miércoles, 6 de noviembre de 2013


HOY EN EL PAÍS
 
Sardinas felices
Gregory Porter suena como en sus discos, el mismo torrente de voz, rotunda y varonil, incluso en las baladas

2 comentarios:

  1. A mí personalmente, no me acaba de emocionar. Seguramente en directo sería, nunca mejor dicho, otro cantar.

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  2. A mi éste señor me merece el máximo respeto, aunque, como te ocurre a ti, no sea exactamente mi tipo; aunque sólo sea por haber conseguido llenar 2 noches seguidas el Clamores con un público juvenil y desenfadado muy alejado del arquetipo del aficionado al jazz. Acaso sea esto lo mejor que pueda decirse de quien acude a un concierto de jazz, o de lo que sea, sin otro ánimo que el de pasárselo bien. Otra cosa es especular cuánto va a durar como cantante de jazz antes de dedicarse a otros géneros más rentables. Eso, nadie lo sabe.

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