sábado, 17 de octubre de 2009

Notas a un "showcase". Melody Gardot, Madrid, 6 octubre 2009


Orange Café, 21. 30 h. El ruido magnífico de Wolf Eyes (ver entrada correspondiente al lunes 5 de octubre de 2009) todavía resuena en mis oídos. Y, de repente, Melody Gardot. No sé dónde estoy ni que hago aquí.

La primera diva fotofóbica en la historia del jazz y, a su vera, un trío de intérpretes tan jóvenes como ella. Tocan bajito. Del "noise" al "silence"; imposible imaginar un contraste mayor.

La nueva chica en la oficina tiene personalidad y estilo, una música resultona, un poco monótona a la larga, claro que es una opinión. Me pegunto por qué las nuevas divas se empeñan en interpretar su propio repertorio. Me pregunto muchas cosas. La audiencia del nuevo siglo tiene derecho a su propia épica, supongo.

Se habla de Diana Krall y de Madeleine Peyroux y se olvida a quienes las precedieron. Maria Muldaur o Phoebe Snow, la primera “nueva diva”/“anti diva” de la historia. Su primer disco llamado como ella, junto a Zoot Sims, Teddy Wilson, Chuck Israels…, resulta hoy tan conmovedor como el primer día.

Sobre el escenario, M. G. fuma y bebe (vino tinto en copa larga) y no tiene pelos en la lengua. Me gusta esta chica.

En la rueda de prensa (hotel Meliá Princesa, miércoles 7 de octubre, 13. 00 h., con retraso), M. G. promete respuestas estúpidas para preguntas estúpidas. Soy el primero y el único en formular una pregunta lo suficientemente estúpida como para mover a una respuesta en el mismo tono. Sin embargo, el ofrecimiento de convertirme en su amante potencial, atendiendo a la peticion de la artista la noche anterior, no es atendido por la misma. Alguien se me ha adelantado.

Vestido negro de una pieza, impermeable blanco de diseño, minifalda de vértigo, medias de rejilla. Un cruce de piernas que quita el sentido. Melena rubia, labios rojos, gafas negras; un pequeño lunar situado estratégicamente bajo el labio inferior. Bastón negro, zapatos de aguja, uñas de color negro. Un anillo simulando la cabeza de un águila recubre el dedo anular de su mano derecha.

M. G. creció escuchando música polca y a Perry Como, lo que explica muchas cosas.

Enamorada de las canciones de Caetano Veloso. Canta “Over the Rainbow” aunque reconoce que en realidad no había necesidad de volverla a cantar. Recuerda su vida anterior al accidente de una manera muy vaga. El piano ha sido su mejor terapia.

La música es como el sexo. Si estás con alguien y funciona, no necesitas dormir con nadie más.

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4 comentarios:

  1. Gracias por este comentario, Chema. Creo que es la primera vez que me topo con los nombres de Maria Muldaur y Phoebe Snow, a ver si encuentro algo para escuchar de ellas...
    Un saludo,

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  2. De nada.
    Dos cantantes curiosas, sobre todo la última. Yo anduve una temporada enganchado con su primer disco y todavía me gusta mucho. Pero, claro, la pobre Phoebe no es sofisticada, como Diana Krall, ni tiene glamour, ni siquiera canta en francés...
    Saludo

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  3. Tomo nota de esos nombres, hoy me pondré a escuchar algo de ellas. Gracias una vez mas, vienen muy bien esas referencias!

    Daniel

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  4. entiendo que tanto Maria como Phoebe fueron pioneras entre las cantautoras "jazzístico-folkie & otras hierbas" que ahora están tan de moda, pero tienes que escoger bien el disco que vayas a escuchar porque las 2 tienen una larga carrera tras de sí y han hecho un poco de todo. Y no son solo ellas. Me acuerdo, por ejemplo, del disco "jazzístico" que grabó Linda Ronstadt -ahora mismo no me acuerdo cómo se llama-, que no me gusta mucho, y, yendo más lejos, los discos de Peggy Lee o Julie London, por ejemplo.

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