Tras más de medio siglo en la carretera, el veterano saxofonista Phil Woods (Springfield, Massachusetts, 1931) regresa al Viejo Continente para presentar su proyecto más querido, “Bird with Strings... and More”, en el que recrea la música creada por Charlie Parker para su sesión de grabación con una orquesta de cuerdas. “Es un modo de llevar el jazz a un tipo de público que puede que no esté muy interesado por esta música. Quien sabe si esto servirá para que alguien descubra la música de Charlie Parker y se enganche a ella.”
Tras presentarse en la ciudad de La Coruña el pasado mes de abril dentro del “X Ciclo de Jazz de la Fundación Barrié de la Maza”, “Bird with Strings...” recalará el lunes 25 en San Sebastián (“40 Heineken Jazzaldia”). La formación elegida para acompañar al saxofonista en esta ciudad ha sido “Et Incarnatus”, considerada la mejor orquesta de cuerda del País Vasco. “No es fácil interpretar esta música. Cuando salió el disco, muchos dijeron que era demasiado sentimental, que Charlie Parker se había “vendido”, que se limitaba a tocar la melodía. Sin embargo, tocar la melodía correctamente es todo un arte y es lo más difícil que existe. Yo, lo que intento, es mantener viva esa tradición”.
En opinión de Phil Woods, se sabe mucho acerca de la vida del que fue su padrino musical y su amigo pero muy pocos se han parado a escuchar su música. “Los medios de comunicación hacen demasiado ruido difundiendo un tipo de propaganda en la que se solo habla de sus abusos con las drogas. Seguro que no tendrían nada que decir si Charlie Parker estuviera vivo. Es lo que ocurre cuando alguien se muere siendo joven. Nada mejor para vender periódicos. Es la mejor de las historias, una tragedia y, a la vez, un relato de aventuras y la historia de un genio torturado, solo que ese individuo fue mi amigo, y era una persona encantadora y muy atenta con los músicos jóvenes. La figura de Parker iba mucho más allá del retrato en blanco y negro que hemos leído tantas veces. Le conocí cuando tenía 15 años, toqué con él a los 24, viví con él, paseé las calles junto a él, compartimos un pastel de cerezas en la Calle 52... yo sí puedo decir que conozco el trasfondo de la historia.”
El 2005 está siendo un año de homenajes al mayor genio del jazz, al cumplirse los cincuenta años de su fallecimiento. Phil Woods es consciente de la distancia que separa al homenajeado de la mayoría de sus seguidores. “De vivir Parker, estoy seguro de que no tocaría su música del modo en que se viene haciendo. Lo que a él le motivaba era ir siempre un paso más allá, solo quería desarrollar sus ideas y llegar a algo nuevo. Al momento de su muerte lo que realmente le interesaba era la música Edgard Varese, Bartok, Stravinsky, Schoenberg... solo Dios sabe lo que estaría haciendo en este momento de vivir”. Tras casi sesenta años de vida musical recogidos en “My life in E flat” (DVD), Woods sigue teniendo la música de Parker como santo, seña y referencia principal. “No me canso de tocar su música del mismo modo que nadie se cansa de tocar a Mozart”. A falta de un “nuevo” Charlie Parker, hay quien se plantea la posibilidad de encontrar un sucesor para su discípulo predilecto. “La verdad es que no tengo ni idea si existe un “nuevo” Phil Woods. Me limito a disfrutar de la vida, me encanta tocar la música de Parker y la mía propia y llegar a los corazones de las personas que me están escuchando. Hacerles la vida un poco más llevadera en estos tiempos tan difíciles. Soy consciente de que, si hubiera podido alguna vez cambiar algo, tendría que haberlo hecho cuando todavía era joven. Ahora, me contento con mantener vivo el fuego de todos los músicos de jazz que me precedieron y trato de mantener la pureza de la música. Ese es mi trabajo.”
(publicado en El País 25-07-2005)
A PROPÓSITO...
Gilad Atzmon with strings. "In loving memory of America" (Enja)XIV Ciclo de Jazz Fundación Pedro Barrié de la Maza. 18 abril a 21 mayo. A Coruña-Vigo
http://www.fundacionbarrie.org/
Tras presentarse en la ciudad de La Coruña el pasado mes de abril dentro del “X Ciclo de Jazz de la Fundación Barrié de la Maza”, “Bird with Strings...” recalará el lunes 25 en San Sebastián (“40 Heineken Jazzaldia”). La formación elegida para acompañar al saxofonista en esta ciudad ha sido “Et Incarnatus”, considerada la mejor orquesta de cuerda del País Vasco. “No es fácil interpretar esta música. Cuando salió el disco, muchos dijeron que era demasiado sentimental, que Charlie Parker se había “vendido”, que se limitaba a tocar la melodía. Sin embargo, tocar la melodía correctamente es todo un arte y es lo más difícil que existe. Yo, lo que intento, es mantener viva esa tradición”.
En opinión de Phil Woods, se sabe mucho acerca de la vida del que fue su padrino musical y su amigo pero muy pocos se han parado a escuchar su música. “Los medios de comunicación hacen demasiado ruido difundiendo un tipo de propaganda en la que se solo habla de sus abusos con las drogas. Seguro que no tendrían nada que decir si Charlie Parker estuviera vivo. Es lo que ocurre cuando alguien se muere siendo joven. Nada mejor para vender periódicos. Es la mejor de las historias, una tragedia y, a la vez, un relato de aventuras y la historia de un genio torturado, solo que ese individuo fue mi amigo, y era una persona encantadora y muy atenta con los músicos jóvenes. La figura de Parker iba mucho más allá del retrato en blanco y negro que hemos leído tantas veces. Le conocí cuando tenía 15 años, toqué con él a los 24, viví con él, paseé las calles junto a él, compartimos un pastel de cerezas en la Calle 52... yo sí puedo decir que conozco el trasfondo de la historia.”
El 2005 está siendo un año de homenajes al mayor genio del jazz, al cumplirse los cincuenta años de su fallecimiento. Phil Woods es consciente de la distancia que separa al homenajeado de la mayoría de sus seguidores. “De vivir Parker, estoy seguro de que no tocaría su música del modo en que se viene haciendo. Lo que a él le motivaba era ir siempre un paso más allá, solo quería desarrollar sus ideas y llegar a algo nuevo. Al momento de su muerte lo que realmente le interesaba era la música Edgard Varese, Bartok, Stravinsky, Schoenberg... solo Dios sabe lo que estaría haciendo en este momento de vivir”. Tras casi sesenta años de vida musical recogidos en “My life in E flat” (DVD), Woods sigue teniendo la música de Parker como santo, seña y referencia principal. “No me canso de tocar su música del mismo modo que nadie se cansa de tocar a Mozart”. A falta de un “nuevo” Charlie Parker, hay quien se plantea la posibilidad de encontrar un sucesor para su discípulo predilecto. “La verdad es que no tengo ni idea si existe un “nuevo” Phil Woods. Me limito a disfrutar de la vida, me encanta tocar la música de Parker y la mía propia y llegar a los corazones de las personas que me están escuchando. Hacerles la vida un poco más llevadera en estos tiempos tan difíciles. Soy consciente de que, si hubiera podido alguna vez cambiar algo, tendría que haberlo hecho cuando todavía era joven. Ahora, me contento con mantener vivo el fuego de todos los músicos de jazz que me precedieron y trato de mantener la pureza de la música. Ese es mi trabajo.”
(publicado en El País 25-07-2005)
A PROPÓSITO...
Gilad Atzmon with strings. "In loving memory of America" (Enja)XIV Ciclo de Jazz Fundación Pedro Barrié de la Maza. 18 abril a 21 mayo. A Coruña-Vigo
http://www.fundacionbarrie.org/
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