William Parker vino y nadie sabe como ha sido. O sí. De haberse producido un tiempo antes, su visita de varios días a los madriles hubiera servido para engrosar la lista de leyendas urbanas de las que hablan los mayores en las noches de invierno. Don Byas en el cuarenta y siete, Albert Mangelsdorff veinte años más tarde, Duke Ellington que acaso pudo tocar de tapadillo en el Whisky & Jazz en los setenta…
William Parker en 2009 ha fascinado a la parroquia. Nada que objetar. Uno mismo hizo lo posible porque su visita no pasara inadvertida, y el éxito está a la vista: sold out en sus 3 conciertos y una cobertura mediática impensable en otro momento/otro lugar. Fantástico. ¿Merecido?.
Su concierto del 24 de octubre en el San Juan nos pudo dar alguna pista acerca del personaje. En Parker, el contingente impera sobre el contenido. Más un catalizador –un “conseguidor”- que otra cosa, no sé si me explico.
A lo que voy: sus conciertos en Madrid y lo que se escribió de ellos.
William Parker & Orquesta Foco. Festival Hurta Cordel. La Casa Encendida, 1 de febrero de 2009
(…) la pobre calidad de sonido que impedía la clara apreciación de los timbres de los instrumentos, que se escuchaban con sensación de lejanía, y también de las palabras de los poemas recitados.
Tengo para mí que dicha "pobre calidad de sonido" respondía, en realidad, a un propósito concreto: proporcionar una impresión de conjunto, no siendo crucial el hecho de que se escuchara instrumento por instrumento. Una sensación parecida a la de cierto cine que antes llamábamos "underground" en el que los objetos aparecen intencionadamente difuminados para que el espectador no pueda fijar su atención en nada concreto sino en la impresión de conjunto.
A medio camino entre el jazz, la música clásica contemporánea y la libre improvisación sin más etiquetas, más de treinta artistas poblaron el escenario en un despliegue de imaginación y espontaneidad.
“Espontaneidad”, sí. “Imaginación”, dudoso. La música de WP & la Orquesta Foco se asentó en la sencillez de una propuesta –“Self Induction”- un tanto efectista que, sin embargo, si muove. Funciona.
William Parker “solo”. Le Swing, 3 de febrero de 2009.
Casi dos horas de improvisación salvaje, rítmica, imponente. Él con túnica africana a rayas, zapatos en punta y un gorro de colores. Parker se exhibía en una actuación infinita y memorable, ininterrumpida, sin aplausos, con los ojos cerrados y en éxtasis.
Otros adjetivos: tosco, musicalmente reiterativo, “swingeante”, extático (no confundir con estático), falto de recursos, naíf (del francés naïf = ingenuo). Tampoco hay que alarmarse: la cosa tuvo su encanto, aunque dos horas fueron too much for my body.
Mañana, sábado, William Parker & la Orquesta Foco en Barcelona (Petit Palu). Habrá que leer lo que digan los colegas de por allí.
referencias
Arturo Mora Rioja (La Casa Encendida)http://www.tomajazz.com/conciertos/2009/02/william_parker_foco_madrid.htm
“William Parker y la autosatisfacción del jazz”. Alfonso Cardenal (Le Swing)
http://www.elpais.com/articulo/cultura/William/Parker/autosatisfaccion/jazz/elpepuculmus/20090204elpepucul_4/Tes
William Parker en 2009 ha fascinado a la parroquia. Nada que objetar. Uno mismo hizo lo posible porque su visita no pasara inadvertida, y el éxito está a la vista: sold out en sus 3 conciertos y una cobertura mediática impensable en otro momento/otro lugar. Fantástico. ¿Merecido?.
Su concierto del 24 de octubre en el San Juan nos pudo dar alguna pista acerca del personaje. En Parker, el contingente impera sobre el contenido. Más un catalizador –un “conseguidor”- que otra cosa, no sé si me explico.
A lo que voy: sus conciertos en Madrid y lo que se escribió de ellos.
William Parker & Orquesta Foco. Festival Hurta Cordel. La Casa Encendida, 1 de febrero de 2009
(…) la pobre calidad de sonido que impedía la clara apreciación de los timbres de los instrumentos, que se escuchaban con sensación de lejanía, y también de las palabras de los poemas recitados.
Tengo para mí que dicha "pobre calidad de sonido" respondía, en realidad, a un propósito concreto: proporcionar una impresión de conjunto, no siendo crucial el hecho de que se escuchara instrumento por instrumento. Una sensación parecida a la de cierto cine que antes llamábamos "underground" en el que los objetos aparecen intencionadamente difuminados para que el espectador no pueda fijar su atención en nada concreto sino en la impresión de conjunto.
A medio camino entre el jazz, la música clásica contemporánea y la libre improvisación sin más etiquetas, más de treinta artistas poblaron el escenario en un despliegue de imaginación y espontaneidad.
“Espontaneidad”, sí. “Imaginación”, dudoso. La música de WP & la Orquesta Foco se asentó en la sencillez de una propuesta –“Self Induction”- un tanto efectista que, sin embargo, si muove. Funciona.
William Parker “solo”. Le Swing, 3 de febrero de 2009.
Casi dos horas de improvisación salvaje, rítmica, imponente. Él con túnica africana a rayas, zapatos en punta y un gorro de colores. Parker se exhibía en una actuación infinita y memorable, ininterrumpida, sin aplausos, con los ojos cerrados y en éxtasis.
Otros adjetivos: tosco, musicalmente reiterativo, “swingeante”, extático (no confundir con estático), falto de recursos, naíf (del francés naïf = ingenuo). Tampoco hay que alarmarse: la cosa tuvo su encanto, aunque dos horas fueron too much for my body.
Mañana, sábado, William Parker & la Orquesta Foco en Barcelona (Petit Palu). Habrá que leer lo que digan los colegas de por allí.
referencias
Arturo Mora Rioja (La Casa Encendida)http://www.tomajazz.com/conciertos/2009/02/william_parker_foco_madrid.htm
“William Parker y la autosatisfacción del jazz”. Alfonso Cardenal (Le Swing)
http://www.elpais.com/articulo/cultura/William/Parker/autosatisfaccion/jazz/elpepuculmus/20090204elpepucul_4/Tes
Muy fea esta actitud de García Martínez de ponerse públicamente a enmendar la plana de sus compañeros de Tomajazz y El País.
ResponderEliminarCriticando al crítico que critica al crítico, podríamos también nosotros resaltar, además de la pedantería de García Martinez, su torpeza al escribir siempre mal el nombre de la Orquesta FOCO (es todo con mayúsculas ya que es la sigla de una fundación y así ha aparecido siempre en programas y carteles que no sé si García Martínez se toma la molestia de leer), señalar sus meteduras de pata como agregar el adjetivo "extático" cuando el redactor de El País ya había puesto "con éxtasis", etc.
Creo que sería más de agradecer que García Martínez nos transmitiera sus puntos de vista de lo que escucha en lugar de ponerse a criticar a sus colegas.
Claro que para eso habría que recomendarle a García Martínez que preste un poco más de atención a lo que los músicos interpretan. Por más que el concierto resulte "too much" para tu "body"no puedes ponerte a charlar en la barra de Le Swing mientras William Parker está tocando.
Al menos éso es lo que yo entiendo.
Un saludo,
Alberto de Juan
Es verdad, la charla a gritos (sobre todo los de su amiga) sí que fue "too much" para el "body" de los que nos encontrábamos a los alrededores.
ResponderEliminarTambién se debería aclarar al escribir sobre un concierto si se ha visto medio, un tercio o cuarto y mitad del mismo. Llegar a cinco minutos de que acabe el primer pase y perderse parte importante del segundo pase con la "famosa" charla, creo que no permite enmendar muchas críticas.
Hola.
ResponderEliminarLo de escuchar los conciertos desde la barra del bar es algo innato a la crítica española de jazz, ya sé que lo de generalizar está feo y no responde a la realidad, pero he visto a tantos hacerlo, y en tantas ocasiones que....mentémolos a todos y que se salve quien pueda.
"Fantástico. ¿Merecido?"
ResponderEliminarEstaría bien que Chema respondiese de un modo un poco más claro a la pregunta que deja en el aire.
Los críticos que él critica al menos nos dan a entender que sí.
Yo también opino que sí, que el "sold out en sus 3 conciertos" fue más que merecido. Por otra parte, eso demuestra que cuando los precios son accesibles (3€ en La Casa Encendida, 15 en el coqueto y confortable Le Swing con consumición incluida), la gente responde aunque se trate de músicos "difíciles" o "para minorías".
A ver si Chema nos da su opinión. Parece que no encuentra merecido lo de Parker pero no acaba de decirlo...
Gracias,
Hola, colegas
ResponderEliminarmuchas gracias por tomaros la molestia de escribir y criticarme. Estaba empezando a preocuparme que todo fueran comentarios elogiosos. Lo de la orquesta FOCO y no foco es verdad. Es lo que tiene escribir de prisa y corriendo. También es verdad lo de la barra, lo asumo y pido perdón si molesté a alguno. Si me he atrevido a opinar sobre el concierto fue por lo que pude escuchar sentado en el suelo, y porque he podido escuchar una grabación completa del mismo. Y me ratifico en la opinión, que no es solo mía, por cierto. He hablado con varios asistentes a los 2 conciertos -incluídos músicos- y están de acuerdo conmigo. A lo mejor es que me he expresado mal, no lo sé. Tampoco veo qué problema hay en opinar sobre otras críticas, del mismo modo que otros colegas míos han opinado sobre las mías. Hay que perder el miedo a opinar y no tomarlo como una afrenta personal. Estamos entre colegas. Y en cuanto a que Parker sea un músico "difícil" o "para minorías", tampoco estoy de acuerdo. Mi opinión: es un músico interesante, pero muy limitado. Me hubiera gustado que el interés que despertaron sus conciertos, lo hubiera despertado Butch Morris cuando dirigió a la FOCO, por ejemplo.Lo de los precios accesibles sí me parece importante.
Un abrazo a todos
Chema
Perdón, Chema, tienes razón, un concierto de contrabajo, plagado de improvisaciones, a cargo de William Parker es facilón y para un público mayoritario... (!)
ResponderEliminarA mí también me hubiese gustado que el interés que despertaron estos conciertos, lo hubiera despertado Butch Morris, pero no por eso me parece inmerecido que Parker llene (y menos a esos precios) y que la gente disfrute con su música. No tiene nada que ver una cosa con la otra.
A ver si ahora vamos a pasar de quejarnos de que este tipo de propuestas no tengan respuesta en Madrid a quejarnos de que agoten las localidades.
Ojalá sigan viniendo a visitarnos músicos como William Parker y se llenen las salas.
querido amigo,
ResponderEliminarla respuesta que merece un debate tan interesante como este demanda una nueva entrada que colgaré, si puedo, hoy mismo, o mañana. Te emplazo a ello.
Un abrazo,
Chema
Tranquilo, Chema, no hay prisas.
ResponderEliminarUn saludo,