hablando sobre Gil Evans que no me diste la oportunidad de decirte que Gil es muy amigo mío y le he hablado de ti y coincide que en este momento anda buscando a alguien que le ayude con la música”. Imagínate lo que pasó por mi mente, porque todo esto ocurría al mes de haberme instalado en Nueva York. Me volví loca.

CdeJ de modo que Evans se convirtió en su empleador.

MS en realidad, Gil nunca se comportaba como tal, digamos que aquello era lo más opuesto a su carácter. Era un hombre muy dulce, según yo aparecía por la puerta, lo primero que hacía era invitarme a que me sentara a su lado y tomara un zumo de manzana. Era una persona de lo más gentil. Mi trabajo con él consistía en organizar su música, hacer transcripciones y re orquestar algunas de las primeras composiciones que hizo para orquestas de Radio en Nueva York y, antes, con bandas pequeñas. Aquello significaba un trabajo considerable, pero para eso me tenía. También tenía a su disposición un grupo de músicos en Francia, con Laurent Cugny. Yo hacía el trabajo bajo su guía, desde luego, aunque cada vez me daba más y más responsabilidad, hablo de los tiempos en que compuso la música para “El Color del Dinero”, con Tom Cruise. Aquella fue la primera ocasión en que me dejó escribir por mi cuenta algunos apuntes. Por fin, llegó el momento en que, aún apreciando a Gil, sentía que debía desarrollar mi propio concepto musical, más que nada porque no quería que mi música terminara sonando como una especie de copia de la suya.

CdeJ ¿eso significa que Vd. puso en marcha su orquesta antes o después de que Evans muriera?.

MS fue por aquellos años, quizá un año antes, coincidió que me casé con mi ex-marido aunque, en realidad, era un tema sobre el que llevábamos hablando desde hace tiempo. Por fin, un día mi “ex” y yo acordamos intentarlo, compramos carpetas, pusimos la música dentro de ellas, dimos el último toque al repertorio y pasamos en convocar un ensayo. Llamamos a un montón de músicos que conocíamos de la escuela junto a otros que él conocía de la banda de Herman. Era un conjunto de músicos muy diferentes y con ellos pensábamos empezar a rodar la banda, pero antes teníamos que venderla. Así pues, editamos una cinta de demostración con grabaciones de cuando estaba en el colegio y un par de grabaciones de Herman con su música, y nos dedicamos a recorrer los clubes de jazz. A los dueños les decíamos que teníamos nuestra propia banda, lo que era “casi” una verdad, aunque la mayoría de los músicos ni siquiera se conocían entre sí, y la verdad es que aquella cinta causó una gran impresión: conseguimos los primeros contratos sin ni siquiera tener una banda. El resto vino rodado, conseguimos estabilizar al grupo y de hecho los cambios han sido pocos desde entonces. El mayor consistió en la sustitución de la sección rítmica, en aquella época estaban Kenny Werner y Dennis McKrall, un baterista fantástico que estuvo en la orquesta de Basie... y una vez que ya teníamos una orquesta y que tocábamos de vez en cuando, cogí todo el dinero que tenía ahorrado de mi trabajo como copista y lo empleé en grabar una nueva cinta de demostración que conseguí vender a Enja. Lo que pasó después, ya lo sabe.

CdeJ lo primero, su contrato para tocar todos los lunes por la noche en el club Visiones, de Nueva York.

MS fue casi inmediato. Un día me llamaron del club para tocar un lunes por la noche, yo les dije que lo intentaría, la cosa fue bien, pasaron los años...



Orillas de un ancho río



CdeJ Vd. se halla, podríamos decir, con un pié en Europa y el otro en su tierra, los Estados Unidos, quizá ello le lleve a replantearse su trabajo según se trate de un encargo para el público norteamericano o europeo.

MS yo no creo que exista tal diferencia. Cuando compongo, simplemente trato de expresar aquello que me apetece escuchar y le vuelvo a decir que, a los únicos que tengo en mente, son mis propios músicos, pero solo porque es el grupo de personas con el que estoy más familiarizada.

CdeJ entonces niega Vd. la existencia de dos tendencias dentro del jazz, la norteamericana y la europea, actuando como dos fuerzas acaso contrapuestas.

MS la verdad es que no pienso demasiado en esas cosas, de hecho trato de no pensar en categorías. Yo escucho mucha música clásica, escucho mucha música brasileña, flamenco, jazz... un montón de cosas distintas. Cuando me siento a escribir, lo que me sale probablemente sea una combinación de todas estas cosas, pero no es algo premeditado ni algo sobre lo que piense en ningún momento. Creo que la música es cada vez más y más universal, no pienso que exista tal diferencia abismal entre los músicos europeos y los americanos, salvo que los americanos tienden a estar más pendientes del “swing”, quizá la gran diferencia radique en dónde colocan el acento. Los americanos lo emplazan más retrasado mientras que en Europa tengo la sensación de que lo emplazan anticipadamente, es una especie de pelea cada vez que toco con músicos europeos. En Europa escucho cosas que son jazz y me suenan como música rusa, mientras que, con mi banda, todo suena tan “detrás” y tan relajado... por ejemplo aquí, en Guimaraes, todos los son músicos diferentes entre sí, cada uno con su propio modo de interpretar la música y la tendencia a colocar el tiempo en un lugar diferente. Quizá esa sea la mayor diferencia, claro que también cuenta el que, con mi banda, llevamos trabajando los mismos durante mucho tiempo, tocamos todos y cada uno de los domingos por la noche, todos saben dónde colocarse y lo hacen sin darse cuenta, tienen “swing”... de todos modos, las diferencias no son tantas, lo verdaderamente importante es que existe una mayoría de músicos en todo el mundo que escucha las mismas cosas al mismo tiempo y que tocan unos con otros y por eso se acerca la música de los unos a la de los otros independientemente de donde vivan.

CdeJ dónde sí existe una diferencia notable es en los recintos donde se interpreta el jazz: los clubes, en América, o los teatros, en Europa

MS personalmente, prefiero los conciertos porque hay un mayor silencio y de lo que se trata es de escuchar la música. Ahora mismo, en los Estados Unidos, estoy intentando tocar más en concierto y menos en club, pero los clubes también son divertidos, sobre todo en Nueva York, cuando te encuentras de repente metida en una habitación con músicos de todo el mundo que están ahí para escucharte, es una sensación muy divertida. Pensándolo bien, creo que la mayor diferencia entre la música americana y la europea es que la mayoría de los músicos europeos, no sé en Portugal, pero sí en otros países como Alemania o Suecia, gozan de subsidios o tienen becas y llevan una vida confortable. Es más fácil ser un músico en Europa, hablo en general, no estoy segura si esto ocurre en todos los países.

CdeJ no en todos los países.

MS bueno, no en todos, pero sí en algunos, al menos en el Norte de Europa, pero en los Estados Unidos seguro que no. Mira, muchos de los músicos de mi banda son algo fuera de lo común y tienen que vivir con una mano delante y otra detrás. Se dejan la piel tocando y a cambio ganan apenas para subsistir. La consecuencia es que cada vez que consiguen un contrato, te das cuenta de que tienen auténtica hambre de música, no hay tal sentimiento de relax sino una gran intensidad. Eso es lo único que echo de menos en Europa, quizá sea excesivo el relajo, me asombro cuando me viene un músico y me dice: “he perdido este contrato pero no pasa nada, esperaré al siguiente”. En los Estados Unidos, si alguien pierde algo, ¡se pega un tiro!.

CdeJ porque sabe que hay cola tras de él.

MS hay tantos esperando para hacer lo mismo, deseando lo mismo... y ello es así porque el pastel es muy pequeño para la cantidad de músicos que existen. Siempre hay alguien esperando.

CdeJ háblenos ahora de los públicos europeo y americano y sus diferencias.

MS aquí, la audiencia tiene un mayor conocimiento de la música porque la gente está mucho más expuesta a la cultura. Eso es importante. En los EU, te diré que, por ej., mi banda nunca ha hecho una gira. Se da el caso de que hemos venido a Europa bastante a menudo y ni siquiera hemos hecho una miserable gira por mi país. Lo más reciente ha sido una única aparición en el Festival de Monterrey y para de contar. Lo más parecido a una primera gira americana tendrá lugar este próximo abril, entendiendo que tocaremos en unas cuantas ciudades, tampoco muchas. La razón es que aquí la gente está más abierta a lo nuevo porque está habituada a la cultura y ello es así porque hay más dinero para la cultura. Lo que eso tiene de bueno es que el dinero es necesario para los artistas y más aún para la gente, en la medida en que el público se habitúa a las formas de arte más sofisticadas, con lo que sus vidas se enriquecen, gozan de un nivel más elevado en sus gustos y pueden disfrutar más de lo que escuchan, sea lo que sea. Realmente pienso que el interés de colocar juntos arte y dinero no radica en el beneficio que obtiene de ello el artista sino la gente, porque los artistas y los músicos siempre estarán trabajando en su música y en el arte, diría que incluso cuanto más jodido estás, más vas a trabajar. La cuestión es que su obra tiene un significado que trasciende, no estás haciendo lo que haces por dinero sino porque no tienes más remedio que hacerlo, es lo que te gusta, lo único que puedes hacer...

CdeJ pero un poco de ayudita nunca viene mal...

MS por supuesto que ayuda, pero llegado un cierto punto es nocivo, creo que la virtud está en un punto intermedio, lo que pasa es que en los EU se ha ido demasiado lejos en la otra dirección y la consecuencia es que no hay dinero en absoluto para las artes. Por ej., yo, en toda mi vida, todo lo que he conseguido ha sido una beca ridícula para estudiar con Bob Brookmeyer, una verdadera miseria. Recuerdo que en una ocasión traté de obtener una ayuda económica para tocar en Israel. Después de numerosas gestiones, lo que obtuve fueron tres mil dólares cuando yo necesitaba al menos quince mil, que tampoco es que sea una cantidad desorbitada, ni mucho menos. Fui y les dije: “pero ¿qué puedo hacer yo con trece mil dólares para diecinueve personas?”.

CdeJ Basie y Herman solucionaron el tema organizando orquestas alternativas más reducidas.

MS pero es que toda mi música está pensada para la orquesta tal cual está.

CdeJ ¿y no se le ha pasado por la cabeza tocar Vd. misma el piano junto con un grupo reducido?.

MS ¡si soy una pianista espantosa!, “una pianista malo” (en español, en el original), aunque no te oculto que se me ha cruzado por la mente la idea de poner en marcha un grupo de seis o siete músicos utilizando instrumentos totalmente diferentes, nada que tenga que ver con una “big band”. Es una idea que me viene rondando... veremos. Pero, desde luego, no seré yo quien toque el piano.

CdeJ se considera, pues, una compositora antes que otra cosa.

MS absolutamente.

CdeJ perdóneme el tópico, pero Vd. es mujer, es músico de jazz, ha hecho de ello su modo de ganarse la vida. Se dice que el mundo del jazz es machista. ¿Ha sentido en sus propias carnes alguna suerte de discriminación por razón del sexo?.

MS ¡NO!. Todo el mundo me hace la dichosa pregunta, pero ¡no hay nada que responder!. Para mí, no hay nada de nada.

CdeJ me quiere Vd. convencer de que no existe tal cosa.

MS no creo que la haya, de verdad. Alguna gente piensa que sí la hay, pero yo puedo hablar por mi propia experiencia y nunca he tenido tal sensación. Por lo que respecta a mi banda, te puedo asegurar que ninguno de los músicos actúa de un modo distinto por el hecho de que yo sea una mujer. Claro que no te puedo hablar de lo que se siente desde el otro lado, porque nunca he sido hombre, pero, cuando te dedicas a la música, te dedicas a la música y punto. Yo me miro en el interior de mis ojos y me veo como un ser humano, no me contemplo a mí misma como una mujer, simplemente pienso en la música y en si he conseguido que lo que he compuesto suene igual a lo que he estado escuchando dentro mi cabeza. Si me contemplas desde el exterior, verás a una mujer frente a una banda compuesta por hombres, pero eso no es lo que yo veo con mis propios ojos. Simplemente me olvido del tema, ni siquiera había pensado nunca sobre ello hasta que comenzaron las entrevistas y me preguntaron sobre la cuestión. De repente, me di cuenta de que tenían razón, de que allí estaba yo delante de un montón de hombres y no me había dado cuenta (!). Y me pareció imposible que ni siquiera se me hubiera ocurrido pensarlo. Creo que en parte se debe a que, de niña, mi profesora de piano clásico y jazz era una mujer con unas enormes dotes, y en la ciudad donde nací, siempre han existido muchas mujeres de talento, la mejor amiga de mi madre era una pintora maravillosa... crecí pensando que las mujeres eran las artistas del universo y que los hombres se dedicaban a cazar y pescar, y de hecho sigo pensando así (risas) y que las mujeres tienen mucho que decir en el arte y que es mucho lo que puede esperarse de ellas. En el jazz, la principal razón de que no haya habido más mujeres, es porque el jazz nació en una época en que a las mujeres se las reservaba para criar a los niños y llevar el hogar, pero tú no puedes cuidar a tus hijos y tocar toda la noche en un club de jazz. Por eso, la mayoría de las intérpretes de jazz actuales no tienen hijos ni familia ni nada de eso, y la mayoría de ellas escoge este modo de vida no porque quieran tocar música sino porque forman parte de una corriente de personas que ha optado por renunciar a los hijos. La sociedad está cambiando y como consecuencia de ello, la escena musical está cambiando y con ella el jazz y se incrementa el modelo de mujer a imitar que se ha construido una forma de vida propia e independiente.

CdeJ un fan suyo me encarga que le pregunte sobre Carla Bley y Toshiko Akiyoshi.

MS pero es que no tengo nada que decir sobre ellas en particular salvo que ambas son grandes músicos y poco más. Quiero decir que me gustan, pero no más que otros. Me pasó con un “Festival de Jazz y Mujer” al que fui invitada, no pude evitar sentirme un poco desplazada, al final, me di cuenta de que me siento más a gusto entre mis músicos. Esta es otra de las cuestiones que me plantean una y otra vez pero solo porque Carla y Toshiko son mujeres y se entiende que debo estar influida por ambas dado que yo también soy mujer. Solo que no escucho a la gente por el sexo sino por la música, y solo escucho la música que me gusta, y la mayoría de lo que escucho más habitualmente en este momento ni siquiera es jazz. Así que tengo que decir que no escucho a Carla ni a Toshiko últimamente, aunque por supuesto las he escuchado bastante en su momento. Lo que no me impongo es la obligación de escucharlas porque sean mujeres.


(publicado en Cuadernos de Jazz 2001)


17 Festival Internacional Jazz es Primavera 2009


"La mujer en el jazz actual" (Women in Jazz)


C. M. San Juan Evangelista, Madrid. 6 a 27 de marzo


http://www.sanjuanevangelista.org/agenda/index.html


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