sábado, 7 de marzo de 2009

George Melies: "Le cake-walk infernal"



Georges Melies: "Le cake-walk infernal". 1903

En España, el “rag-time” y su pariente cercano, el “cake-walk” –llamado así por la costumbre de premiar con un pastel a la mejor pareja-, gustaron de primeras, “a su toque despertaron muchas niñas demasiado apegadas a sus macetas de geranios y a sus gatos de angora”.

Nada menos que al año de 1880 se remonta el programa de “danzas acrobáticas americanas”, que llevaron a cabo los hermanos Paolo y Panlo en el Teatro-Circo Price de Madrid (...). En el año 1905, la pareja Mister Johnson & Misss Bertha bailó el “originasl cake-walk” en el Circo Alegría, en Barcelona.

Cinco años más tarde, un 22 de enero de 1910, estrenóse en el antedicho coliseo madrileño “La niña mimada”, opereta en 3 actos y 4 cuadros de Aurelio González Rendón con música del maestro Manuel Penella y un elenco de negros que bailaban un cake-walk con la siguiente letrilla:


“los seis “neglitos”
Que aquí veis juntitos,

Son criados del “glan”
Thompson, “millonario” sin igual…
“Pala” “hacer” nuestro “tlabajo”,
Bailaremos un “kei-vol”
Que “nosotros” le llamamos
“La galbana del “tlabajadó”


Números de una y otra especie figuraron en el repertorio de los compositores y en el de las cupletistas y cancionetistas españolas de primera generación. Famosa fue por razón semejante Esperanza Posada, estrella del espectáculo barcelonés en los albores del siglo. Sebastián Guasch, que la vio, la recuerda vestida con una malla de color rosa tierno y vibrando toda ella “como un flan monumental con el cake-walk”.

En 1904, un año antes de que naciera Josephine Baker y veinte antes de su debut, dos artistas de muy diferente catadura, Julita Fons, reina de la sicalipsis, de quien se dice fue amante del rey Alfonso XIII, y la eximia Lola Membrives, bailaron el cake-walk. También Adelita Lulú, la “reina de las fotos iluminadas” (puede imaginarse qué clase de fotos eran), que, con un número de la especie, “Te has caído, chaquetón”, cosechó un éxito considerable. La Fons bailaba otro ritmo de la familia, el “fig”.

El alemán Rainer E. Lotz reproduce en el disco “Jazz and hot dance in Spain” un cake-walk original de Amadeo Vives y Jerónimo Giménez, interpretado el mismo año de 1905 por la Orquesta de Profesores de la Banda Municipal de Barcelona. A Vives y Giménez se deben tres de las operetas sicalípticas de mayor éxito en la España de mil novecientos: “La gatita blanca”, “La gatita negra” y “El arte de ser bonita”. Merecieron las tres el favor del público por gracia de los “desabillés” de las tanguistas, cuyo elenco encabezó la propia Julita Fons, y los temblequeantes cake-walk, con los que culminaban.

Del “sucés” que alcanzaron rag-time y cake-walk, da cuenta la siguiente “receta para lograr cien representaciones” dirigida a empresarios de cabaret en apuros, recogida de una revista de la época: “dos gotas de garrotín, cuatro de machicha, tres gramos de cake-walk, cincuenta milígramos de cuplé sicalíptico y media docena de tiples hermosas”.


(J. M. García Martínez: “Del fox-trot al jazz flamenco. El jazz en España 1919-1996”. Alianza Editorial. Madrid, 1996)

3 comentarios:

  1. Muy bueno, Chema! Gracias... Anoche te vimos por el Johnny, ¿qué te ha parecido el concierto de Mina Agossi? Hoy en El País sólo la mencionas de pasada. Un saludo,

    Jorge

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  2. Hola Jorge, soy fan de Mina, dentro y fuera de los escenarios. Me pareció un concierto divertido, sexy, y muy serio. A la entrada uno me dijo que el jazz no debe ser divertido, en broma, eso espero. En cuanto al periódico, tengo una deuda pendiente con Mina que algún día cumpliré. Me hubiera gustado escribir sobre el concierto pero no fue posible, tampoco lo fue el pasado verano cuando cantó en Ibiza. Ya sabes, la competencia es feroz y es una página, a veces ni eso, para 20 o 30 conciertos que se celebran cada día. Por cierto que mañana mi compañero Fernando Neira publica una pequeña crónica del concierto de Tok tok Tok. Nada más. Me alegra que te gustara lo del cake-walk. Y ya que estamos, señalar que la música del vídeo no se corresponde en absoluto con el contenido, salta a la vista, pero por si acaso. Un fuerte abrazo, Chema

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  3. Gracias, Chema. A mí también me gustó el concierto, prácticamente no conocía a Mina Agossi y me sorprendió su frescura, su desenfado y esa variedad de recursos de la que hizo gala. El de Tok Tok Tok ya me gustó menos... Abrazo,

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